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DESTINO EXTRAORDINARIO Meditaciones Deepak Chopra

DESTINO EXTRAORDINARIO Meditaciones Deepak Chopra

QUIÉN SOY YO -Día 1

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EL PODER ESTÁ EN USTED de CLAUDE BRISTOL Cap. VII




LIBRO








Vamos a montar la escena. Quiero llamar la atención sobre el poderoso efecto de la repetición o reiteración.

Por ejemplo, tomemos un cincel neumático. Ya han visto cómo se usa para partir el cemento o abrir un agujero en el acero. El tap, tap, tap, de ese cincel, al que se aplica una fuerza tremenda, produce la desintegración de las partículas y abre un agujero en el objeto en que se coloca.

Todos hemos oído hablar de la antigua tortura consistente en hacer caer gotas de agua sobre la frente. Quizás conozcan las Botas de Kipling. El ruido de las botas es lo que enloquece a los hombres.

La repetición constante es la que penetra.

Mientras uno puede darse cuenta del modo en que actúa la repetición sobre las cosas materiales, puede al mismo tiempo no darse cuenta de la tremenda impresión que la repetición produce sobre la mente humana.

Pero ya hace mucho tiempo que se ha reconocido que el fundamento de la propaganda es la repetición.

"Hay una razón..." "Buenos, hasta la última gota" "Suaves para la garganta...", etcétera.
Una y otra vez repiten estos slogans, los cantan, los presentan en películas; no hay medio de escapar de ellos. Mediante la constante repetición, los méritos de cada producto pasan a la conciencia de uno hasta que se repite el slogan casi en sueños.

Tap-tap-tap, usted los encuentra cada vez que pone la radio o la televisión, en cuanto abre una revista, o lo encuentra en los postes si sale a las carreteras. Alza la vista y ve un avión que escribe con humo en el cielo. En los subterráneos, los tranvías, los autobuses, los trenes, los barcos, los taxis, los camiones, en todo cuanto se mueve, se encuentran los anuncios de algo.

La poderosa fuerza de la repetición... repetición... repetición.

Se puede tener una mala memoria, pero no se permite que uno olvide un producto anunciado, siquiera un día.

Piénselo bien. Mediante la repetición, ha aprendido el alfabeto, la tabla de multiplicar. A-B-C.… dos más dos son cuatro... tap-tap-tap... Hasta que se aprende.

Todo cuanto se ha aprendido de memoria ha quedado impreso en la mente mediante la repetición. Le recuerda constantemente a uno (tap-tap-tap) la formación de las creencias religiosas. Lo mismo sucede con la ciencia. Repetición, reiteración. ¡Tap, tap, tap!

Schopenhauer dijo: "No hay absurdo tan palpable que no pueda ser firmemente implantado en la cabeza humana, si se ha comenzado a inculcar antes de los cinco años, repitiéndolo constantemente con un aire de gran solemnidad".

La relación entre la conciencia y el subconsciente, o mente subjetiva, es muy estrecha. Todos los que estudian el tema saben lo que puede lograrse poniéndose en contacto definitivamente con el subconsciente. Cuando se tiene una imagen detallada específica en la mente consciente, mediante el proceso de la repetición, y se hace funcionar la mente subconsciente, se dispone de un poder asombroso.

Los fiscales duchos, los defensores inteligentes, apelan a las emociones de los jurados, nunca a la razón consciente. ¿Y cómo lo hacen? Sencillamente, mediante la repetición de los puntos que desean poner de relieve. Lo hacen usando palabras y diversos argumentos, y tonos de voz, llenos de emoción.

Detrás de todo ello está el tap, tap, tap, que actúa sobre el subconsciente, y hace creer a los jurados. Lo han oído tantas veces... ¡que debe ser así!

Es importante conservar la idea, una vez que se la considera acertada. Hay que repetirla una y otra vez.

Hacer que el marido, la esposa o el amigo íntimo la vea como uno, si es que simpatiza con los objetivos deseados. De esta manera se engendra el poder.

¡EMPLEE EL SISTEMA DEL TAP, TAP, TAP!

Cuando se tiene la imagen firmemente implantada en la memoria, comience a usar el sistema del tap, tap, tal como yo he dicho. La repetición, la reiteración de esa imagen sobre la mente subconsciente es la que hará que el poder creador interior produzca tales resultados.

Los hombres y mujeres de más éxito que hay en el mundo, viven diariamente con sus ideas. Tienen objetivos constantemente presentes. No existe un solo caso en que los hayan imaginado y olvidado luego. No piensan en ello fantásticamente. Están decididos a llevar a cabo su propósito.

Esperan alcanzar sus objetivos, están dispuestos a trabajar noche y día, en caso necesario, para lograrlos, y tienen fe en que el poder interior trabaje de acuerdo con ellos guiándolos en forma de impulso para moverse en la dirección adecuada, magnetizando las condiciones en torno suyo, atrayendo recursos y oportunidades de acuerdo con sus necesidades.

Se puede medir por comparación la intensidad de los propios deseos. ¿Qué precio en esfuerzo y sacrificio está dispuesto a pagar por las cosas que desea en la vida? ¿Está dispuesto a tratar de lograr algo, una y otra vez, hasta que, mediante la repetición y el aparente fracaso, obtenga la experiencia y la capacidad de lograrlo? Si lo está, triunfará seguramente.

Nada puede detenerlo. Todos los obstáculos cederán a su voluntad, su empuje, su fe, el poder creador que Dios le ha dado, con tal que usted persista. Pero al comienzo tiene que darse cuenta de que no se puede obtener nada por nada. El universo no opera de tal modo. Tiene que esforzarse y tener fe, si es que desea recibir


Tap, tap, tap, —imaginando lo que usted quiera una y otra vez—, las gotitas de agua, el batir constante del mar, el ruido de los pasos sobre unos escalones de piedra, la causa y el efecto ...la causa y el efecto … la acción que siempre produce una reacción … Al principio puede no advertirse, pero las fuerzas de la naturaleza y de la mente, concentradas sobre cualquier obstáculo, pueden con el tiempo suprimirlo o modificarlo.

HAY QUE CANALIZAR LA FE

La fe puede mover montañas, las montañas del miedo, la duda y la preocupación, la fe repetida una y otra vez, la fe en uno mismo la fe en el poder interior que Dios nos ha dado. Es una operación sencilla y poco espectacular, si se considera un segundo, pero que realizada durante largo tiempo puede producir resultados asombrosos.

Ahora usted es la suma total de cuanto cree, bueno y malo; lo que ha aceptado en su mente, lo que sirve de motivación a sus pensamientos y actúa como resultado de sus creencias. Cuando sus creencias varían, su vida cambiará con ellas, pues su vida se basa realmente en la fe.

Usted tiene fe, diariamente, en que va a seguir respirando, en que su corazón va a continuar latiendo, en que va a seguir bien. Si esta fe se altera, se altera su salud.

Usted tiene fe en todo cuanto le rodea... en su trabajo, sus amigos, su capacidad, su coche, su porvenir... Usted ha aceptado todo esto como una parte de la vida. Usted imagina que todo va a continuar, como en el pasado. Cada día, usted añade la repetición, en general, de otra experiencia similar. Se adapta cada vez más a lo que hace, y esto puede ser malo, si hace pocas cosas que merezcan la pena. Puede ser bueno, si usted se aplica como debiera.

Haga inventario y asegúrese de que lo que repite todos los días le ayuda a adquirir mayor experiencia, capacidad, satisfacción personal y dicha. Si no es así, usted no querrá repetir esas actividades e intereses. Puede querer apartarse de ellas, y comenzar un nuevo ciclo de desarrollo personal.

Recuerde: lo que el hombre ha hecho una vez lo hará de nuevo, pues es un animal de costumbres. Pero los pensamientos se repiten fácilmente, porque las cosas iguales se atraen. Cualesquiera que sean los pensamientos similares que les hagan compañía.

¿Qué clase de pensamientos tiene? ¿Son los conducentes a las cosas que usted no quiere hacer, a las experiencias que no desea tener? En tal caso, deséchelos ahora, antes de que se implanten firmemente mediante la repetición.

Al borracho le cuesta trabajo dejar de beber, porque el hábito de la bebida ha quedado impreso sobre su cuerpo y su mente. Se "ve" bebiendo tan vívidamente, que es una tarea gigantesca el imaginarse que no bebe.

Las imágenes que se tienen de uno actualmente, sólo guardan relación con el pasado. Si usted no se encarga de crearse nuevas imágenes, no hará más que repetir mañana lo que ha hecho hoy y ayer.

Desdichadamente, la mayoría de los seres humanos están atados a una noria de su propia creación, terminando cada día, como el anterior, aunque parezcan progresar porque se están moviendo. Pero sus vueltas siempre terminan en el mismo lugar, a menos que uno haga inventario de lo que hace, y se baje de la plataforma giratoria, al imaginar una nueva dirección y un nuevo propósito en la vida, y entonces avancen por el camino hacia una mayor felicidad y un triunfo mayor, que no habrían podido alcanzar de otra manera.

¡Tap, tap, tap! Eso es lo que actúa sobre su conciencia, repitiendo las imágenes, e inculcando en el subconsciente los actos y los pensamientos adecuados. Eso el que lo sabe es usted. ¡Usted es el único que puede hacer algo con respecto a ello!

Aprenda a usar el gran poder de la repetición de un modo adecuado, y todas las demás cosas le serán dadas por añadidura.


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LA EVOLUCIÓN DE LA CONSCIENCIA Capítulo 1. LA EXPERIENCIA HUMANA EN EL NUEVO PARADIGNA






Libro: La evolución de la Consciencia




Este tema, dedicado a la evolución de la consciencia, plantea una nueva forma de ver la vida, un nuevo paradigma que nos permitirá ser más felices y comprender al ser humano. El lector se puede preguntar si está dispuesto a leerlo sin prejuicios. Es posible que ya le suene esta información o, por el contrario, que sea la primera vez que lee algo así. Si le resulta familiar, no tendrá problema en seguir profundizando en el tema; y si le resulta sorprendente y nuevo, le animamos a descubrir algo muy valioso para mejorar su vida.

No es necesario estar de acuerdo con todo lo que aquí está escrito, ni creerse nada, solamente hay que verificar en la propia vida los resultados de aplicar esta información, para comprobar si son válidos para uno mismo.

El método científico principal para la medición del conocimiento es el resultado. Si los resultados internos son de felicidad, paz y armonía, se verificará que esta información es verdadera; también, si los resultados externos en cuanto a relaciones, salud, recursos y adaptación al medio mejoran, se verificará que esta información es de sabiduría. El aprendizaje sólo se vuelve comprensión a través de la práctica constante y de la verificación de resultados; éstos son los que permiten medir si una persona sabe o no sabe.

El propósito de la experiencia humana es evolucionar, vivir nuestro propio desarrollo de la consciencia para llenarnos de sabiduría y amor. Todos, sin excepción, hemos venido a este mundo a trabajar en nuestro desarrollo espiritual, compartiendo y participando en experiencias con otros seres humanos. La vida es un formidable proceso pedagógico del Universo; la Tierra es nuestro “colegio espiritual” y cada experiencia de vida se puede comparar con un curso académico.

El desarrollo espiritual es un trabajo interno, absolutamente individual y personal; nadie puede hacerlo por otro, pero tampoco puede llevarse a cabo sin los demás. Necesitamos la interacción y la experiencia con otras personas para alcanzar nuestro propio desarrollo; en otras palabras, para conocernos a nosotros mismos. A veces, en lugar de asumir el propio desarrollo pretendemos interferir con el de los demás, y en lugar de aprender de ellos intentamos cambiarlos; entonces estamos distorsionando el proceso pedagógico, lo que conduce a que la vida se complique.

Si comprendemos esto podremos ser eficientes al preguntarnos qué nos quiere enseñar la vida en cada situación, ya que todas constituyen un aprendizaje para transmutar la ignorancia en sabiduría. En este momento, la mayoría de nosotros sufrimos la experiencia de aprendizaje, en lugar de disfrutarla; pero aprender no es sinónimo de sufrir, sino que significa alcanzar el amor y la felicidad.

Cuando uno nota que su sufrimiento está desapareciendo, que su paz interior se vuelve invulnerable y que su capacidad de crear, hacer, amar y servir se expresa sin condición ni restricción, quiere decir que está en la sabiduría.

Tanto el ser humano como todo lo que sucede en el Universo funciona, se origina y se crea a partir de una información. Y evolucionar supone adquirir información que aún no se posee. La evolución es, pues, el desarrollo de la consciencia a través de la experiencia de la personalidad, y ésta es la que puede transformar una creencia en verdad después de verificarla, o bien desecharla si verifica que no es cierta: esto se llama comprensión, y es lo que la consciencia asimila.

Por tanto, en la consciencia no penetran creencias, sino que es un archivo diseñado para asimilar única y exclusivamente verdades verificadas y experimentadas dentro de la experiencia de la forma. Podemos entender la consciencia como un archivo de información que asimila las verdades del Universo y las acumula de una forma permanente e inmortal. La consciencia es, pues, un archivo eterno e incontaminable.

La información que puede almacenar la consciencia es billones de veces mayor que la que es capaz de almacenar la personalidad. La evolución se produce a través de las formas, pero no es la forma la que evoluciona, sino la consciencia dentro de ella. Cuando no tenemos cuerpo no hay evolución, porque ésta se produce única y exclusivamente cuando el ser está involucrado con la materia. Luego, la consciencia seguirá evolucionando.

Aparentemente, el exterior cambia, pero no es así: en realidad somos nosotros los que evolucionamos, los que cambiamos desde el interior. Existe una forma de vivir en estructuras sociales mucho más armónicas y satisfactorias que las actuales, y no es modificando la situación social actual, sino llevando a cabo un cambio interno. En la medida en que construimos nuestro desarrollo espiritual, cada uno de nosotros se va haciendo correspondiente con otro tipo de civilización.

La vida es un camino, y en cualquier punto del mismo hay caminantes. Encontrarse en el punto inicial o en el final depende de uno mismo, y cuanto más se avanza en el camino más cosas extraordinarias se descubren. Así, los cambios se producen en los caminantes, no en el camino.

Para tener éxito en el proceso de desarrollo espiritual necesitamos ir equilibrando la energía con la sabiduría, porque sin energía es imposible manejar la sabiduría. La materia puede transformarse en energía y viceversa, cuando cambian las longitudes de onda y las frecuencias vibratorias.

Hemos de crecer simultáneamente en el manejo de la energía, porque sin sabiduría tampoco es posible acumular energía; y es que se nos va en los miedos, los conflictos y el sufrimiento. Por tanto, es imprescindible aprender a manejar la energía en la misma proporción en la que vamos desarrollando sabiduría.

La sabiduría se adquiere cuando nos enfrentamos al diseño pedagógico llamado destino. Todo lo que para nosotros represente alguna dificultad es una oportunidad para el aprendizaje, para la adquisición de sabiduría asociada al destino.

La consciencia se desarrolla a través de los ciclos de vida y muerte. El primero representa la parte activa del proceso, donde se viven las experiencias de aprendizaje desde la inocencia —falta de información— pasando por la ignorancia —información falsa en la mente, creencias, cuando uno “cree que sabe”— y hasta llegar a la sabiduría —es decir, la información de la verdad o comprensión—. Por su parte, el ciclo de muerte representa la parte pasiva del proceso, en la que se evalúan los desarrollos de la consciencia que se han alcanzado, se recupera la energía y se renuevan todos los procesos para el próximo ciclo de vida.

Lo que acabamos de explicar no es suficiente para la mente leerlo una sola vez. La mente del adulto, para codificar e integrar cualquier información, requiere que se le repita, como mínimo, unas treinta veces. Es importante tener en cuenta esto, para que el lector no se desespere si al principio no entiende nada o no está de acuerdo con la información que aquí se le presenta; porque todo cambio lleva su tiempo.

Podemos percibir la evolución que tiene cada individuo dependiendo de su inclinación o interés por la información sobre el desarrollo espiritual, pues es necesario un cierto desarrollo para que la información de amor resuene y sea de interés.

1.1 ¿Quiénes somos?

¿”Somos” un cuerpo o “tenemos” un cuerpo? Realmente los seres humanos somos consciencias divinas o almas dentro de una experiencia humana; no somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual, sino seres divinos viviendo una experiencia humana. Por lo tanto, no somos un cuerpo con un espíritu, sino un espíritu usando un cuerpo, esencia divina inmortal en desarrollo, un alma perfecta creada por Dios.

La consciencia no es humana, sino que usa lo humano; es tanto hija como hijo de Dios y va pasando a través de los reinos del Universo —mineral, vegetal, animal...— con el propósito de tomar la información del Absoluto que está implícita e impresa en cada reino. Pero la consciencia no es mineral, vegetal o animal; tampoco es humana, sino que es una chispa divina que usa cuerpos dentro de los cuales se sumerge para extraer información.

Dios está en todas las formas, sin ser ninguna de ellas. No es persona, sino esencia absoluta espiritual —no física—, de una dimensión muy alta a la que llamamos punto cero, es decir, sin tiempo ni espacio. No hay que preguntarse: «¿Quién es Dios?», sino «¿qué es Dios?». Podemos llamarlo de diferentes maneras: usando un término tecnológico, es posible denominarlo archivo absoluto del Universo, la información absoluta. Y ¿Qué información hay en ese archivo? La necesaria para la creación, para la administración de la creación, para la pedagogía de la creación, para el proceso de administración y de creación, además de para el proceso personal de cada uno de los hijos de Dios, que son de la misma esencia de ser (“soy”), que está en cada uno de nosotros y en todos los seres que existen. En definitiva, Dios es la esencia originaria de todo cuanto existe y sucede en el Universo.

La consciencia nunca es humana, sino que asimila la experiencia humana desde la personalidad, pero es hijo/hija de Dios y no dejará de serlo nunca. La consciencia —o el alma— tiene que vivir la experiencia humana, irremediablemente, para construir su evolución.

Pongamos un ejemplo para comprender mejor el término consciencia y lo que somos los seres humanos:

La consciencia viene al mundo a vivir una experiencia humana. Cuando llega, compra un automóvil y contrata a un chófer. El automóvil es el cuerpo y el chófer es la personalidad, el sistema de creencias, el ego.

La consciencia le dice al chófer: «Tome este cuaderno —que es la mente en blanco— y recorra este camino; necesito que me lleve desde este punto hasta este otro —eso será el transcurrir de la vida—, y en este cuaderno vaya anotando todo lo que aprende del camino. Mientras hace el recorrido yo voy a echar un sueño». La consciencia pasa entonces al asiento de atrás y se duerme tranquilamente. El pasajero únicamente despierta cuando el viaje termina —lo que llamamos “la muerte”—; entonces coge el cuaderno de notas, despide al chófer —es decir, la personalidad se disuelve— y devuelve el automóvil —el cuerpo—. La consciencia sólo se queda con la comprensión, con lo que el chófer aprendió del camino. En la próxima experiencia humana, contratará a otro chófer y otro vehículo, hasta completarse de verdades.

El chófer, después de haber recorrido una buena parte del camino y haber peleado, insultado y sufrido, porque el camino presenta dificultades, porque se le cruzan otros conductores, o se le averió el motor y tuvo que repararlo o, en resumen, por cualquier inconveniente que tenga, coge su cuaderno y escribe, por ejemplo: «En el kilómetro tal del camino he comprendido algo que no había comprendido en los kilómetros anteriores: que mi sufrimiento ante el camino es inútil, porque lo único que solucionó las situaciones que se presentaron fueron las acciones que puse en marcha para poder continuar; por lo tanto, en lugar de sufrir podría haber actuado en total paz interior».

1.2 ¿Qué archivos posee el ser humano?

Para comprender mejor el propósito de la experiencia humana es necesario conocer cómo tiene lugar la constitución de los seres humanos. A efectos de esta explicación, consideraremos sinónimos los términos “cuerpo”, “campo” o “archivo”.

El ser humano está formado por varios archivos que vibran en diferente frecuencia y poseen distintas dimensiones:

1. Un cuerpo físico o archivo genético, que es una creación perfecta de Dios, pero que se degrada. Los Maestros llaman al cuerpo “vehículo experiencial”, “vestido de Dios” o “entidad biológica”.

2. Un campo mental, que es el laboratorio perfecto donde se procesa la información, y también se llama archivo de personalidad temporal. Es el que nos permite experimentar la vida. Este campo presenta tres niveles de información:

a. La parte inconsciente, donde está nuestro sistema de defensas.

b. La parte consciente, donde está nuestro sistema de creencias, también llamado ego o personalidad.

c. La parte espiritual o de comprensión, que es el resultado de la verificación de la información a través de la experiencia, de la aplicación de los conocimientos. Se puede llamar, así mismo, consciencia temporal.

3. Un campo espiritual divino que se llena poco a poco con la información de la verdad, la que se procesa en la mente tras las experiencias vividas; es el archivo de consciencia permanente. También podemos llamar a este archivo “el ser crístico”, el “niño Dios” o el “niño interior”.

El cuerpo solamente sostiene a la mente: ése es su propósito. Y permite la experiencia dentro de los mundos tridimensionales, aunque la mente no es tridimensional. Pero quién hace el trabajo, quien lleva a cabo todo el proceso, es la mente, el campo mental; en ella se viven las experiencias, se descubren las Leyes, se construye la comprensión, desde ella se expresa el amor o la ignorancia, según lo que contenga; y, por supuesto, en la mente se origina la totalidad de los conflictos y problemas humanos, y también sus soluciones. Todo lo que sucede, pues, está dentro de nuestro campo mental.

El día en que la consciencia despierte, ya no necesitaremos cuerpo ni mente, porque ella lo asumirá todo. Y podrá manifestarse en cualquier momento, adoptando cualquier forma, en cualquier cuerpo, lugar y circunstancia, porque la consciencia es absolutamente divina e inmortal.

Mientras eso sucede, disfrutemos de lo que pasa en nuestra mente, dirigiéndola voluntariamente. Este maravilloso instrumento, emisor y receptor de ondas de frecuencia de pensamiento, es mucho más poderoso y sorprendente de lo que suponemos.

Consciencia es, por tanto, el archivo donde se acumula la verdad que descubrimos a lo largo de nuestra experiencia de evolución.

Todo lo que sucede es perfecto y necesario

Para sentar las bases de una nueva civilización de mayor nivel de satisfacción para todas las personas, es necesario comenzar por armonizarnos nosotros mismos, para lo cual resulta indispensable estudiar las Leyes universales y aplicar los principios que conducen a la sabiduría; tomando en cuenta, además, que sólo por medio de la práctica constante y desechando las teorías y conceptos que demuestren ser equivocados, llegaremos realmente a la sabiduría. Así podremos desarrollar la paz y la armonía directamente sobre el terreno, con la enseñanza de la vida diaria, puesto que ésta es la mejor escuela, y la naturaleza la mejor maestra.

Para volvernos eficientes únicamente hay que dejar de enfrentarse al orden perfecto del Universo. La ineficiencia mental es necesaria para descubrir, a través de la saturación, que existen las Leyes del Universo. Cuando ya hemos sufrido lo suficiente estamos preparados para comprender esas Leyes. Para cesar la propia lucha externa primero tiene que acabar la interna, y para ello es preciso haber aceptado que todo lo que existe y sucede es perfecto y necesario, porque tiene un propósito de amor. En definitiva, el estudio y comprensión del por qué de las cosas que existen y suceden nos puede llevar al reconocimiento de las Leyes que permiten crear un futuro mejor para toda la humanidad.

1.3 Las siete Leyes del Universo

Existen siete Leyes Universales que rigen la totalidad de los procesos de creación, administración y evolución del Universo. De las siete, cuatro son fundamentales: rigen y controlan todos los procesos de desarrollo y evolución de la consciencia dentro de la especie humana, en cualquier lugar del Universo. Estas cuatro Leyes conforman el triángulo inferior, y la Ley de Evolución es la Ley superior que rige sobre el triángulo inferior —también llamado “triángulo del infierno”, por constituir la parte inferior de las Leyes Universales—.

Cuadro 1. Las cuatro Leyes específicas que rigen la experiencia humana





No tenemos que confundir las leyes universales con las leyes humanas, ni tampoco con las normas. Las leyes del Universo son inmutables, no son derogables, se originan en la sabiduría de la Divinidad y son absolutas: por lo tanto, no son modificables ni negociables, y su desobediencia implica un resultado negativo -en el sentido de desagradable-, y también positivo -en el sentido de que supone un aprendizaje-. Por eso decimos que en realidad los seres humanos, no dictamos leyes, sino normas, y las llamamos “leyes humanas”, pero son normas, porque son derogables, transitorias y puntuales.





La Ley de Evolución nos enfrenta con aquello que necesitamos aprender y, por supuesto, esto corresponde exactamente con situaciones que no manejamos, que nos resultan difíciles. Por eso la Ley de Evolución permite las guerras, la enfermedad, la agresión, los conflictos, las disputas, las interferencias; y lo permite para que aprendamos a reconocer la Ley, para que nos saturemos de sufrimientos y decidamos obedecerla.

El libre albedrío es el derecho a cometer errores, la herramienta de la evolución. Es necesario e inevitable cometer errores para poder descubrir la Ley. El error no está fuera de la Ley, sino que forma parte de nuestro proceso pedagógico.

Reconocemos las Leyes observando los resultados. Si nos vemos inmersos en una situación de sufrimiento, experimentamos bloqueos, escasez o enfermedad, nuestras relaciones no fluyen o hay violencia o agresión, todos estos resultados nos muestran que nos hemos salido de la Ley. Cuando esto ocurre hay un resultado doloroso, mientras que cuando obedecemos la Ley los resultados son satisfactorios y de felicidad. No son, en realidad, premios o castigos, simplemente son resultados satisfactorios o dolorosos.

Un ejemplo perfecto de cómo las Leyes que están por encima admiten cuestiones que no permiten las inferiores es el tema de las relaciones homosexuales. La Ley de la Naturaleza no acepta algunos aspectos de la homosexualidad; sin embargo, la Ley de Armonía si la acepta completamente, para ella es totalmente válida porque todo ser vivo tiene derecho a ser feliz, a gozar de equilibrio y satisfacción aunque no pueda procrear. Por su parte, la Ley de Correspondencia, al estar por encima, puede romper el equilibrio de la Ley de Armonía, de manera que se reconozca la experiencia del desequilibrio. Así, según ella se podría afirmar: «Necesitamos que aquí haya un conflicto para que las personas aprendan a respetarse las unas a las otras».

1.4 Las tres virtudes internas

Hemos venido al planeta Tierra a desarrollar tres virtudes internas: felicidad, paz y amor.

Figura 1. Virtudes internas y resultados externos

Estas virtudes han de utilizarse para relacionarnos con lo externo. Aprender a ser felices, a tener paz y a amar —como capacidad de servicio— es el verdadero propósito que nos trajo al mundo físico de la materia.

Cuadro 3. Las tres virtudes y sus características



La felicidad, la paz y el amor son principios de la esencia divina; no tienen polaridad, son inmutables e incambiables.

1.4.1 Aprender a ser felices

Para aprender a ser feliz...
✓ Sólo hay que enfrentarse a todo aquello que uno crea que le arrebata la felicidad.


✓ No se necesita nada externo, sólo comprensión y actitud mental.

✓ Hay que asumir que la no aceptación es la única causa del sufrimiento, y dejar de enfrentarse a la realidad.

✓ Es necesario cesar de trabajar sobre los demás, y hacerlo única y exclusivamente sobre uno mismo, modificar dentro de uno lo que resulta molesto (el ego).

✓ Si hay sufrimiento, hay que formularse una sola pregunta: «¿Qué es lo que no estoy aceptando?»; ahí se encontrará la respuesta.

Todas las personas, sin excepción, tienen lo necesario para ser felices; pero muy pocas saben ser felices con lo que tienen.

1.4.2 Aprender a tener paz

Para aprender a tener paz hay que saber que...

✓ No hay ninguna cosa o persona que dé paz.

✓ La paz interior es el resultado del propio desarrollo espiritual, no es un don.

✓ El manejo de la paz requiere de una información clara y precisa para comprender que la vida es un proceso de amor y que el mal no existe, así como de la habilidad para manejar la energía vital; para ello es necesario un entrenamiento.

✓ Si se produce una pérdida de paz, hay que preguntarse: «¿A qué me estoy resistiendo?, ¿Qué quiero cambiar?, ¿a quién estoy culpando?».

1.4.3 Aprender a amar al prójimo como a uno mismo

Para aprender a amar al prójimo...

✓ Sólo hay que participar o compartir con personas que tienen comportamientos muy diferentes a los propios, de manera que se aprenda a amarlos y respetarlos tal cual son.

✓ Hay que tener en cuenta que el amor no es susceptible de ser ofendido, y que es invulnerable, inmutable, universal, invariable y neutro.

✓ Es necesario entender que el amor constituye una comprensión total del Universo, que es una forma de ser y no necesita “objeto” sobre el que proyectarse.

✓ También es importante considerar que el amor no es una fuerza, sino una herramienta.

✓ Se debe entender que el amor no es un sentimiento.

✓ Hay que pensar que amar es dar siempre lo mejor de uno mismo.

✓ Si existe desmotivación, pensemos: «¿Cómo puedo permitir limitarme ante esto?»; y es que todos poseemos capacidad de servicio, pero la coartamos muchas veces ante eventos externos.

Al desarrollar las tres virtudes internas vamos obteniendo excelentes resultados externos en los cuatro ámbitos: relaciones, recursos, salud y adaptación al medio.

1.5 Los cinco elementos de la experiencia humana

Dentro de la experiencia de vida de cualquier ser humano están presentes los siguientes cinco elementos: propósito, destino, misión, función e intención.

1.5.1 El propósito

Existe un propósito de amor que nos trajo al mundo de la materia; es el propósito perfecto de aprender dos cosas:

a) Ser feliz por uno mismo, es decir, no depender de nada ni nadie para tener paz interior y felicidad.

b) Amar al prójimo como a uno mismo, esto es, respetar los derechos de todos los seres del Universo.

Pero esto, ¿Cómo se aprende? Aquí es donde vamos a comprobar la perfección del diseño pedagógico de la Divinidad. En primer lugar, para realizar el ejercicio de aprender a ser feliz por uno mismo es necesario vivir en un lugar, con unas personas y en unas circunstancias donde todo lo que suceda alrededor sea más o menos agresivo, para que uno se dé cuenta de que el problema no es lo que pasa alrededor, sino la forma en que uno se relaciona con ello, el rechazo y la resistencia que se ejerce.

Para aprender la segunda parte de lo que supone amar al prójimo, respetarlo tal cual es, no quererlo cambiar, no ejercer resistencia ante los demás, es necesario vivir en un lugar donde las personas que nos rodean piensen diferente, tengan costumbres distintas y crean cosas diversas; de este modo aprenderemos a amarlos como son, sin juzgarlos ni condenarlos. Así se cumple el propósito de amor, la razón por la cual estamos en éste planeta.

Hace más de 2.000 años, el Maestro Jesús nos enseñó esto cuando dijo: «Ama a tus enemigos»; porque no son enemigos, sino personas que piensan diferente.

Ser feliz significa experimentar cero sufrimiento ante lo que pasa, y amar implica ejercer cero resistencia ante los demás. La sabiduría es igual al amor, no al sentimiento. A la persona que tiene amor le importan mucho los demás, pero no sufre; a la persona que no tiene sabiduría pero sí bondad le importan mucho los demás, pero sufre mucho; y al que no le importan, el indolente, el indiferente, no tiene sabiduría ni bondad.

1.5.2 El destino

El destino es lo que vinimos a aprender del mundo de la materia, a manejar las siete herramientas de amor para gozar de paz invulnerable; es una gran oportunidad para aprender lo que nos falta.

Todos traemos con nosotros un destino inevitable y valioso. La cultura nos enseña a tratar de evitarlo en lugar de a aprovecharlo. Pero los seres humanos tenemos la capacidad para disfrutar cualquier cosa que hagamos, porque esa capacidad es intrínseca a nuestra condición humana. Así que cuando una persona, por ejemplo, dice a su hijo: «Siempre tienes que hacer lo que te gusta», le genera un bloqueo inmenso.

El destino es un diseño pedagógico cuyo propósito es permitirnos verificar y descubrir la información que rige el Universo y su orden perfecto. Por lo tanto, el destino es nuestra mejor oportunidad para transcender la totalidad de las limitaciones humanas. En lugar de quejarnos de las dificultades que la vida nos presenta, aprovechémoslas como una gran oportunidad para transcenderlas, porque entonces desaparecerán para siempre. Si no aprendemos de las dificultades, lejos de desaparecer, se complicarán, se mantendrán y se volverán permanentes porque no estamos aprendiendo de ellas.

Un trauma no se origina en experiencias de vidas pasadas, sino ahora mismo; nosotros no traemos los traumas de experiencias anteriores, puesto que nuestra personalidad es totalmente nueva en cada experiencia. Lo que sí traemos, porque tiene una relación directa con experiencias anteriores, es el diseño del destino; éste se renueva en cada experiencia de vida pero tiene una conexión directa con la experiencia anterior.

1.5.3 La misión

La misión es lo que podemos enseñar en el mundo de la materia. Hay que disfrutarla intensamente, sea parte de la propia función o no.

La misión permite recuperar la energía que uno invierte en el ejercicio de aprender a ser feliz. Misión es lo que ya se ha comprendido, lo que ya se sabe; por lo tanto, es posible usarlo para servir a los demás y se disfruta intensamente.

Tanto la misión como el destino están representados en la personalidad: el destino como el sistema de creencias y la misión como la comprensión. En la medida en que vamos transmutando la ignorancia en comprensión y sabiduría, cada vez poseemos más misión y más satisfacción.

1.5.4 La función

La función es lo que hacemos para ganar nuestro sustento. Sabemos que todos los seres vivos tienen una función dentro del orden del Universo. Necesitamos sabiduría para asumirla con alegría, entusiasmo y total capacidad de acción y servicio, aunque no sea parte de la propia misión. La función no consiste en “ganarse la vida” —la vida no se gana, porque es un don divino—; lo que nos ganamos es el sustento de esta entidad biológica, de este cuerpo.

El sustento, pues, lo tenemos garantizado como resultado de la función. Quien es feliz y disfruta de lo que hace siempre tendrá abundancia de recursos.

1.5.5 La intención

La intención es lo que queremos para nosotros o para los demás. Es importante orientar la intención de forma que no interfiera con los destinos de los demás ni trate de evitar el propio destino.

La intención es el elemento más complejo de la experiencia humana, porque el sentimiento, así como la idea de bondad y las demás ideas que nos ha transmitido la cultura nos llevan constantemente a tratar de interferir en el destino de los demás. Si pudiéramos aceptar que el destino es algo extraordinario, y no algo “malo”, que supone la mejor oportunidad de la que disponemos para que se cumpla lo que vinimos a hacer al mundo, entonces dejaríamos de estar en conflicto con el destino de las otras personas.

Pero, ¿Qué sucede, por ejemplo, si tenemos a nuestro lado a un anciano que no quiere tomar sus medicinas ni cuidarse de la manera en que nosotros creemos que debe hacerlo? ¿Qué podemos hacer para no interferir? Dentro de los límites de la ética médica —respeto a la vida humana— hay un margen muy amplio, y el problema reside en que siempre queremos que las cosas funcionen como nos parece adecuado. Así, según este ejemplo, creemos que el anciano debe cuidarse para que siga acompañándonos más tiempo, sin tener en cuenta su calidad de vida. Pero el enfermo debe tener la opción de no someterse a terapias agresivas; del mismo modo, un fumador de toda la vida quizá preferirá seguir fumando también en sus últimos años; o alguien que tiene prescrito reposo absoluto preferiría andar y vivir auténticamente aunque sea menos tiempo. Es decir, puede ser que la persona piense en otra posibilidad totalmente diferente, como que lo que tenía que hacer en esta vida, sus posibilidades de acción o de aprendizaje, ya concluyeron, y que más bien desea partir para renovar todas sus estructuras. Entonces entran en juego los egos: queremos que esté más tiempo en nuestra compañía, deseamos que sane, que “sea feliz”... Esos “quieros” son la causa del sufrimiento.

Por tanto, ¿Qué sería más sabio y amoroso en este caso? Decir al anciano algo parecido a esto: «Para mí lo más importante eres tú, no yo —esto sería un principio de amor—. Lo más importante no es que tú me acompañes para satisfacer mi ego, sino que encuentres tu camino en el Universo; por lo tanto, cuenta conmigo para proporcionarte todo lo que esté a mi alcance, y cuenta también con mi respeto, para que uses solamente lo que decidas usar».

Siguiendo con el ejemplo, si esta persona no quiere comer o tomarse las medicinas, ¿Quiénes somos los demás para obligarla? Y ¿para qué lo hacemos? La condición que ha llevado a esa persona a que se deteriore su salud es parte de su propio proceso, no del nuestro, así que ¿por qué razón no vamos a respetarlo? Porque entra en juego el “quiero”, también llamado egoísmo inconsciente. Querer que el otro sea feliz a nuestra manera, es un comportamiento egoísta. En su lugar, habría que decirle otra cosa desde el amor: «Yo soy capaz de ser feliz aceptándote como eres, no a mi manera».

Para tener claro el propósito, aprovechar el destino, disfrutar de la misión, asumir la función y manejar la intención de no interferir en el destino de los demás, la sabiduría requiere que tales aspectos se practiquen en pensamiento, palabra y obra.



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LOS CHAKRAS

















CENTROS — CHAKRAS

Cuando al principio uno se individualizó, y dijo y sintió "YO SOY", comenzó a magnetizar la vida primigenia e irradiarla adelante; de esto ha venido el resultado de lo que uno es hoy. Cada cual es dotado con el poder de magnetización (para atraer lo que se desea) y el poder de irradiación (para irradiar, emitir); esto debería estar bajo el control consciente del individuo en todo momento. Él debería ser un foco radiante de Luz y poder.

La condición actual de los cuerpos de la humanidad es que son negativos y absorbedores, que aceptan y asumen sobre sí las cualidades que los rodean, en vez de ser focos positivos e irradiantes y sólo aceptar lo deseable.

Los siete centros o chacras son puntos de conexión de los cuerpos inferiores uno con otros, a través de los cuales fluye la energía de vida. Es a través de estos centros, en estos puntos, que la energía interna o fuerza fluye de un cuerpo a otro. Los centros son usualmente descritos como ruedas, lo que denota acción, rotación; sin embargo, son esféricos y no planos como una rueda. Estos centros en el cuerpo etérico del individuo subdesarrollado espiritualmente son declives, cóncavos en forma, los cuales succionan en vez de ser salientes y convexos a fin de poder irradiar... vibrar con la esencia y el poder vital. Es dentro de estos declives que están arraigados los pecados del hombre —las diferentes cualidades y actividades destructivas.





Estos pueden eliminarse con la asistencia de los Seres Ascendidos, particularmente el Elohim de la Pureza y Astrea, el Arcángel Miguel, y los Seres que pertenecen al Séptimo Rayo, Lady Kwan Yin y el Príncipe Oromasis. Uno puede auto observarse, y ante la primera acción vibratoria de cualquiera de estas cualidades, invocar a la Presencia "YO SOY" y a algún Maestro Ascendido, para eliminarla. Es igual que arrancar un casquete de succión de goma de un objeto. Hay una tendencia a inconscientemente agarrarse a ellos—de modo que... ¡DEJEN IR!

Estos centros deberían ser positivos e irradiar las Cualidades y Colores de los Siete Rayos. Deberían magnetizar las Cualidades y Actividades desde los Siete Elohim, Arcángeles y Chohanes e irradiarlas.

El despertar del fuego Kundalini bajo la Ley Oculta era peligroso sin la asistencia de un Maestro visible. Uno no debería morar innecesariamente en los centros inferiores sino que puede concentrarse en los centros del corazón, la garganta y la cabeza y hacerlos de Luz resplandeciente. El centro del corazón es Amor Divino, con radiación rosa y oro. La garganta, el centro de Poder es blanco brillante con radiación azul.

La puerta al mundo mental es a través de la glándula pituitaria; el plexo solar es la puerta al mundo emocional desde el mundo exterior. Los cinco sentidos están conectados con el mundo afuera; tacto, gusto, olfato, oído y vista; siendo el oído el más alto.

"La Ley de la Vida" Vol. 2 por A.D.K Luk, pag.133, Serapis Bey Editores S.A. Panamá

EXPLICACIÓN DE LOS CHAKRAS

Ahora, parte de la tarea que se me asignó para incluir en el servicio de esta mañana es una breve explicación de los centros "chákricos" en vuestros cuerpos. Es que todo lo que acontezca aquí en este "campo de fuerza" —el Centro-Corazón de Nuestra Nueva Actividad— afecta a todo individuo que pertenezca a este Movimiento. Cuando ofrecemos una de estas clases cuatrimestrales, algunos individuos son lo suficientemente afortunados como para sentir que es una necesidad real meterse bajo Nuestra presencia directa para recibir los regalos que Nosotros tenemos para dar. Aunque algunos sientan que es totalmente innecesario venir y tener que traer sus cuerpos físicos aquí para recibir las bendiciones de tales clases directamente de Nosotros, también ellos se benefician de ellas hasta cierto punto, ya que en tales ocasiones la radiación flamea desde este "campo de fuerza" a todos los que estén interesados en Nosotros. Esta mañana, todos los amables lectores de Nuestra literatura (especialmente de El Puente y El Boletín) en cada continente de este planeta están recibiendo asistencia de parte Nuestra.

Cuando Nos esforzamos en reuniros en un lugar como éste, es para poder daros Nuestros cuerpos, mentes y mundos de sentimientos... un servicio definitivo.

Consideremos por un momento los centros "chákricos" en vuestro cuerpo etérico, que corresponden a vuestros centros nerviosos ganglionares en vuestra carne. Como sabéis, la palabra “chakra" es una palabra en sánscrito que significa "rueda".

Como se os ha dicho, los Siete Rayos de los Siete Poderosos Elohim están anclados en la frente de toda forma física y, mediante la expansión de estas, Nosotros somos capaces de alcanzar dentro de vuestros mundos para ayudaros, si así Nos permitís que hagamos. Por supuesto, nunca Nos entrometemos en forma alguna, ya que vuestro don dado por Dios y prerrogativa del uso de vuestro propio libre albedrío siempre priva. Es que, desde un principio, se tuvo la intención de que los Elohim, Arcángeles, Chohanes de los Rayos y Hueste Angélica estuvieran en una constante asociación diaria con la humanidad, como lo están en Venus y en otros planetas; y como lo han estado a través de las edades. Sin embargo, el “Velo de maya” (efluvia de discordia) gradualmente se fue haciendo tan grueso alrededor del planeta Tierra y de los cuerpos en sí de la gente que no pudimos pasar más a sus conciencias. No creo que haya habido un tiempo registrado en este planeta en que los Elohim y los Arcángeles hayan hablado a la gente de la Tierra en orden consecutivo, como se ha hecho aquí recientemente. Creo que los Chohanes sí lo han hecho.

En el cuerpo etérico hay siete centros que son llamados —según la terminología oriental— los "chakras" Estos deberían llevar los colores positivos, claros y constructivos que representan los colores de los Siete Rayos de los Chohanes, los Arcángeles y Nosotros mismos. Se había determinado que estos "centros" fueran convexos de forma y focos irradiantes de las cualidades de perfección de los Siete Rayos. En vez, por cuenta de las centurias vividas en vibraciones discordantes, estos centros se han vuelto cóncavos, declives en el cuerpo etérico. Por lo tanto, en vez de ser centros irradiantes de la perfección de Dios, a lo largo de largas edades de experiencia humana estos declives se han llenado con las vibraciones destructivas y calificadas humanamente, y se han convertido en las raíces de los "siete pecados capitales", con múltiples ramificaciones. Con mucho gusto os ayudaré a desenraizar las causas y núcleos de estas vibraciones destructivas; y, atrayendo estos centros desde la forma hundida que al presente tienen, hacerlos convexos una vez más. Cuando esta condición haya sido corregida, podré entonces recargar estos centros con las radiaciones positivas que ellos deberían tener. Entonces, en vez de ser tan negativos y de tan fácil acceso a las angustias en particular que os alteran individualmente, podréis ser centros positivos de irradiación para las cualidades de los Elohim, los Arcángeles y los Chohanes de los Rayos... ¡si así lo escogéis! ¡Nadie necesita aceptar esta ayuda a menos que desee tenerla!

Anteriormente no hemos departido con ustedes al respecto de estos "centros" porque, bajo la Ley del Nuevo Día y la actividad del Maestro Ascendido Saint Germain, la atención de los estudiantes debía enfocarse solamente sobre los tres centros superiores del cuerpo. Pero cuando subió el llamado de parte vuestra esta mañana —en cuanto a qué se sacará de vosotros, de todos los que estuvieran bajo esta radiación y de toda la humanidad, las causas y núcleos de los "siete pecados capitales" mediante la intercesión ante el Gran Tribunal Kármico de la Amada Kwan Yin (Diosa de la Misericordia), hemos recibido permiso para hablaros brevemente sobre estos "chakras" hoy.

TIEMPO ÁGIL, PERO SIN APURO

Cada "chakra" debería ser como una rueda moviéndose rápidamente en dirección de las manecillas del reloj; y cuanto más rápida sea la acción vibratoria de estos centros "chákricos" en vuestros cuatro vehículos inferiores, tanto menos grabarán ellos la discordia. Éste es uno de los servicios prestados por vuestros decretos pronunciados rápidamente y del rápido tiempo de vuestra música. Por favor, recuerden, no obstante, que no hay que confundir esto con la idea de "apuro". Toda la distancia se requiere que el estudiante use su discernimiento, es, en realidad, el estilo del "filo de la navaja". El "apuro", de por sí, es destructivo y ha de ser evitado a toda costa por los estudiantes sinceros. Sin embargo, una vibración rápida y positiva acelera las energías de los cuatro vehículos inferiores, y hace que uno repela los sentimientos de depresión, duda, miedo, letargo, y todos los diversos pecados del hombre; excepto, quizás, por las cualidades de soberbia y rebelión, que se mueven a una rata muy rápida y son más sutiles que algunas de las otras. Estas vibraciones negativas pueden entrar al mundo del estudiante ya sea desde el interior de sus propias acumulaciones de discordia —que están grabadas en su propio cuerpo etérico, y que a veces son traídas a la superficie por la conciencia externa mediante la memoria recordada, o pueden estar flotando en la atmósfera en que se mueve el individuo, o pueden serle conscientemente dirigidas a él y a su mundo por otros que han sido capturados por actividades destructivas.

Estos "chakras" en el cuerpo etérico están supuestos a ser como soles de su particular color, centros magnéticos para atraer dentro del mundo del individuo las radiaciones de la perfección de las cualidades que ellos representan de los Elohim, Arcángeles y Chohanes de los Siete Rayos. En la religión hebrea y en otras religiones en las que se usan las Siete Joyas de Luz sobre el altar, estas Joyas representan no sólo los Siete Rayos sino también estos centros dentro del cuerpo etérico y, por ende, del cuerpo físico también.

El "chakra" más bajo de todos, que está en la base de la columna vertebral, es el foco de la lujuria y pasión en el ser espiritualmente dormido. Éste es su aspecto negativo. En los "despiertos", es el foco positivo de Pureza. El Elohim a cargo de ese "chakra" es el Elohim de la Pureza (v.g. Claridad); el Arcángel que debería vertir su radiación de la Llama de la Resurrección por conducto del mismo es Gabriel; y el Maestro Ascendido es Serapis Bey (quien, cuando se le permite flamear la Pureza de su Llama de la Ascensión a través de este "chakra", asiste al individuo a la Victoria de la Ascensión). Por favor no le pongan excesiva atención a este chakra.

El "chakra" central, localizado en el bazo, es el foco de la avaricia, glotonería, codicia y miedo en su aspecto negativo. Es por esto que os sentís "golpeados" en el plexo solar cuando os atemorizáis repentinamente. La gente es glotona y codiciosa porque temen no estar recibiendo o que no recibirán su porción justa del bien que les corresponde. La cualidad positiva de este "chakra" es la PAZ, y es de este foco que Yo estoy a cargo como el Elohim de la PAZ. El Arcángel que irradia por conducto de este centro es Uriel, y el Maestro Ascendido es Nuestra amada Lady Nada. Ésta es una de las razones por que, temprano en vuestro estudio de estas Leyes de la Vida, se os pidió que visualizarais la luminosa presencia de Jesús en una centelleante luz blanca rodeada de oro en la frente y sobre el plexo solar de vosotros y de otros. Cuando este "chakra" ha sido purificado completamente, y mantenéis el plexo solar en una manera totalmente controlada, sintiendo la radiación de la PAZ Maestra Ascendida desde Mi propio humilde ser, de Uriel y de Nada, entonces tendréis una protección total contra tanto el miedo como los deseos destructivos de otros seres humanos, así como una protección completa de la naturaleza "agarradora" de vuestros propios apetitos físicos.

El "chakra" a la altura del corazón, en su aspecto negativo, representa el letargo, la haraganería y la pereza. Si vuestro corazón no está en algo vosotros no le dais mucho de vuestra vida. La radiación positiva de este centro, por supuesto, es la de Amor Divino puro y altruista. Su Elohim es el Amado Orión; el Arcángel, Chamuel; y el Chohán, Pablo El Veneciano, quien representa la tolerancia y "el guardián de su hermano".

El "chakra" a la altura de la garganta es el centro de poder del cuerpo donde, en su aspecto negativo, descansa la envidia y el deseo de poder personal. Su actividad positiva es el poder de crear perfección al hacer la Voluntad de Dios. El Elohim a cargo aquí es Hércules; el Arcángel, el Señor Miguel; y el Chohán es el Amado El Morya.

El "chakra" a la altura de la frente es el foco del poder de la razón, y su aspecto negativo se manifiesta como soberbia y arrogancia intelectual. Es el lugar donde a la duda se le permite entrar a la mente. Su aspecto positivo es visualizado en la mitología temprana como el "Ojo-todo-avizor de Dios" y el Poder de la Concentración. El Elohim cuyo nombre es Vista (a quien habéis conocido a través de los años como "Ciclópea") es el ser encargado de este centro. El Arcángel a cargo de este "chakra" es el Amado Rafael, quien es el Arcángel de la Concentración y la Consagración. Ninguna corriente de vida se consagrará a sí misma nada hasta que tanto su mente como su cuerpo no estén convencidos de la eficacia del servicio que puede prestar por cuenta de tales esfuerzos. El Maestro Ascendido Hilarión también representa este foco. Ésa es la razón de por qué este Maestro, como San Pablo (anteriormente Saulo de Tarso), experimentó el tremendo desarrollo mental del Quinto Rayo (el Rayo del cual él está a cargo hoy día).

Gracias a Dios que el "centro coronario" del cuerpo (en la mera coronilla de la cabeza) no ha sido destructivamente tocado, y que no hay vibraciones negativas allí. En la mayoría de la gente, este centro está totalmente subdesarrollado, pero en los estudiantes diligentes, cuando la atención es rítmicamente volteada a su propia Amada Presencia "YO SOY" anclada dentro de su propio corazón, este centro comienza a pulsar y eventualmente forma una aureola o halo de luz alrededor de la cabeza. Finalmente, llega a un punto en que, con la vista interna al principio, podéis ver un halo flamígero de luz viviente alrededor de la cabeza del estudiante sincero. Este es el "chakra" presidido por el Amado Cassiopea, Elohim de la Iluminación; su Arcángel es el Amado Jofiel, y el Maestro Ascendido es Nuestro Amado Koot Hoomi.

DOCTORES DEL ESPÍRITU

Ahora, si bien os hemos dado mucho esta mañana, vosotros tenéis que tener esta información y conocimiento si es que habéis de avanzar ¡dentro de una Luz mayor! En el Nombre de Dios, mi gente querida, después que hayáis recibido esta instrucción... ¡POR FAVOR, ÚSENLA! Vosotros vais a ser los Doctores de Filosofía Espiritual, y deberíais todo lo que es esencial para tal servicio justo en la "punta de vuestros dedos", si es que vais a ayudar a vuestros "pacientes". Deberíais estar plenamente familiarizados con los nombres y actividades de los Elohim y sus Complementos Divinos; los Arcángeles y sus Arcangelinas, los Chohanes (Señores—Lords) de los Siete Rayos, también representando sus actividades las funciones positivas de los centros ganglionares, los "chakras", a los que Nos acabamos de referir; el uso de las diversas actividades del Fuego Sagrado; los poderes de magnetización y radiación y —lo más importante de todo— ¡la capacidad de hacerlo vosotros mismos!....

Elohim Tranquilidad "Los Siete Elohim Hablan", pag.120, Serapis Bey Editores S.A. Panamá

LOS CHAKRAS

LA BASE DE LA COLUMNA - es el centro de la lujuria y la pasión en el ser dormido (espiritualmente). En el ser despierto, éste es el centro de la Pureza. El Elohim a cargo de éste es el Elohim de la Pureza; el Arcángel que vierte por su conducto es Gabriel; y la Llama, la de la Ascensión de Serapis Bey. No le dediquen mucha atención. El color de la llama es Blanco.

EL BAZO - es el foco de la ira, la malicia, el odio y la antipatía leve. Su actividad positiva radica en el Poder de la Invocación. Su Elohim es Arturus, su Arcángel es Zadquiel, y el Chohán es Saint Germain. El color es el de la Llama Violeta.

EL PLEXO SOLAR - es el foco de la avaricia, la glotonería, la codicia y el miedo. Su actividad positiva es la paz y la armonía. El Elohim de la Paz, el Arcángel Uriel y la Chohán Lady Nada, gobiernan su Llama de color Oro-Rubí.

EL CENTRO CARDIACO - representa negativamente la pereza, el letargo, la flojera. La radiación positiva aquí es la de amor y tolerancia. El Elohim es Orion, la encarnación del amor; el Arcángel es Chamuel, y la Chohán es Pablo El Veneciano quien comanda su Llama Rosada.

EL CENTRO DE LA GARGANTA - es el centro en el cual se encuentran, en su lado negativo, los deseos de poder, la envidia y los celos. En el lado positivo se encuentra el poder para crear perfección y realizar la Voluntad de Dios. La Llama del Poder es Azul y es gobernada por el Elohim Hércules, el Arcángel Miguel y el Maestro El Morya.

EL CENTRO DE LA FRENTE - como nadie necesita decírselo, es el poder de la razón, orgullos, arrogancia espiritual y duda en el aspecto negativo. En el aspecto positivo encontramos concentración, poder de visualización, y lleva las cualidades del Elohim Cyclopea (El ojo todo avizor de Vista), el Arcángel Rafael y el Chohán Hilarión. El color es verde. La Llama de la Verdad.

EL CENTRO CORONARIO; GRACIAS A DIOS - éste no ha sido tocado por la negatividad, pero está subdesarrollado. Cuando se desarrolle, será el centro de la Sabiduría Divina. Irradia el color Amarillo desde el corazón del Elohim Casiopea, el Arcángel Jofiel y el Chohán Lanto.


"El Libro de la Vida", pag.119, Serapis Bey Editores S.A. Panamá


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 https://grupoyosoy.com/Chakras.php

Chacras si queréis más https://www.worldpranichealing.com/es/chakra/chakras-in-human-body/






Estar al servicio de uno mismo, sorprendente mensaje del Arcángel Uriel






El Arcángel Uriel desea compartir contigo un asombroso mensaje Canalizado a través de nuestra Querida Natalie Glasson: “Estar al servicio de uno mismo”




Estar al servicio de uno mismo


…prestar servicio a sí mismo es esencial como base para ayudarlo a prestar servicio a los demás.

Saludos, soy el Arcángel Uriel, vengo con bendiciones y amor del Reino Angélico. Estamos apoyando su ascensión ahora y deseamos compartir información para respaldar su co-creación personal con el Creador.

Yo, Arcángel Uriel, se me conoce como el más sabio de los Arcángeles, mi capacidad para acceder a la sabiduría, la inspiración y la guía divina del Creador es extremadamente clara, es esto lo que deseo imprimir en tu propio ser y lo hago ahora, Por favor recibe mi energía.

Los Misterios del Universo

La sabiduría, el conocimiento y el recuerdo de la verdad del Creador siempre emergen desde el interior de cada alma y la Madre Tierra, este es un proceso constante que siempre continuará.

Actúa como una energía de apoyo, reconfortando a cada alma y constantemente devolviéndola a su centro.

El despertar del conocimiento es similar a una fuerza u onda fuerte que se mueve a través de cada uno de nosotros, a veces a un ritmo lento otras veces a un ritmo rápido.

Es nuestro compañero constante, siempre produciendo cambios dentro de nuestro ser, cuerpo, percepciones y realidad.

Es una energía que has llegado a conocer como tuya; es el Creador moviéndose a través de ustedes.

Es una energía que puedes reconocer como inspiración, iluminación, claridad o iluminación.

Tienes la habilidad de trabajar en armonía con esta energía constante de cambio y recuerdo dentro de tu ser.

Puedes invitarlo a acelerar su ritmo para expandir tu conciencia hacia la verdad del Creador dentro de ti.

Al trabajar con esta energía, es importante darse cuenta de que estás accediendo al conocimiento y la sabiduría del Universo, es inmenso, más allá de la imaginación.

Solo podrá comprender lo que es apropiado y necesario para que pueda comprender en su realidad actual.

En muchos sentidos, dentro del Universo del Creador, no hay desperdicio. No recordarás la sabiduría o la verdad que no te sirve en tu vida actual.

Aquí es a menudo donde las almas, especialmente aquellas encarnadas en la Tierra, se enredan con las Leyes del Universo del Creador.

Constantemente están pidiendo recibir sabiduría o comprensión de un determinado tema, y ​​sin embargo no entra en su mente consciente. Esto es porque no hay necesidad de que ellos reciban la sabiduría. Se enredan porque no están dispuestos a reconocer esto.

Así se crean un bloque; no pueden ver más allá de recibir la información que requieren y, por lo tanto, ignoran la sabiduría que el Creador les comparte, que es la que más los apoyará.

Esta experiencia da como resultado sentimientos de ser descuidado o no escuchado por el Creador y genera desconfianza en uno mismo y en el Creador.

No pueden ver más allá de recibir la información que requieren y, por lo tanto, ignoran la sabiduría que el Creador les comparte, que es la que más los apoyará.




…un proceso de servicio y de no apego comienza cuando comienzas a bailar en armonía con el Creador.

El Creador comparte con usted toda la información y la sabiduría que necesita cuando la solicita, esta es una ley dentro del Universo del Creador.

Con esta comprensión, comienzas a reconocer que el Creador está co-creando contigo y no desea que te distraigas debido a que tu camino en la Tierra requiere enfoque y el Universo del Creador está más allá de la expansión.

Por lo tanto, un proceso de no apego comienza cuando comienzas a bailar en armonía con el Creador.

Se da cuenta de una importante realización y se revela una comprensión de cómo existir armoniosamente en la Tierra.

Cómo bailar en armonía con el Creador

– Date cuenta de que pedir información, sabiduría, recuerdo y guía es la clave y actuar sobre esto.

– Asegúrese de que está experimentando la energía de la claridad en todos los aspectos de su ser y que está en un estado de recepción y receptividad.

Para asegurar su claridad y receptividad, puede invitarme, Arcángel Uriel, a descargar y activar dentro de su ser la luz de la claridad.

Imagina la luz de la claridad como una luz purificadora que fluye de mi ser, creando claridad en todos los aspectos de tu ser.

Luego pídeme, Arcángel Uriel, que te ayude a acceder dentro de ti a tu energía de paz que cuando se irradia desde tu ser creará un estado centrado de receptividad hacia el Creador y los cambios dentro de ti.

– Enfócate o imagínate a ti mismo recibiendo la sabiduría, la inspiración o la iluminación que necesitas.

– Imagina la energía del Creador moviéndose a través de ti, la energía de la iluminación y la inspiración que está constantemente apoyando y activando los cambios en tu ser.

Recuerda que esta energía es tu compañera y te es familiar.

– Observe si alguna respuesta despierta dentro de su ser a su pregunta original y solicite sabiduría.

– Si la sabiduría surge dentro de tu mente, los sentimientos y la conciencia lo dejan, acéptalo voluntariamente incluso si no lo comprendes.

Si la sabiduría no nace, reconozca que, si es apropiado, la sabiduría y la información fluirán hacia usted con el tiempo divino.

– Es importante darse cuenta de que también se requiere un estado de paz y no apego.

Si continúa preguntando y practicando este proceso y no fluye sabiduría hacia usted, entonces es necesario darse cuenta de que la información que solicita no es necesaria en su realidad y evolución espiritual en este momento.

En cambio, es necesario cambiar su perspectiva y comenzar a contemplar lo que está solicitando, por qué lo solicita y el resultado que desea manifestar o experimentar.

Cuando comienzas a pensar de manera diferente, dejas de lado el apego a la sabiduría que el Creador cree que no necesitas.

En cambio, te abres para recibir toda la abundancia de sabiduría e iluminación que te servirá bien en tu realidad, creando el mayor.

El proceso que te guio para explorar es trabajar en armonía con el Creador para que te sirva a ti mismo.

Se habla mucho sobre prestar servicio a los demás, sin embargo, prestar servicio a sí mismo es esencial como base para ayudarlo a prestar servicio a los demás.

Cuando te das cuenta de que es imposible entender y acceder a la gran extensión que es el Creador mientras te das cuenta de que encarnas completa y absolutamente todo lo que es el Creador, te das cuenta de que hay sabiduría que te sirve y sabiduría que te distrae.

Buscar la sabiduría que te distrae solo causa insatisfacción y estancamiento. Ejemplos de peticiones de sabiduría pueden ser, deseando saber el nombre de su grupo de almas, sobre una vida pasada, la presencia de un alma gemela o desear obtener iluminación sobre un tema determinado.
 
Contemplar con el Creador

Tómese un tiempo para contemplar con el Creador lo que es servirle a usted mismo.

Para comenzar este proceso, permítase sentarse pacíficamente enfocándose en su respiración.

Invita al Creador a activarse desde tu interior y estar presente a tu alrededor.

Tómese el tiempo para sentir o reconocer al Creador, familiarizarse y darse cuenta de la presencia del Creador.

Siente como si fueras uno con el Creador, que el Creador está armonizado con todos los aspectos de tu ser y tu vida.

Luego diga en voz alta o dentro de su mente:

“Amado Creador, revélame lo que realmente significa para mí ser el servicio a mí mismo. ¿Qué necesito entender, comprender y poner en acción para poder servirme a mí mismo y a la vida que mi alma desea experimentar en la Tierra? Con gratitud recibo tu inspiración divina como pensamientos inspirados dentro de mi mente o sentimientos dentro de mi ser. Gracias”.

Siéntese en paz y en lugar de enfocarse en recibir, simplemente permítase ser uno con el Creador.

Ahora es el momento de servirte a ti mismo; Has estado esperando muchas vidas por esto.

Estoy con usted; Yo soy tu luz

Arcángel Uriel



El Creador comparte con usted toda la información y la sabiduría que necesita cuando la solicita, esta es una ley del servicio dentro del Universo del Creador.


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