Ya hemos visto que crear nuestra propia
realidad no tiene más misterio teórico que atraer de todas las posibles
realidades en potencia existente en el inconsciente colectivo, aquella que
vibra acorde a nuestros pensamientos y emociones, y por otro lado dejar que
nuestro sistema energético transmute genéricamente las energías presentes
alrededor nuestro en esos conceptos que representan.
El inconveniente en este primer caso, cuando
no trabajamos con energías universales sino que dejamos que sea una parte de nuestro
ser quien de forma automática se encargue de esa manifestación para los
detalles de cada día, es que perdemos el control de lo que atraemos a nosotros,
por lo que es importante ahora concentrarnos en el proceso contrario: entender
como conscientemente podemos emitir y atraer las energías que moldean nuestros
deseos y objetivos.
VUELTA AL PODER DEL PENSAMIENTO
Así que volvamos a recuperar el concepto de que el principal componente y artífice de que algo nos ocurra, cuando lo deseamos, es la intensidad con la que mantenemos ese deseo en nuestra mente cuando sabemos que es lo que queremos atraer. Este concepto es la base de la creación consciente.
Cuando tenemos claro un deseo, no es lo mismo
que nuestro “láser” mental esté 24 horas enviando una gran cantidad de energía
toda con la misma información, que una vez a la semana pienses en algo, y no
vuelvas a acordarte hasta el mes siguiente. Este es un punto tan crucial que no
hay forma de esquivarlo. Si tienes en tus manos un cañón de agua y quieres moldear
una piedra con él, ¿cómo lo conseguirás de forma más rápida? ¿Dedicando dos
horas cada día a plena potencia o 10 minutos cada fin de semana que te
acuerdes?
COSAS QUE SE MATERIALIZAN Y COSAS QUE NO: NIVEL DE RESONANCIA CON EL DESEO
El mayor obstáculo a nuestro poder de atraer
lo que deseamos, como imanes que somos es el tiempo que tarda en materializarse
ese algo y llegar a presentarse en nuestra realidad, ya que depende de muchos
factores, siendo uno de los más importantes el nivel de resonancia vis a vis
con el deseo emitido (es decir, la vibración nuestra global que sea la misma
frecuencia que la de esa cosa o persona que queremos atraer). Así, es
extremadamente fácil entender por qué no podemos hacernos millonarios de la
noche a la mañana, por qué no atraemos a la persona de nuestros sueños, o por
qué solo nos pasan “desgracias”.
Solo atraemos las cosas cuando estamos
constantemente en el mismo nivel “frecuencial” o vibratorio que aquello que
deseamos, o dicho de otro modo, solo podemos atraer aquello que es igual a
nosotros, energéticamente hablando, cuando nuestro pensamiento y emociones
tiene las mismas “vibraciones” y componente energético que aquello que estamos
deseando de forma sostenida. Eso es algo que puede retardar que aparezca en tu
vida ese amor soñado, ese millón de euros o el chalet en Ibiza.
Una forma de ver que estamos generando, de
forma genérica, es analizar cómo es la gente, la situación y el entorno que
tienes alrededor, cómo es tu realidad actual, cómo vives, y entenderás cómo eres
tú mismo en este momento, y qué está saliendo del manantial de emisiones que
representa cada célula de tu cuerpo.
¿Qué significa eso? Simplemente que no puede
sucederte nada con lo que no resuenes al mismo nivel que el evento que quieres
que pase, sea algo físico, como conseguir algo material, o sea algo intangible,
como encontrar a la persona ideal. Si, por las circunstancias que sea, algo así
termina en tus manos, posiblemente lo terminarás perdiendo de nuevo, a no ser
que hagas el esfuerzo y el trabajo interno necesario para ponerte “al nivel” de
aquello que has recibido (de ahí que personas que reciben inesperadamente una
cantidad de dinero muy superior a aquella que están acostumbrados a tratar, la
pierdan en pocos meses para volver al estado financiero que resuena con ellos,
en el que estaban con anterioridad, a menos que aprendan a vibrar rápidamente
al mismo nivel que la nueva situación económica trae consigo).
¿PODEMOS MATERIALIZAR TODO AQUELLO QUE NOS PROPONEMOS?
Basados en nuestra libertad de elección y
pensamiento, tenemos el poder de generar las situaciones que deseamos formen
parte de nuestra vida. Todo pensamiento lanzado
al universo con suficiente energía se convierte en un deseo recogido que se
pone en marcha para hacerlo realidad. Si
cambiamos a medio camino de idea muchas de las cosas que ya estaban preparadas
para ocurrir se cancelaran u ocurrirán de otra forma, y nuestro deseo original
simplemente no sucederá ya que hemos cambiado de idea.
Por ejemplo. Imagínate que estas fastidiado
por tener siempre gente ruidosa alrededor en la oficina que no te permite
concentrarte, y quieres cambiarte (mentalmente) a otro lugar más relajado donde
puedas hacer tus cosas con más tranquilidad. En el momento en que deseas
mentalmente que te cambien de sitio ese deseo se convirtió en una energía que
empieza a preparar los cambios necesario: por ejemplo, un problema en las
máquinas de aire acondicionado que exigiera un traslado, una excusa para que
pudieras pedir el cambio de mesa, una reorganización del equipo, cualquier cosa
que físicamente hubiera dado ese resultado podría haberse puesto en marcha.
Sin embargo, días después, tras pasar un día
sin que nadie te moleste decides que tampoco estas tan mal y que no
necesitas cambiar…. ahhhh! ¡Dijeron por ahí arriba! ¡Habíamos empezado a
planificar las acciones que habrían de ocurrir para que pudieras cambiarte y
ahora lo cancelas! Ósea, que al final no te has movido de tu sitio y si quieres
hacerlo será mejor que lo decidas claramente y mantengas tu deseo.
CONTEMPLANDO VS CREANDO
Nuestro problema cotidiano es que no
sabemos que somos capaces de co- crear
nuestra propia vida y por eso cambiamos tan a menudo lo que queremos.
Vivimos en actitud “contemplativa” y no “creativa”.
La primera sería dejar que se genere la vida que se manifiesta
inconscientemente, usando el primer método que hemos visto, la segunda, sería
el uso constante de las herramientas de creación de la realidad para influir en
aquello que atraemos.
En este caso, el secreto es ser
consciente en todo momento que todas y cada una de las situaciones que vivimos
han sido creadas por nosotros mismos con un
simple pensamiento o un conjunto
de emociones que se ha mantenido lo suficiente en el tiempo para que todas las
acciones y sucesos necesarios para que ocurriera tuvieran tiempo de convertirse
en realidad.
¿Qué pasa cuando queremos crear algo que no
podemos tener/ no es el momento / no estamos preparados? El tiempo que tardará
ese deseo en convertirse realidad será proporcional a lo fácil/difícil,
preparado/no preparado que uno este, ya que estar “preparado" no significa
otra cosa que vibrar energéticamente a la misma frecuencia que tenemos.
Digamos que ahora quiero ser astronauta, con
todas mis fuerzas, es una pasión y solo pienso en ella, solo emito ese
objetivo focalizado. ¿Qué hará el universo/el inconsciente colectivo/las
realidades superiores para que yo sea astronauta? Probablemente las fuerzas de
la sincronicidad se pondrán inmediatamente en marcha y pondrán ante mis ojos
algún anuncio de algún periódico sobre la carrera espacial, caerán en mis manos
libros al respecto “por casualidad”, encontraré gente que me hablará de ello,
me apuntare a cursos, me meteré de lleno en la carrera espacial, aparecerán los
profesores adecuados y las oportunidades adecuadas y quizás en 10 años pueda
hacer mi primer viaje espacial. Mi deseo se ha cumplido porque durante estos
diez años he mantenido mi intención y lo he puesto fácil para que se pusieran
delante mío las puertas abiertas que tenía que cruzar (y tuve el coraje
de cruzarlas). He seguido las señales y he cruzado las puertas. Poco a poco me
he ido acercando energéticamente a ese deseo, he crecido y evolucionado para
ser capaz de asimilar cada paso. He vivido en modo “creativo”. Pero he tardado
10 años en materializar mi deseo. Nada hubiera ocurrido si al mes y medio
hubiera dicho “ahora quiero ser bombero”.
Otro grito allá arriba por el trabajo hecho
en vano…
EL PROCESO DE ATRACCIÓN
Estudiemos ahora más en detalle todo el
proceso energético de la llamada Ley de la Atracción.
Desde el momento que deseamos algo hasta que
aparece en nuestra vida el impulso energético pasa por diferentes
estados o fases. Es importante conocerlas pues nos indican en qué punto se
encuentra la materialización de nuestro deseo. El tiempo que tarda en
materializarse algo que deseamos depende de muchos factores, siendo uno de los
más importantes tu preparación y nivel de resonancia con el deseo esperado (la
vibración a la misma frecuencia de la energía del deseo).
EL IMPULSO ALFA
Se denomina impulso u onda Alfa al
pensamiento inicial que lanzamos
cuando deseamos algo.
Es la energía concentrada, el láser de
nuestra mente que dispara hacia el exterior la idea que deseamos atraer hacia
nosotros. Al igual que un rayo lumínico, nuestro impulso alfa tiene diferentes
niveles de potencia y alcance, un deseo débil, con dudas, con ahora lo quiero
ahora no lo sé, no genera más que una débil onda con el contenido energético de
aquello que queremos manifestar. Un deseo fuerte, constante y seguro es como un
haz directo y potente que va directo a esa piscina de energía que es el
universo con la imagen del deseo a atraer.
LA REFLEXIÓN BETA
Una vez hemos generado nuestro deseo
(consciente o inconscientemente), el universo nos responde con lo que se
denomina reflexión Beta. Es una especie de “acuse de recibo” que nos indica que
se ha “recibido” nuestra petición. Funciona de forma casi instantánea y sutil,
de forma que no siempre nos damos cuenta. Ejemplos de esta reflexión beta es
por ejemplo querer manifestar cierta cantidad de dinero y de repente nos
encontramos 5 euros en un bolsillo de un pantalón viejo, o escuchamos
casualmente una conversación relacionada con el tema con alguna indicación
referente al deseo de incrementar el dinero. La reflexión beta no falla nunca,
pero no todo el mundo se presta a detectarla.
LA ÉPOCA DE CALMA (Y PROGRESO)
Una vez hemos obtenido el “ok” de que nuestro
deseo se ha recibido, debemos mantener la “concentración” y nuestro “laser”
enfocado para que la energía que enviamos forme en esa enorme “piscina”
universal aquello que queremos. En este caso, la forma más eficaz de mantener
nuestra energía mental moldeando constantemente nuestro deseo es por
medio de “sentir” aquello que deseamos como si ya lo tuviéramos.
Es decir, si quieres un coche nuevo, produce
mejores resultados y en menos tiempo sentir la sensación de conducir esa
maravilla mecánica, el viento de la
ventanilla, los fantásticos
asientos de cuero, la potencia del coche. Tu imaginación y un poco de voluntad
pueden hacer el resto. Sentir es más potente que pensar, contiene más
energía, por ello, cuando sientes lo que quieres como si ya lo estuvieras
disfrutando, es como si pusieras la potencia de tu onda energética al máximo y
sintonizaras tu frecuencia interior con la frecuencia del
deseo. En este caso, estamos trabajando de igual forma que hacíamos cuando
hablábamos del proceso de transmutación energética, que hacemos de forma
inconsciente, solo que ahora, nos “autogeneramos” esas emociones que van a
potenciar esa “onda-imán” que ha de atraer nuestra petición.
Es en esta fase cuando la mayoría de personas
abandonan y cuando sus ondas de deseo se diluyen. Como comentaba, debes estar
preparado para recibir lo que pides, y debes dar tiempo a que esto aparezca en
tu realidad. La clave aquí es mantener constante el sentimiento de que ya
tenemos lo que hemos pedido, y puedes hacerlo de muchas formas: visualizando,
con afirmaciones, concentrándote cada día en ello, etc. Veremos todo eso más
adelante.
PROCESO DE MATERIALIZACIÓN Y CAMBIO DE
ESTADO: SINCRONICIDADES Y OPORTUNIDADES
Aunque no nos demos cuenta, nuestro deseo se
empezó a formar desde el mismo momento en que el universo (término genérico)
nos envió su reflexión beta. En estos momentos aquello que deseamos se
encuentra en cualquier lugar del planeta y debe pasar por varios estados y
pasos hasta aparecer en nuestra realidad. Así, nuestro deseo debe comenzar a
gravitar hacia nosotros, a la vez que nosotros nos ajustamos cada vez más al
nivel frecuencial de ese deseo, para que los iguales se atraigan lo más
rápidamente posible.
Es en esta fase cuando empezaran también a
llegarte las oportunidades o indicaciones que debes tomar o hacer para
encontrar tu deseo. Estas oportunidades no tienen sino la finalidad Curso de
creación y manifestación consciente de prepararte para recibir lo que has
pedido o bien para indicarte el camino hacia
dónde vas a encontrarlo. Hay que estar atento y saber reconocerlas, pues las puertas que se abren, si no se
cruzan, tardan tiempo en volver a abrirse.
FUERZAS CONTRARIAS-TRABAJAR EN “PRESENTE” Y NO IMPLICÁNDONOS DEL PROCESO
La Ley de la Atracción tiene además una parte
un poco más compleja que también vamos a ver. ¿Te has preguntado por qué cuando
tienes prisa todos los semáforos están en rojo?, ¿por qué cuando quieres
tranquilidad a toda costa hay gente tirando petardos en la calle? o ¿por qué
cuando no quieres hacer nada tu jefe no para de darte trabajo?
LA LEY DE TRES
Cada uno de los pensamientos enviados por
nuestra mente se compone en realidad de tres conceptos:
• La fuerza activa (el deseo que
queremos manifestar)
• La fuerza pasiva (el deseo
contrario, la contraparte)
• La fuerza neutra (la manifestación
real, lo que el universo nos trae).
Tenemos total control sobre la primera fuerza
(si controlamos nuestros pensamientos y a emociones), podemos aprender a
controlar la segunda y no tenemos ningún control sobre la tercera, que es el
resultado de la primera más la segunda.
EL UNIVERSO DUAL
Nada puede existir sin su opuesto. Por
cuanto nada puede conocerse si no se conoce lo que representa su contrario. No
puedes entender el amor si no existe el odio, no puedes entender y experimentar
la libertad si no conoces la dependencia, no
puedes expresarte en la
abundancia si no existiera la falta de recursos. Todo tiene que tener un
opuesto en este mundo para poder conocerlo y vivirlo en todo su esplendor, y,
aunque no queramos reconocerlo, si no existiera ese opuesto, que en muchos
casos vemos como algo negativo, jamás podríamos disfrutar plenamente de lo que
queremos.
El frío no puede existir sin el calor, y el
blanco sin el negro, aunque solo queramos vivir en sitios donde haga calor,
tiene que existir un sitio donde haga frío para que ello sea posible. Aunque
solo sea en un pequeño rincón minúsculo de un pequeño sitio del planeta, pero
el opuesto de todo aquello que existe en nuestra realidad tiene que estar
representado en algún nivel de la misma, para que nosotros podamos apreciar y
experimentar eso que estamos deseando.
PROCESO DE CREACIÓN
Al igual que no puede haber blanco sin el
negro, calor sin frio, arriba sin abajo, cuando queremos manifestar algo en
nuestra realidad esto no puede existir sin su contrario. Partiendo del concepto
universal sobre el cual queremos trabajar (por ejemplo abundancia) o de un
deseo concreto el universo actúa de la siguiente forma:
• Lo que tu envías: quiero trabajar
por mi cuenta, tener mi propia empresa y no tener jefe para no tener que darle
explicaciones a nadie
• Lo que el Universo recibe: petición
de generar situaciones que impliquen libertad (el concepto universal que
incluye nuestra petición) + petición de generar situaciones que impliquen
dependencia (lo contrario de libertad)
• El resultado: aparecen en tu vida
oportunidades para empezar a montar tu empresa, gente que te da consejos,
cursos que tomar, pero tu jefe en tu trabajo actual no deja de acosarte con más
y más cosas por hacer, te invita a más reuniones, y te hace trabajar más y más
en proyectos que implican hacer cosas con otros compañeros.
Como ves, la tercera fuerza te ha generado tu
petición + la petición contraria.
La Ley de los Opuestos y la Ley de la
Atracción
Si quieres crear algo, se tiene que crear su
opuesto también. Y si ves que cuando deseas algo con todas tus fuerzas, lo que
ocurre es que primero ves aparecer ante ti precisamente lo contrario, en vez de
echarte atrás y pensar que el proceso de creación consciente no está
funcionando, lo que tienes que hacer es prestar atención a la
implicación que estas poniendo en la fuerza pasiva, que vemos ahora.
Lidiar con la fuerza pasiva- No anticipación
A más energía ponemos en lo que queremos, más
energía se pone también en el proceso contrario. El universo no puede
distinguir/proporcionar algo sin proporcionar su contrario (de momento).
Trabaja como un TODO. Como una sola cosa. Jamás podríamos saborear la libertad
y la risa si no existiera en algún lugar la dependencia y el llanto.
Ahora, ¿Cómo hacer que la fuerza pasiva,
contraria, trabaje a nuestro favor y no se materialice en nuestra realidad?
La forma de hacerlo es “olvidándonos”
del proceso, en el sentido de no concentrarnos en monitorizar como va a
llegarnos lo que hemos pedido, y dejar que se manifieste la parte contraria
allá donde deba (no tiene por qué ser de forma material, sino simplemente
existir como concepto en algún nivel) y no limitar opciones. Se trata de vivir
en un estado de NO ANTICIPACION, es decir, no estar constantemente
enfocados en prevenir como y cuando va a llegar nuestro deseo.
Cuando estamos constantemente esperando a ver
cómo y cuándo va a llegar aquello que estamos deseando materializar,
proyectamos además una energía de “restricción” que se incorpora al
proceso de manifestación (estamos potenciando la fuerza pasiva). El estado mental
y anímico ideal para permitir que el proceso funcione seria el mismo que el
sentir, por ejemplo, que pedimos una pizza por teléfono, pero que si no llega,
no pasa nada, pues tenemos otras cosas en casa para comer.
Esa actitud de “relajación” mental y
emocional respecto al deseo que estamos queriendo atraer hacia nosotros,
provoca una fluidez total a nivel energético para que el proceso de la ley de
la atracción haga su parte sin problemas. Cuando estás trabajando para atraer
algo, pero no estas anhelándolo, sino que hay una cierta distancia emocional y
mental al respecto, tanto la fuerza activa como la fuerza pasiva de la Ley de
Tres, actuaran con la máxima potencia y rapidez.
Especialmente importante es el hecho que
hemos de olvidarnos de los pasos y de los medios que se usarán para hacernos
llegar hasta ese objetivo. ¿Para qué vamos a preocuparnos y limitar nuestras
opciones? El universo conoce millones de formas de hacernos llegar lo que
queremos, y el hecho de trabajar en un estado de constante previsión de cómo y
cuándo ha de materializarse nuestro objetivo
limita y promueve la fuerza pasiva, creando más resistencia a la llegada
del mismo.
Trabajar en presente
Además, es muy importante recalcar que hemos de pensar y sentir “en presente”, es decir, como si nuestro deseo ya se
hubiera materializado. ¿Por qué? Porque si no, nuestro “laser” mental incluye
un componente de manifestación “futura”, es decir, cada vez que pensamos en
algo, pensamos que queremos atraerlo, pero no que lo tenemos, de forma que se
pospone indefinidamente la manifestación de ese deseo. Es necesario trabajar
mental y emocionalmente como si ya tuviéramos en nuestra vida aquello que se desea,
para que la vibración que generamos sea la que “ya
tenemos eso”, de forma que la realidad exterior deba acelerar su proceso
para igualar a la realidad interior a la que estamos vibrando.
HERRAMIENTAS DE CREACIÓN DE LA REALIDAD
Vamos a ver ahora diferentes herramientas que
tenemos a nuestra disposición para potenciar el proceso de creación consciente.
Uso consciente de la intención
El proceso más genérico y primario es el uso
de la intención. La intención es básicamente el deseo genérico y
focalizado de obtener un resultado. Es la idea lanzada al universo sobre lo que
queremos conseguir, pero sin entrar en detalles. Una intención es por ejemplo
decir que a partir de ahora deseas trabajar a tiempo completo como profesor,
que deseas cambiar de trabajo, que deseas cambiar de casa, etc. La intención no
proporciona detalles y al no hacerlo, estás dando libertad a la energía creadora
para que manifieste el deseo en el escenario que mejor te convenga.
La intención pide “un deseo”, fuerte y claro,
pero no pone barreras a cómo debe llegarnos y deja que los escenarios
posibles se vayan creando por si solos. Esto requiere cierto sentido de
dejarse llevar por la vida y confiar, sobre todo confiar al 100% en que
lo que nos llegue será el mejor escenario para nosotros, aunque no fuera así
como lo hubiéramos planificado.
Este método también vale para recibir
respuestas, por ejemplo, tienes una duda sobre el origen del universo (por
poner algo sencillito) y pones la intención de recibir información al respecto.
No estás visualizando el libro de Física donde está la explicación en la página
40, sencillamente porque tú no sabes dónde está esa información, así que
confías en que te llegará en el momento oportuno de la forma más oportuna.
VIVIR DE INTENCIÓN EN INTENCIÓN
El día a día se puede tornar un continuo de
sorpresas fantásticas si vivimos de intención en intención. Cuando vivimos
creando desde un nivel más genérico, dejamos que la vida nos sorprenda, y
contamos las etapas de la misma no por días o años, sino por intenciones cumplidas.
Cuando se ha manifestado lo que queríamos, volvemos a plantear la intención
para el siguiente paso, dejando que sea el universo quien, sabiendo lo que nos
viene de perlas, se encargue de hacérnoslo llegar.
MANTRAS Y AFIRMACIONES
La forma más eficaz de usar el poder de la
intención es a través de mantras y afirmaciones, simplemente por el hecho de que
ponemos todo
nuestro poder mental y emocional en un objetivo que repetimos verbal o
mentalmente sin cesar, llegando incluso a incorporar esta petición a nuestro
subconsciente, aprovechando entonces el poder de este, que hemos visto al
principio, para ayudarnos a “enganchar” ese deseo que buscamos.
Un mantra no es más que una frase, unas
palabras, con un significado especial para ti, que repites una y otra vez. El
poder de las palabras es igual que el poder de los pensamientos. Y cada palabra
emitida trae consigo una energía que manifiesta el significado de eso que
estamos diciendo.
Un mantra puede ser tan genérico o tan
concreto como queramos. Puede ser una frase tan simple como “soy capaz de hacer cualquier cosa que me propongo“, ”
mis sueños se hacen fácilmente realidad“, “soy paciente, sereno y eficaz“, “soy
una persona abierta a todo el mundo“, etc. O puede ser algo como “he conseguido el trabajo en la empresa X, o me han subido
el sueldo, o he encontrado el amor de mi vida”, etc.
El mantra incorpora a tu cuerpo mental y
emocional, según la carga energética y afectiva que pongas al recitarlo, los
componentes de la intención que quieres
manifestar. El impulso Alfa emitido constantemente, y a su vez reflejando un
estado de no-anticipación de los resultados.
Para elegir el mantra que más te conviene en
estos momentos deberías examinar que es aquello que te preocupa, o que más te
pasa por la cabeza en estos momentos. Busca en tu realidad externa pues ella
refleja las situaciones precisas que en estos momentos necesitas pasar para
evolucionar. Si te ves envuelto en problemas de comunicación por doquier, elige
un mantra al respecto, si en estos momentos tú esfuerzo está en conseguir
ciertos objetivos, puedes repetir “consigo mis objetivos fácilmente”, etc.
USANDO EL “PRESENTE”
Como ya hemos visto, el “truco” de las
afirmaciones y mantras es trabajar con ellas en tiempo presente, es decir,
hablando como si ya hubiéramos conseguido o estuviéramos consiguiendo en estos
momentos eso que deseamos manifestar. Cuando decimos “tengo
éxito en todo lo que me propongo”, “me he cambiado a la casa de mis sueños”,
“me han dado el trabajo de supervisor”, etc., estamos dando la orden de
que algo ya ha sucedido, por lo que el proceso de manifestación energética ha
de acoplarse a esa orden y ha de ponerse en sintonía con la misma.
Cuando decimos o afirmamos “conseguiré el
trabajo de mis sueños”, en tiempo futuro, estamos diciéndole al universo que
algún día lo conseguirás, cuando lo repites hoy igual estás pensando en mañana,
pero cuando lo repitas mañana entonces será para pasado mañana, y así ad
infinitum, de forma que el proceso de atracción siempre funciona para un tiempo
“futuro”, es decir, nunca lo veras manifestado. Hay que trabajar siempre como
si ya tuviéramos
y estuviéramos disfrutando de aquello que aún no tenemos, porque es la forma de
que las energías sintonicen y se adapten para la manifestación física del deseo
que pedimos.
INCORPORAR LA PARTE “NEGATIVA”
Una de las afirmaciones que a mí me han
gustado siempre es la que dice “Cada día, en
todos los sentidos, estoy mejor y mejor”,
y existen múltiples otras que forman potentes emanaciones de energía que
resultan en la manifestación física de aquello que deseamos. Sin embargo,
resulta que muchas veces no llegamos a creernos lo que estamos pidiendo, y el
mecanismo, según todas las explicaciones sobre la Ley de la Atracción, falla.
El hecho es que no podemos manifestar aquello
que no damos por bueno, que no nos creemos en algún nivel, ya que, aunque a
nivel de cuerpo mental, estemos enviando una energía que está tratando de
manifestar algo concreto, a nivel de cuerpo emocional o incluso de forma
subconsciente estamos mandando otra frecuencia que la cancela, pues no
consideramos posible que nuestra intención mental pueda cumplirse. La forma de
solucionar esto es simple, o bien trabajamos con aquello que consideramos posible y SENTIMOS
como posible, de forma que tanto nuestro cuerpo mental y emocional estén en
sintonía, o bien incorporamos a la intención la parte “negativa” de la petición
que estamos haciendo.
Realizar una intención, afirmación o petición
completa es tan sencillo como añadir un “aunque” al final de la misma. Es
decir, “cada día voy a estar mejor y mejor,
aunque no sepa cómo hacerlo”, “pongo
la intención de atraer amor a mi vida, aunque no estoy seguro de conseguirlo”,
“elijo ser feliz hoy mismo, aunque no lo sienta así” en estos
momentos, etc. Se trata simplemente de incorporar la frecuencia o vibración que
a priori podemos tener en el cuerpo emocional en nuestra petición mental. El
resultado es que estamos indicando que confiamos en el poder del “universo” para que
nos ayude a manifestar lo que deseamos, incluso cuando
podamos tener dudas de ello. Las peticiones no se cancelan, sino que se
complementan y se apoyan, porque dejamos pasar la petición A PESAR de nuestras
posibles dudas, con lo cual es más de una ocasión tiene más efecto y más rápido
que cuando no incorporamos esta parte “negativa” de la misma.
VISUALIZACIÓN
La segunda herramienta, tras el trabajo con
intenciones, afirmaciones y mantras es la
visualización y el poder de la imaginación para desencadenar las “ondas-imán”
que han de atraer aquello que queremos.
Visualizar no es nada más que “imaginar”.
Imaginar no es nada más que forzar una serie de imágenes en nuestra mente, en
un estado relajado, que nos evocan y representan aquello que deseamos
manifestar con todo lujo de detalles.
El proceso de visualizar significa que nos
sentamos en casa unos minutos cada día y ponemos toda nuestra intención en imaginar nuestro deseo cumplido y
nosotros dentro de la escena (no
sea que se le manifieste al vecino de al lado). La idea es que si queremos algo
en concreto, nos veamos en imágenes mentales disfrutando de ese algo, que
representemos los detalles de cómo estamos en ese momento, de cómo nos
sentimos, de la satisfacción de haber conseguido el objetivo. Este tipo de
visualización tiene como resultado dos cosas, primero, genera esas ondas imán
con una gran potencia energética, y luego, modifica y
ajusta nuestro nivel energético al nivel
energético o la vibración de aquello que deseamos, consiguiendo que
seamos un mejor “receptor” de nuestro deseo.
Esto último es muy importante, para ajustar
nuestro nivel energético a aquello que deseamos, solo tenemos que cambiar
nuestra vibración. Nuestra vibración no es más que el conjunto de energía que
somos, y esa
energía depende de lo que pensamos y sentimos, entre otras cosas. Visualizando
algo, generamos unas frecuencias, que incorporamos a nuestro sistema
energético, que a su vez no solo se emiten hacia el exterior, sino que ajustan
nuestro estado vibracional a la onda-imán que hemos creado con nuestro deseo.
Puesto que somos libres de imaginar lo que
queramos, funciona muy bien usar todos los detalles que creamos importantes
para nosotros una vez hayamos conseguido lo que buscamos, tanto a nivel mental
como emocional, es decir, proyectar en nuestra pantalla mental los sentimientos
que tenemos, así como los colores, olores, componentes físicos y materiales,
etc. de lo que buscamos crear.
DREAMBOARD (tablón de sueños)
Otra herramienta que tiene que ver también
con la visualización y con el trabajo a nivel subconsciente es lo que llamamos
un tablero de sueños. Siguiendo con el concepto que solo aquello que realmente
destacamos con claridad de todo lo que se nos pasa por la cabeza tiene el
potencial y el poder de ser realmente alcanzado, vamos a trabajar esta vez con
imágenes físicas, para crear nuestra dreamboard, o tablón de nuestros
sueños.
Básicamente se trata de un collage de
imágenes. Algo que todos hemos hecho en el colegio, recortando fotos de las
revistas, de tebeos, de periódicos, y luego pegándolas sobre una cartulina para
crear un popurrí de representaciones gráficas.
CONSTRUYENDO TÚ DREAMBOARD PASO
A PASO
Para crear una dreamboard primero debéis
tener claro que es lo que queréis conseguir en cada una de las áreas de vuestra
vida. Debemos generar una lista de objetivos, de la que en este caso vamos a
buscar una representación gráfica de cada uno de esos deseos. Por ejemplo, si
te quieres cambiar de piso, busca imágenes de lo que sería para ti el piso
ideal, si quieres un coche nuevo, busca una foto del coche de tus sueños, si te
quieres poner en forma, recorta imágenes de gimnasios, etc. Por pasos:
Lista las cinco o seis áreas en las que
dividirías todo aquello que quieres: pongamos, por ejemplo, familia, dinero,
bienestar, entorno social, trabajo y finanzas. Anota tus objetivos para cada
área.
Búscate una cartulina, o más rápido, ábrete
un fichero Word en blanco, lo pones en formato horizontal, le quitas todos los
márgenes y ya tienes tu cartulina online.
Busca las imágenes que representen adecuadamente
cada uno de tus objetivos.
Es ESENCIAL que encuentres la imagen que
mejor resuene con lo que deseas. Busca en google, en directorios de internet,
en tus fotos personales, etc. Si quieres un buen coche azul, no te pongas una
foto de un seiscientos rojo. Si buscas un concepto más abstracto, intenta
encontrar un símbolo o una imagen que para ti represente eso que buscas (por
ejemplo, si buscas desarrollo espiritual puedes buscar imágenes de sabios, de
guías espirituales, mándalas, etc.).
Divide tu cartulina en áreas. Pon una
foto tuya en el centro y el año en curso (trabajaremos mejor con dreamboards
anuales). Todo tiene que llegar a ti, así que asegúrate que tu foto se
encuentra alineada en el centro del espacio. Luego, por todo alrededor, y por
grupos, empieza a colocar las imágenes. Ponle un título a cada grupo de
imágenes. Donde has puesto las fotos del piso, coche, etc., escribe por
ejemplo: abundancia. Donde tienes la foto de tu familia (si la has puesto),
puedes escribir: amor y felicidad.
TRABAJANDO CON NUESTRA
DREAMBOARD
Al igual que nuestra lista de objetivos, para
que nuestra dreamboard sea efectiva tenemos que verla cada día. La razón es
simple, inculcar a nivel subconsciente la petición de que eso es lo que debe
atraer hacia nosotros, y por supuesto, auto-recordarnos que hemos de lanzar
esos impulsos alfa constantemente cada vez que la veamos.
Yo lo que hago es ponérmela como fondo de
escritorio, así, varias veces al día me encuentro queriendo o sin querer
fijándome en lo que deseo atraer. Le mando los mensajes a mi mente de que eso
es lo que se debe materializar en mi vida en este año. El refuerzo visual
constante es la señal que nuestra mente subconsciente necesita para saber
cuáles son sus prioridades, y para
mantener un alto nivel de energía enfocada constantemente hacia ese objetivo.
Los deseos de la dreamboard, por alguna razón, funcionan más bien a largo
plazo, ya que las imágenes tienen un poder de detalle que las palabras no
tienen, y se necesita más tiempo para que EXACTAMENTE eso que hemos puesto en
la cartulina, se materialice en nuestra realidad.
CREACIÓN DE SÍMBOLOS DE PODER
Los que usáis y conocéis algunos tipos de
terapias energéticas ya sabéis que se usan símbolos para transmitir o aplicar
una cierto tipo de energía que ese símbolo representa. Nos sirven de ayuda para
dar una orden pre-fijada al sistema energético que estamos tratando para que
ejecute una acción, por ejemplo, si aplicamos un símbolo que representa la
salud o la felicidad, estamos enviando la energía que ese símbolo representa de
forma que la energía canalizada tenga ese efecto en concreto.
Pues bien, una cosa que podemos hacer de
forma muy sencilla, es crearnos nuestro propio símbolo de poder, darle una
orden, es decir, programarlo, y empezar a usarlo para aquello que lo hemos
creado.
Esta herramienta nos va a venir perfecta
tanto para el paso de atraer más energía genérica de un cierto tipo (lo que
veíamos cuando hablamos de la captación energética a través de los chakras)
como para generar una “onda imán” potente y concreta.
CREANDO NUESTRO PROPIO SIMBOLO
Un símbolo tiene dos partes, el “dibujo” y el
nombre del mismo. Supongamos que vamos a crear uno que nos ayude a protegernos
energéticamente cuando salimos cada día de casa, podemos inventarnos un dibujo para
ello, supongamos que escogemos que el dibujo del símbolo sea un círculo con un
punto en el centro, simbolizando el punto como nosotros mismos, y el círculo
como la protección que se nos brinda. Y a este símbolo lo vamos a llamar
“protección”. En nuestro caso, usaremos símbolos para manifestar conceptos
genéricos de energías universales, como lo que hemos visto en capítulos
anteriores, es decir, para potenciar que manifestemos de forma consciente
conceptos genéricos tales como abundancia, amor, salud, etc., aunque podemos
generar un símbolo concreto para un objeto especial, un objetivo detallado,
etc.
GENERACIÓN ENERGÉTICA
Una vez sabemos cómo lo queremos llamar y
representar, vamos a entrar en una pequeña meditación o estado muy relajado,
vamos a inspirar, hacer que la energía que nos rodea entre en nosotros y se
vaya concentrando en las palmas de las manos, que vamos a poner una frente a la
otra, como si estuviéramos creando un globo de energía entre ellas. Nos vamos a
imaginar que por los palmochakras (los chakras de la palma de la mano) sale esa
energía que recogemos y se va juntando como un gran globo. Simplemente con la
intención consciente de que la energía fluya hacia vuestras manos y se
concentre ahí será suficiente.
Una vez notamos que tenemos un cúmulo de
energía entre ellas, vamos a “moldear” esta energía, como si estuviéramos
trabajando un trozo de barro, vamos a darle la forma del símbolo que queremos,
mentalmente y moviendo las manos, le vamos a dar forma esférica, vamos a
dibujar ese círculo y luego dibujaremos ese punto en medio. De esta forma,
tenemos energéticamente creado nuestro propio símbolo de poder.
PROGRAMACIÓN DEL SÍMBOLO
Ahora tenemos que indicarle a esa energía que
debe hacer cada vez que la invoquemos, y para ello lo que haremos será darle el
nombre, mentalmente, o podemos decir algo así como: te programo para que me
protejas energéticamente y tu nombre será “protección”, “te programo para que
atraigas abundancia a mi vida” “te programo para que me ayudes a manifestar una
relación sana”, etc., etc. Podéis repetirlo varias veces si lo deseáis.
Cuando lo tengáis programado, ya está listo
para ser usado. Y lo primero que podéis hacer es insertaros ese símbolo en
vosotros mismos, llevando las manos hacia vuestro cuerpo, por ejemplo hacia el
chakra del corazón, y haciendo como si metierais el símbolo en vuestro
interior. Dependiendo de la programación del símbolo, habrá lugares más
adecuados para su inserción, por ejemplo, si es un deseo material, de carrera
profesional, etc., usaremos el primer chakra, si es de amor, relaciones, etc.,
usaremos el cuarto, si tiene que ver con la espiritualidad, el desarrollo
personal, usaremos el séptimo chakra, etc.
A partir de ahora, cada vez que queráis
aprovecharos del poder del símbolo que habéis creado, no tenéis más que entrar
en una pequeña meditación, dibujad mentalmente o con vuestras manos el símbolo
e “insertarlo” en vosotros mismos repitiendo su nombre varias veces para
“activarlo”. E incluso lo podéis insertar en otras personas. La energía que
habéis creado ahora tiene una función y una representación, así que cada vez
que la uséis estaréis reforzando su programación y poder. Y así para cada cosa
que deseéis crear, podéis crear símbolos para atraer abundancia, amor,
felicidad, protección, etc.
Ejercicio: Trabaja y prepárate estas herramientas de creación de la
realidad que hemos visto, escribe y usa tu propio mantra, prepara tu tablón de
sueños, créate tu propio símbolo de poder y empieza a usarlos para manifestar
aquellos deseos u objetivos que quieras conseguir.
OBSTÁCULOS PERSONALES A LA CREACIÓN DE NUESTRA REALIDAD
http://www.concienciadeser.es/David_topi/Creacion_consciente_3.html
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