SAL DEL DILEMA DEL HAMBRE - Día 5

 










Mensaje del día


Día 5: Sal del dilema del hambre.


Cuando el hambre o necesidad de cualquier tipo no se satisface, nuestros cuerpos siguen pidiendo más. La meditación de hoy explica este dilema: cuanto más hambrientos estamos, más hambrientos seguimos, sin importar cuántos alimentos comamos. Mentalmente, tenemos hambre de experiencias nutritivas. Si te nutres emocionalmente, los antojos físicos desaparecen. Sin embargo, no puedes cambiar aquello de lo que no eres consciente. Esto significa que debes vincular el hambre con una necesidad real que en verdad puede satisfacerse. Así es como ponemos fin al dilema del hambre. Cuando dedicas tiempo a satisfacer tus propias necesidades, la vida se vuelve mucho más ligera.





Texto


Día 5 SAL DEL DILEMA DEL HAMBRE


Hay algunas situaciones que no puedes superar y cuanto más tratas, más fallas. Esto te lleva al dilema del hambre: cuanto más hambrientos estamos, más hambrientos seguimos, sin importar cuántos alimentos comamos. Sería más fácil si nuestros cuerpos pudieran identificar automáticamente lo que necesitan y nos enviaran por eso. Pero las células son fábricas de productos químicos, y responden a señales provenientes del cerebro, al igual que el resto del cuerpo, que está codificado en el lenguaje químico. Esto conduce a mensajes contradictorios o confusos.


Por ejemplo, un niño pequeño puede ponerse irritable y comenzar a quejarse como si todo estuviera mal. El cerebro del niño en realidad está expresando algo tan simple como la fatiga y todo lo que se necesita es que la madre lo lleve a tomar una siesta y el problema está resuelto.


Como adultos, tenemos que cuidarnos a nosotros mismos, lo que significa que debemos ver a través de la confusión en la que nuestros cuerpos pueden caer. Por ejemplo, es común reaccionar a la falta de sueño comiendo en exceso. Las dos hormonas que controlan el hambre y la saciedad, conocidas como leptina y grelina, por lo general le informan al cuerpo de forma automática cuando el estómago está vacío o lleno. La falta de sueño confunde este mecanismo, pero pocos de nosotros, cuando se nos antoja comer algo con azúcar, hacemos una pausa y decimos: “A ver, en realidad no estoy hambriento, lo que pasa es que no pude dormir bien anoche”.


Para salir del dilema de hambre, primero debes regresar al ritmo natural de vigilia y sueño. En segundo lugar, debes reducir el estrés crónico. En tercer lugar, tienes que establecer una rutina diaria que siempre sea la misma o lo más parecida posible. Estos pasos están a punto de permitir que tu cuerpo restablezca su equilibrio natural.


A continuación, necesitas enfrentar las formas en las que estás perpetuando el ciclo de hambre. La principal razón por la que nos quedamos atrapados en un bucle mental es que no prestamos atención. Nos dejamos llevar por el comportamiento inconsciente. Por lo tanto, el remedio es insertar la conciencia donde se necesita. Cuando te des cuenta de que estás cayendo en un patrón de comportamiento inconsciente, haz una pausa y di: “Estoy bien como estoy en este momento”. Tan solo este pequeño paso puede ser muy eficaz.


El siguiente paso es reconocer que el patrón de pensamiento no es cierto. Por ejemplo, tal vez te des cuenta de que estás pensando que nada funciona. Si te descubres pensando esto, haz una pausa y recuerda algo que sí funcionó y por lo que estás agradecido. Por ejemplo: “Hay muchas cosas que sí han funcionado en el pasado” y “desalentarme nunca ayuda”. La conciencia en nosotros mismos tiene el poder de afirmar nuestra verdad y nos libera de comportamientos inconscientes.


Mientras nos preparamos para nuestra meditación de hoy, consideremos por un momento nuestro pensamiento central:


YO SOY LA FUENTE DE MI PROPIA SANACIÓN INTERIOR


YO SOY LA FUENTE DE MI PROPIA SANACIÓN INTERIOR


Ahora, vamos a prepararnos para nuestra meditación. Ponte cómodo o cómoda y cierra los ojos. Comienza a ser consciente de tu respiración y solo respira lenta y profundamente. Con cada respiración, permítete relajarte cada vez más.


Ahora, poco a poco, incorpora el mantra ... SO HUM... SO HUM...  Este mantra es la simple afirmación: “Yo Soy”, que identifica la conciencia individual con la existencia universal. Repite en silencio ... SO HUM... SO HUM... SO HUM... Con cada repetición, siente tu cuerpo, mente y espíritu abiertos, y recibe un poco más.


Cada vez que te sientas distraído, distraída, por tus pensamientos o por los ruidos del entorno, simplemente regresa tu atención y empieza a repetir mentalmente el mantra ... SO HUM... SO HUM...  


Por favor continúa con la meditación. Yo estaré atento al tiempo transcurrido y al final me escucharás hacer sonar una suave campana ... SO HUM... SO HUM... SO HUM . .



Es momento de liberar el mantra. Sigue sentado y relajado, inhala y exhala lentamente. Cuando estés lista, listo, abre los ojos despacio.


Al transcurrir tu día, ten en cuenta este pensamiento central:


YO SOY LA FUENTE DE MI PROPIA SANACIÓN INTERIOR


YO SOY LA FUENTE DE MI PROPIA SANACIÓN INTERIOR


Namasté 💗









PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

Pregunta l - Hoy aprendimos que el sueño es vital para la capacidad de nuestro cuerpo de comunicar sus necesidades correctamente. Al considerar como puedes ayudar a mejor tus biorritmos naturales. escribe tres cosas que podrías hacer para mejorar tu sueño.

Pregunta 2 - Además de la meditación diaria, escribe una cosa que puedes introducir en tu horario para aliviar las tensiones diarias. Puede ser algo tan simple corno una caminata de 5 minutos.


Pregunta 3 - Haz una lista de cinco cosas que puedes hacer para que tu rutina diaria sea más regular, que incluya poner atención a tu dieta, sueño y actividad física.






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