TODAS LAS COSAS SON POSIBLES de NEVILLE GODDARD






En el capítulo 9 del Libro de Marcos, se dice: “Todas las cosas son posibles para el que cree”, y en el capítulo 19 del Libro de Mateo se nos dice: “Con Dios todas las cosas son posibles”. Aquí vemos a Dios equiparado con el creyente.

Sentado aquí esta noche tú crees que eres un hombre o una mujer. Crees que estás aquí, ¿pero estás dispuesto a creer que puedes ir más allá de lo que tú razón y tus sentidos dictan? Tú no tienes que limitar tu poder de creencia a lo que tu mente razonadora dicta. La elección y sus limitaciones dependen totalmente de ti, pues todas las cosas existen en la imaginación humana y es de tu imaginación que tu creencia deriva. Si vas más allá de los dictados de la razón, debe ser a través de tu imaginación, y ya que todas las cosas ya existen allí, tú puedes en cualquier momento ir más allá de lo que tú razón y tus sentidos dictan.

Acabamos de tener una erupción en el mundo cristiano en relación con los pequeños iconos que las personas han fabricado y adorado por más de mil años. El Salmo 115 los describe así: “Sus ídolos son plata y oro, la obra de las manos de los hombres. Tienen ojos pero no ven; bocas que no hablan; orejas que no oyen; manos que no sienten; pies que no caminan y ningún sonido se oye en sus gargantas. Aquellos que los fabrican son como ellos; así son todos los que confían en ellos.”

En el periódico de hoy se cuenta la historia de una actriz famosa que tuvo un accidente mientras iba en su Rolls Royce. Sufrió heridas, pero no de gravedad y atribuyó su suerte al pequeño icono que ella llamaba San Cristóbal. Ella es igual que el que lo fabricó y se lo vendió, pero no lo sabe. No juzgues a otros por sus posesiones mundanas. Las recibieron a través de la creencia, pero ellos no saben que su propio ser es el que las creó para ellos. Ella creyó que su pequeño icono de oro la salvó de un accidente fatal. Nada excepto su creencia en él la salvó. Compró y creyó en su pequeño icono porque ella no conoce a aquel en quien debería confiar.

Todas las cosas son posibles para el que cree y “con Dios todas las cosas son posibles”. Aquí vemos que Dios y el creyente son uno. Cuando salgas de aquí esta noche, esperarás encontrar tu casa donde la dejaste. Te irás a dormir allí y creerás que te despertarás en tu cama mañana por la mañana. Crees que estás vestido ahora mismo. Yo te digo: tu capacidad para creer es la imaginación humana, la cual es el único Dios. Siendo todo imaginación, te has restringido a ti mismo por el cuerpo de sensación y razón que llevas. La razón te dice que tú estás en esta sala, que tienes una cierta cantidad de dinero y que no puedes tener más a menos que hagas un esfuerzo físico para conseguirlo. Pero desearías tener más, ¿verdad?

Asume tu deseo a través de la sensación de sentir. Esa asunción, subjetivamente apropiada y creída cierta, es la fe. ¿Puedes creer en su realidad? Sabiendo que todas las cosas son posibles para el que cree, ¿puedes convencerte de que, aunque tu razón y tus sentidos lo niegan, tu asunción hará que sea así? Blake, en su maravilloso “Matrimonio del Cielo y el Infierno”, dijo: “Yo cené con Isaías y Ezequiel y pregunté: '¿Una fuerte convicción de que una cosa es así, hace que sea así?' e Isaías respondió: 'Todos los profetas lo creen, y en épocas de imaginación una firme convicción movía montañas, pero hoy muchos no son capaces de una firme convicción de nada.'” Todo aquí fue una vez sólo un deseo, creído. Este edificio, la ropa que llevas o el coche que conduces fueron primero un deseo, luego creído hasta que llegó a existir.

Sí, creo que hay un hombre llamado Neville. Él puede trabajar para ayudarte en el cumplimiento de tu deseo, si tú crees que lo tienes. Muchos hombres pueden venir y vendrán a ayudarte, aún sin saber que lo están haciendo, si tú crees. No tienes que convencer a los demás para que te ayuden; todo lo que necesitas hacer es creer que eres lo que quieres ser y luego deja que el mundo (que no es nada más que tú mismo proyectado fuera) trabaje para hacer posible tu asunción. Te lo prometo: tu deseo se cumplirá, ya que todas las cosas son posibles para el que cree.

El fallecido Robert Frost dijo: “Nuestros padres fundadores no creyeron en el futuro, creyeron el futuro en su interior”. El poder más creativo en ti es tu poder para creer una cosa en tu interior. Nuestros padres fundadores no creyeron que el paso del tiempo haría que este país fuera como ellos deseaban. Ellos querían democracia, no una monarquía, y sabían que sentarse y esperar a que llegara a suceder no lo haría – tuvieron que apropiársela, así que simplemente lo creyeron en su interior. ¿Cómo? Mediante la fe. Se apropiaron subjetivamente de su deseo.

Digamos que te gustaría estar en San Francisco ahora, pero no tienes tiempo ni dinero para hacer el viaje. ¿Qué haces? Ignoras el momento presente y subjetivamente te apropias de tu esperanza objetiva durmiendo en San Francisco esta noche. Cuando estés tumbado en tu cama, mira tú mundo a través de los ojos de alguien que está durmiendo en San Francisco. Puede que despiertes por la mañana y encuentres que todavía estás físicamente en Los Ángeles, pero mientras dormías se estuvieron llevando a cabo cambios que te obligarán a hacer el viaje. Yo te digo: tú siempre irás físicamente al estado subjetivo que te hayas apropiado.

Recuerda: todas las cosas son posibles para el que cree, y con Dios todas las cosas son posibles. El hombre cree que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, pero no equipara a Dios consigo mismo, el creyente. Pero la Biblia equipara a Dios, el creador de todo, con el que cree. Y la creencia no tiene que ser restringida, sino que puede ir más allá de la evidencia de los sentidos y la razón.

En el mundo tienes que recurrir a lo externo para iluminar tu camino. Puedes encender una vela, una lámpara, o usar la electricidad; pero un día te volverás al interior para descubrir que tú eres la luz del mundo. Entonces sabrás que tú eres Dios, la luz del amor infinito, del poder infinito y de la sabiduría infinita. Te expandirás en estos estados a medida que rompas las barreras de la razón y los sentidos. Te reto a que te examines. ¿Te estás manteniendo en el estado que deseas experimentar? Ponte a prueba, y al hacerlo estás probando a Cristo, pues él es el poder y la sabiduría de Dios. No cuesta nada ponerle a prueba, así que inténtalo.

Se nos dice que la imaginación nos habla por medio de los sueños y se revela en visiones. Una noche se me mostró cómo ponerme a prueba. Esa noche me encontré en una mansión enorme en la 5ta Avenida de la ciudad de Nueva York a comienzos de siglo. Todo lo que el dinero podía comprar estaba en esa mansión. A pesar de que yo era invisible para las dos generaciones que estaban presentes, podía oír todo lo que ellos decían. El señor mayor habló, diciendo: “Padre solía decir, mientras estaba parado sobre un solar vacío, 'Recuerdo cuando esto no era más que un solar vacío', entonces describía el edificio que él quería que estuviera allí como si ya fuera sólido y real.” Luego la escena cambiaba y veía el edificio, ahora completo, erigido en donde sólo un momento antes no había más que un solar vacío. El abuelo estaba ahora de pie junto a su hijo y su nieto y decía: “Recuerdo cuando esto era un solar vacío.”

Este sueño me enseñó una maravillosa lección. Yo era el abuelo, el hijo y el nieto. Dependía de mí ahora transmitir este conocimiento a otras generaciones. Mientras te encuentras en un estado baldío puedes decir: “Recuerdo cuando esto era baldío.” Si era baldío, estás dando a entender que ya no es así. Entonces puedes – mediante el ejercicio de tu sentido interno de vista, oído, gusto, olfato y tacto – ocupar el estado y permitirle que se exteriorice para ti. Te digo, no importa lo que tienes o quien eres en este mundo, todas las cosas son posibles para ti cuando crees.

Puedes creer en uno o más de los noventa extraños llamados santos que ahora han sido degradados, pero si crees, ellos han servido a su propósito. Ahora, los que antes creían en iconos en el exterior deben dar la vuelta y aprender a creer en sí mismos. Ha llevado mucho tiempo, durante más de mil años los hombres han creído estas tonterías. Tú no tienes que cubrirte la cabeza nunca más para entrar en la iglesia – por tanto, ¿fue alguna vez necesario? No tienes que creer en San Cristóbal nunca más. Nunca fue necesario; pero el hombre, en su estado infantil, no podía creer en sí mismo, así que creó con sus manos humanas algo en lo que creer y su creencia se produjo ella misma. El icono no lo hizo por el individuo. Su creencia lo hizo por él.

Todas las cosas son posibles para el que cree y con Dios todas las cosas son posibles, por tanto, ¿no es Dios uno con el creyente? Su nombre por siempre y para siempre es “Yo Soy”. ¿No sabes que tú eres? ¿Sabiendo eso, no estás diciendo: “Yo soy”? Si tu nombre es Juan, debes ser consciente de ello antes de que puedas decir: “Yo soy Juan.” Yo digo: “Yo soy Neville.” Puede que no siempre diga “Yo soy” antes de decir “Neville”, pero soy consciente de ser Neville antes de decir la palabra. Le he dado a mi consciencia de ser un nombre. Ese nombre es Neville. No tengo que repetir las palabras “Yo soy” para definir aquello de lo que soy consciente; pero mi conciencia es Dios, el creyente, y no hay otro Dios.

Ahora, todas las cosas existen en la imaginación humana – no sólo las cosas buenas, sino todas las cosas. Escucha estas palabras del capítulo 32 del Libro del Deuteronomio: “Ved que yo, y sólo yo, soy él y no hay Dios fuera de mí. Yo mato y yo hago vivir, yo hiero y yo sano, y nadie puede librarse de mi mano.” ¿Quién puede matar sino Dios? Tú puedes decir: “Yo le maté”, pero ese es el nombre de Dios. Tu propia maravillosa imaginación humana tiene el poder de matar y hacer vivir, herir y sanar y no hay nadie que pueda librarse de tu mano, pues no hay Dios fuera de tu propia maravillosa imaginación humana.

Mientras estás sentado aquí tienes la capacidad de creer. Puedes creer en algo estúpido, pero tú crees [en ello] y tu creencia hará que funcione. Ese del que hablo como Dios es tu yo más fuerte, y sin embargo tu esclavo, para sus propios fines. Él te sirve tan indiferentemente y tan rápidamente tanto cuando tu voluntad es mala como cuando es buena. Lo hace evocando imágenes de bien y de mal igual que si fueran reales. Permitiéndote imaginar todo lo que tú desees, él lo proyecta sobre esta pantalla del espacio con el fin de que tú lo experimentes. Puedes moverte hacia ello tan natural y tan fácilmente que puedes olvidar el momento irreflexivo en el que la semilla fue plantada, y por lo tanto no reconocer tu propia cosecha.

El ser que tú realmente eres es el Dios de las Escrituras que es tu propia maravillosa imaginación humana. ¿Puedes marcharte de este auditorio esta noche con la profunda convicción de que eres lo que quieres ser? ¿Estás dispuesto a asumir sus alegrías y pesares? Tu asunción es tu apropiación subjetiva de un hecho objetivo. Eso es la fe y sin fe es imposible agradarle.

Esta noche, cuando yo abandone este edificio conduciré hasta casa con mi amigo. Mientras viajamos pasaremos por ciertas calles y veremos objetos familiares porque estaremos viajando con la vista. Pero cuando camino por fe mis pasos son invisibles, pues estaré caminando en la asunción de mi deseo cumplido. Pablo nos dice que “caminemos por fe y ya no más por vista”. Todos sabemos cómo es caminar por vista, pero ahora somos llamados a romper ese hechizo y caminar por fe.

Yo te digo que es posible ser cualquier cosa que quieras ser, ya que el creyente y el Dios del universo son uno. No te divorcies de Dios, pues Él es tu Yo Soydad. Cree en tu Yo Soydad, porque si no lo haces tú nunca cumplirás tu deseo. Sólo asumiendo que ya eres la persona que te gustaría ser lo lograrás. Es tan simple como eso.

No estoy diciendo que sea fácil, pero se vuelve más fácil con la práctica. Si le diera un Stradivarius a alguien que ha dominado el violín él podría elevarme a la enésima potencia de la alegría, pero si pusiera el mismo violín en las manos de alguien que no pudiera tocarlo, rápidamente me volvería loco. Es el mismo violín, sin embargo, uno produce armonía mientras que el otro produce disonancia. Tú matas y haces vivir con el mismo instrumento, que es tu propia maravillosa imaginación humana. Tú puedes crear muchas disonancias hasta que aprendes cómo tocar. Nosotros estamos aquí en este mundo de oscuridad educativa aprendiendo a tocar el instrumento que es Dios. Puede que no conozcas a nadie que te diera 10.000 dólares ahora mismo, pero si crees que todas las cosas son posibles para Dios y sabes que Dios es tu imaginación humana, tú puedes imaginar que tienes el dinero, persiste en tu creencia y lo tendrás. Cómo, no lo sé; yo sólo sé que de acuerdo a tu creencia te será hecho a ti.

¿Crees que todas las cosas son posibles para Dios? ¿Y crees que Él es tu propia maravillosa imaginación humana? Sabiendo que Dios es todo amor, y que tú eres capaz de imaginar cosas desagradables, puede que no creas que tu imaginación es Dios, pero si eso es cierto entonces Dios no es todopoderoso. Si tú puedes imaginar algo que Dios no puede, entonces tú le trasciendes. Si Dios toca sólo notas armoniosas y tú puedes tocar cuerdas que producen disonancia, así como armonía, entonces tú eres más grande que Él porque tú puedes hacer algo que Él no puede. Pero yo te digo: tu propia maravillosa imaginación humana mata y hace vivir, hiere y sana, pues todas las cosas salen de la imaginación humana. Mientras estás aprendiendo a usar y creer en tu imaginación humana puedes hacer vivir eso que no quieres. Puedes herirte a ti mismo en el proceso, pero lo que tú creas en tu imaginación puedes descrearlo.

Todo puede ser resuelto, aunque mientras estés aprendiendo cometas errores horribles. No te condenes por nada que alguna vez hayas hecho, estés haciendo o puedas hacer, mientras aprendes a tocar el instrumento que es Dios mismo y tu propia maravillosa imaginación humana, ya que no hay otro poder creativo.

Lo que ahora está probado fue una vez [algo] sólo imaginado. Mi sastre usa su imaginación para confeccionar mis trajes para mí. Ellos tienen que ser imaginados primero antes de cortar la tela. Mi sastre no coge sus tijeras y empieza a cortar la tela con la esperanza de que algo saldrá [de ahí]; él lo imagina primero. Y cuando me siento en el sillón de mi barbero, él ve lo que debería tener en mi cabeza en lugar de lo que está ahí. Todo debe ser imaginado primero antes de que pueda convertirse en un hecho, y esa capacidad de imaginar es Dios.

Ahora bien, tú no observas al imaginar cómo haces con los objetos en el espacio, porque tú eres la realidad que se llama imaginación. Puedes observar esta sala, que fue una vez sólo imaginada, pero no puedes observar el poder creativo que la concibió. Las cosas creadas se ven, pero tú – el creador – no eres visto, y nunca sabrás que eres Él, hasta que el hijo único de Dios, David, se plante delante de ti y te llame Padre. No todo el mundo aceptará este conocimiento, porque ellos preferirán tener sus pequeños iconos. Estoy bastante seguro de que esta actriz italiana que tuvo el accidente no estaría interesada en mis palabras ni en creerlas, y ella no está sola. Hay cientos de millones esta noche que no renunciarían a sus pequeñas medallas. Yo vi donde el cardenal McIntyre había puesto su sello de aprobación en el reverso de la medallita de San Cristóbal, dándole así su bendición. En un lado hay una cara que nunca existió y en el otro, un sacerdote de la iglesia da su aprobación. Qué tontería, sin embargo las medallas funcionan porque la gente cree que lo hacen.

Es hora de que el hombre deje de creer en algo afuera y empiece a creer en su imaginación humana. Es hora de desechar todos los iconos externos. “No harás imagen tallada de mí, ni tendrás otros dioses aparte de mí.” Puede que no tengas educación, ni dinero o bagaje social, y te resulte difícil creer en ti mismo; pero debido a que todas las cosas son posibles para el que cree, y con Dios todas las cosas son posibles, puedes salir de tus sentidos y creer que cualquier cosa exista. Pon a prueba tu imaginación, y si se demuestra en la práctica, ¿Qué importa lo que el mundo piense?

A través de la prueba yo he demostrado la imaginación. Le he descubierto y ahora comparto mis hallazgos con los demás. Él es llamado Felipe, el amante de los caballos, el símbolo de la mente. Sabiendo que Felipe ama aprender acerca de cómo funciona la mente, le digo que “He encontrado a aquel de quien Moisés y la ley y los profetas hablaron – Jesús, el Mesías. Yo te llevaré a él.” Tú estás aquí porque, como Felipe, deseas saber más sobre la mente y sus funciones. Yo puedo llevarte a Jesús diciéndote quién es él, pero no te lo puedo mostrar, pues él es invisible.

Tu YO SOYdad es él. Di: “Estoy seguro, soy rico, soy libre.” Esto puede no ser verdad en base a tus sentidos, pero yo simplemente te estoy pidiendo que digas las palabras, pues en el momento que lo hagas te estás apropiando subjetivamente la seguridad, la riqueza y la libertad. La razón tratará de apartar estas cosas de ti, así que te pido jugar a un pequeño juego conmigo. Sal por la puerta y camina como si fueras seguro, rico y libre. Duerme esta noche como si fuera cierto. Si lo haces, no te quedarás dormido viendo el mundo como hiciste anoche, lo verás de modo diferente. Si esta mañana alguien te dio un cheque por 20.000 dólares y lo depositaste en tu cuenta, serías 20.000 dólares más rico, por lo tanto tú no podrías dormir esta noche como lo hiciste antes. Ahora, sin esperar a que físicamente alguien te de el dinero, vete a la cama como si fuera verdad. Pon a Cristo a prueba extrema. Si todas las cosas son posibles para Dios y si todas las cosas son posibles para el que cree, ¿puedes creer? No te estoy diciendo que tendrás éxito la primera noche, ni incluso la segunda. Habiendo sido entrenado a aceptar sólo lo que tu razón y tus sentidos dictan, puede que te resulte difícil, casi imposible, creer que podrías creer – ¡pero puedes!

Esta mañana, mientras estaba regresando a este mundo me encontré con una escena de sombras de seres. El primero era ciego, incapaz de ver el mundo a su alrededor. El segundo veía, pero su visión era limitada. El tercero veía más que el segundo, y el cuarto podía ver, oír, y hacer más que el tercero. Me desperté, diciéndole a mi amigo Bob Crutcher: “Con tu talento para escribir, podrías escribir una película sobre esta serie de eventos. Si lo hicieras, recibirías 3.000 dólares por ello.”

Yo sabía que al igual que un actor me había identificado con cada ser de sombra que había visto. A pesar de las sombras, yo, el perceptor, había asumido uno detrás de otro hasta encontrarme limitado por el estado percibido. Cuando asumí el primero yo estaba totalmente ciego. Cuando asumí el segundo podía ver un poco, y en el tercero un poco más. Entonces me desperté instando a Bob a escribirlo, para mostrar cómo el hombre está restringido por lo que él está vistiendo.

Con el fin de interpretar un papel tú debes sentir el papel. Como el hombre ciego yo tenía que sentir el camino. Cuando me puse otra vestimenta yo podía ver y no tenía que sentir ya. Con cada vestimenta que llevaba, yo sentía cada vez más, y desperté instando a mi amigo a mostrar esto en forma de imagen con la esperanza de que aquellos que lo vieran entenderían que el hombre sólo está interpretando un papel. El papel no tiene por qué ser el que se le dio al nacer. Él puede escoger un papel y entrar en él en cualquier punto del tiempo.

Ahora mismo tú estás interpretando un papel. Si no te gusta puedes cambiarlo. Podrías interpretar el papel de un hombre más rico que el que tú eras hace veinticuatro horas. Es sólo un papel para que lo interpretes, si lo deseas.

Todo lo que te estoy diciendo es de la Biblia. “Yo mato y yo hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay nadie que pueda librarse de mi mano. Yo, y sólo yo, soy él y no hay Dios fuera de mí. Yo soy el Señor tu Dios, el santo de Israel, tu Salvador y fuera de mí no hay salvador.” Estas son las palabras de Dios, reveladas a través de sus profetas de la antigüedad. Su profecía se cumple en el Nuevo Testamento así: “Cualquier cosa que desees, cree que la has recibido y la recibirás.” Así de fácil es como lo aplicas, pues una asunción, aunque sea falsa y negada por tus sentidos, si persistes en ella se solidificará en hechos.

Yo te lo estoy diciendo: tú eres Dios y nunca hubo otro. El ser en ti es Dios, y tú y yo somos uno, porque sólo hay un Dios. Finalmente sabrás que tú y yo somos uno, pues descubrirás que eres el padre de mi hijo, que sabrás que es tu hijo. De hecho, no será el hijo revelándote como el Padre, sino tú, el Padre, revelando a tu hijo.

Ahora entremos en el silencio.


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de la WEB



EL ÁNGEL DE LAS SOLUCIONES











Independientemente de lo que las enseñanzas religiosas tradicionales hayan dicho sobre las “subidas y bajadas” de la vida, estoy de acuerdo con los místicos y sabios de la antigüedad que enseñaron que el único lugar al que podemos ir es hacia arriba, que la espiral de la vida conduce siempre hacia el ascenso.


Así me gustaría comparar el viaje de aquellos que se encuentran en el camino espiritual con el trayecto de un escalador, pues, aunque la espiral puede ir zigzagueando alrededor de la montaña, el movimiento es siempre hacia un nivel superior. Sí, existen ciclos y fuerzas cíclicas y procesos rítmicos, pero forman parte del designio divino para impulsarnos hacia delante. El relato de la “Caída” bajo el árbol de las manzanas ha grabado con tal fuerza esas mentiras en nuestra conciencia que siempre estamos mirando hacia abajo o mirando por encima del hombro para ver cuándo vamos a ser atrapados por la desgracia. Eso es lo que puede hacer una programación errónea.


Ahora, es probable que te estés preguntando por qué pareces estar atrapada entre las zarzas del barranco, cuando la ley que dice claramente “arriba, arriba, adelante” es la Verdad de la Vida. Por lo general, las dos razones principales son:



a) No estás siendo consciente de que la espiral te ha de llevar de una expansión de conciencia hacia otra, y luego otra, hasta alcanzar la cima de la montaña de la iluminación, y, sin tener conciencia de este principio que gobierna la vida y de la forma en que opera, el mandato, simplemente no se aplica; y


b) Te imaginas tan culpable de haber cometido alguna acción equivocada que sientes, quizás inconscientemente, que mereces alguna forma de castigo. Al aceptar la omnipresente energía del Perdón Divino que está constantemente presionando sobre nuestra consciencia, y al perdonar a los otros, y a ti mismo por las posibles equivocaciones del pasado, lograrás transmutar la culpa y suspender la sentencia.


Sólo recuerda que en tu vida eterna nunca has cometido un error. Lo que hiciste en esa época fue siempre conciencia-en acción, y realmente no tuviste otra posibilidad de elegir salvo la de hacer lo que hiciste, debido a que en esa acción era donde tú eras conciencia. La Ley de la Conciencia siempre está representándose a sí misma en el exterior, y siempre ha estado cumpliéndose a través de sus actos de pensamiento, palabra y deseo. Por lo tanto, tus acciones han sido perfectas, independientemente de las obligaciones kármicas en que hayas incurrido.


Examinemos más detenidamente los ciclos de la vida. Tu divina conciencia, la Realidad que tú eres, tiene sus propios latidos, sus propias vibraciones y sus propios ritmos. Al ajustar tu mente y tu naturaleza sensible a las vibraciones particulares de la pulsación de tu alma, por medio de meditar, escuchar y vivir la vida espiritual, tú puedes situarte por encima de las colinas y valles de experiencia tridimensional. Continuará habiendo períodos de intensa actividad, seguidos por interludios de viajes interiores para asimilar las divinas impresiones, pero pronto te moverás más allá de la sensación de dualidad que te trae esas idas y venidas de la salud a la enfermedad, de la abundancia a la carencia, de la armonía al conflicto, de la alegría a la tristeza.


El problema para la mayoría de nosotros, radica en que enfocamos casi exclusivamente nuestra atención en el mundo objetivo – el mundo de los efectos – y olvidamos que el propósito de nuestra vida es concentrarnos en la ascendente espiral de la conciencia, es decir en la Causa. Cuando entramos en períodos de aparente inactividad en la vida exterior, en los que podemos pensar que atravesamos tiempos de sequía y que no estamos haciendo nada satisfactorio, debemos recordar que la espiral de energía está, simplemente, disminuyendo el promedio de sus vibraciones para moverse luego hacia un nuevo y más elevado nivel de actividad.


Incluso cuando nuestras vidas parecen pasar por un período restrictivo, no existe ninguna razón para preocuparse y, en particular, no debemos permitir que las atemorizadoras películas de horror sobre “lo que podría suceder” comiencen a proyectarse en nuestra mente. Tenemos que aprovechar esos momentos para recordar la espiral y tener en cuenta que el Poder está concentrando sus fuerzas para dar un poderoso salto hacia una nueva actividad en la que encontraremos mayores bienes, y también tenemos que utilizar nuestra imaginación creativa (la “imagen más clara”) para ver sólo la satisfacción y el cumplimiento en todas las áreas de nuestra vida.


Sólo durante esos momentos de intensa actividad exterior sabemos que la pulsación del alma se ha incrementado para revelarnos un nuevo ciclo de experiencias y de crecimiento, y, algunas veces, un extenuante esfuerzo de edificación y de desarrollo hacia un mejoramiento de nuestra calidad de vida.


Cuando la totalidad, la prosperidad y la armonía se representan en el exterior, sabemos que estamos en el ritmo del Espíritu y que estamos siendo llevados hacia niveles aún más elevados de experiencia celestial. Pero cuando la forma que adopta nuestra vida nos llama la atención con señales de enfermedad, insuficiencia y conflictos, eso significa que hemos abandonado temporalmente la curva de energía – nuestro diseño de vida- y que estamos girando dificultosamente en el espacio vacío que circunda el camino de la espiral.


El Ángel de los Ciclos y las Soluciones nos ayuda a retomar nuestro camino. A menos que esa energía se encuentre bloqueada por la acción del ego que proyecta sobre él pensamientos cómo “es demasiado bueno para ser verdad”, “lo bueno no puede durar”, “sólo sé que algo malo está por suceder”, este Ángel te ayudará a mantenerte firme en tu camino, independientemente de lo que esté sucediendo en tu mundo. Y su ayuda, frecuentemente, se presenta como un estímulo para que cambiemos nuestras actitudes, para capacitarnos para sentir cómo nuestro camino vuelve a inscribirse en la corriente de energía, para reconectarnos mentalmente con el Maestro que mora en nuestro interior, y para recordar que hemos emprendido un viaje en la conciencia.


También nos brindará la inspiración para que volvamos a entregarnos a la Presencia que nos habita y para que permitamos que la omnipotente Causa se haga cargo de los ciclos de nuestra vida. Además, se encargará de imprimir en nosotros el conocimiento interior de cada una de las vueltas ascendentes de la espiral que nos llevará a una expansión de la conciencia, nos revelará las soluciones de los problemas que experimentamos en la curva descendente y nos acercará a la perfección última.


Esta energía del Ángel de los Ciclos y las Soluciones, que es de aplomo y confianza, junto a la creencia en un futuro positivo, te permitirán aceptar los cambios sin temor y enfrentar los ciclos expansivos con mayor intrepidez y confianza en sí mismo. Recuerda que el cambio forma parte del orden natural de las cosas, lo cual significa que los cambios en nuestros trabajos o en nuestras profesiones, los traslados de un lugar a otro, las reorganizaciones grupales, los cambios en el estilo de vida familiar, el cambio de compañero, y muchos otros, son el resultado de los impulsos cíclicos. Estos cambios deberían ser aceptados desde el punto de vista de quien está en el camino espiritual y sin experimentar absolutamente ninguna clase de temor.


En un sentido muy real, el Ángel de los Ciclos y las Soluciones nos toma de la mano y, en cada punto de intersección del arco descendente, nos conduce gentilmente a través de las curvas del camino, nos ayuda a enfrentar los desafíos y a solucionar los problemas del ciclo anterior. Estas soluciones se nos revelan al demostrarnos claramente que, en primer lugar, el problema nunca ha existido como tal, sino que es una creación equivocada de nuestra mente. Cuando la energía de los problemas es dejada de lado, la apariencia del problema se desvanece por sí sola. Si esta energía es proyectada hacia fuera por un ego hiperactivo, nos volvemos egoístas, vanos y pomposos, y ocultamos nuestro miedo al futuro tras la máscara de la arrogancia. Nuestra vida continúa encaramada en la “montaña rusa” y seguimos dedicando la mayor parte de nuestra atención a la “seguridad” y a conservar el status quo.


Este Ángel le manifestó al autor que:


“Durante sus visitas al Planeta Tierra, la gente construye una morada particular situada en su conciencia. En ese lugar tienen un nombre, un cuerpo y un cúmulo de experiencias superpuestas y desordenadas al que llaman vida. Su lema, “Hazlo lo mejor que puedas”, significa que deben aprender cómo vivir con las cartas que han recibido y que deben ser todo lo felices que puedan durante su permanencia en esa tierra extraña.


“Así, desarrollan zonas de comodidad, de satisfacción, de seguridad, junto a ciertas expectativas, es decir una serie de comportamientos en los que se sienten en su casa. Pero el Universo no sabe nada de compartimientos. El yo no puede ser confinado a un espacio finito. Su extensión es infinita y su Autosatisfacción no puede ser negada, y esa es la razón por la cual nos incita a no ser poseídos por nuestras posesiones, a no solidificar nuestras vidas, sino a mantenerlas abiertas y a estar preparados y listos para el cambio, pues su verdadera naturaleza es el cambio y seguirá su camino a pesar de todo.


“La personalidad debe adecuarse a recorrer ese camino, a ser flexible, maleable y a seguir el camino del Yo que conduce a través del laberinto. El YO SOY abre el camino hacia el futuro llevando la lámpara de la Verdad, que refleja el verdadero significado de la vida y ese es el significado del versículo de la Biblia que dice: YO SOY el camino, la verdad y la vida”. Todas las almas deben alcanzar ese punto de confluencia en que deben estar dispuestas a recibir, de un momento a otro, la noticia de que deben venderlo todo, de que deben arrancar sus raíces de todo lo que es conocido y confortable, en que deben decir adiós a la familia y a los amigos, y avanzar hacia nuevos horizontes, incluso si en ese momento no pueden avizorarlos. Pero yo puedo, y ayudaré a todos a seguir la Luz.”


FINALIDAD: Desarrollar la habilidad necesaria para aceptar los cambios y para ingresar en ciclos de expansión con la actitud de que nada malo puede ocurrirnos y que siempre encontraremos el bien absoluto; también se lo llama la Energía de los Milagros.


Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: egoísmo, vanidad y pomposidad; la arrogancia utilizada como una máscara para encubrir el temor al futuro; la vida es una montaña rusa de felicidad y desesperación.


Su energía resulta bloqueada debido a: el miedo inconsciente a que algo “malo” este a punto de suceder; la exagerada atención a la seguridad y al status quo; la creencia en la dualidad del bien y el mal.



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Extraído

http://espiritualidad-almalu.blogspot.com/search?q=EL+ANGEL+DE+LAS+SOLUCIONES










EL LIBRO DE LA ABUNDANCIA de MARTIN FREEMAN







Introducción


Una de las mayores desgracias que han angustiado al hombre de todas las épocas es, sin duda, la ignorancia.

En los campos de la actividad humana donde esa ignorancia es más potente y reconocida, destaca el funcionamiento y utilización de nuestras capacidades cerebrales del hemisferio derecho, en otras palabras, de la llamada mente subconsciente.

Hace ya muchos años escribía Robert Updegraff:

No es tanto la carencia de poder cerebral, de capacidad o de astucia, lo que impide al hombre progresar más deprisa hacia sus objetivos. Es más bien que sólo utiliza para ello la mitad de la mente. El resultado es que fuerza demasiado su mente consciente, demasiadas horas al día y demasiados días al año. Nos sentimos virtuosos por trabajar tanto y con tanto empeño que nos agotamos cuando lo que deberíamos sentir es vergüenza por trabajar tanto, lograr tan poco y estar cansados mentalmente.

Otra área no menos importante de la experiencia humana donde la ignorancia se intensifica con el paso de los siglos, es la concerniente a la interrelación del hombre con las fuerzas que rigen y gobiernan el universo, con los planos superiores de la existencia, con la divinidad: con Dios. Tabú para la ciencia, aséptica, desinteresadamente tratado por la filosofía y groseramente monopolizado por las distintas religiones, el tema de la posible relación – e interrelación – del hombre con la divinidad es uno de los menos estudiados en nuestra cultura de finales del siglo XX La presente obra pone de manifiesto una sorprendente conexión entre estos dos campos: el nivel mental llamado subconsciente constituye un canal de comunicación, una puerta permanentemente abierta que nos pone en contacto con los niveles más elevados de la existencia, con la divinidad.

Sin menoscabo de su evidente utilidad práctica, las sencillas instrucciones contenidas en este libro cumplirán la importante función de avivar en el lector la llama espiritual, de mostrarle un camino fácil y directo que le permitirá establecer una comunicación – sin intermediarios de ningún tipo – con la inteligencia que gobierna el universo, con lo trascendente.

John Greensfield
1994. Sausalito, Ca.


Un Cambio Definitivo

En este mundo hay miles de millones de personas que desearían experimentar un cambio definitivo en sus vidas. Con frecuencia piensan y hablan sobre ello. Trabajan con la intención de mejorar y se afanan hasta el límite de sus fuerzas; sin embargo, son muy pocos los que realmente consiguen salir de su triste condición.

Si estás entre esos millones de personas y si de verdad quieres superar definitivamente tu situación actual, puedes considerarte afortunado. Los planos superiores de la existencia han oído tus anhelos y han respondido a ellos. Este libro pequeño en tamaño pero grande en contenido es una respuesta a tus necesidades.

Léelo con atención y te enseñará cómo conseguir que, desde ahora, tu vida sea la expresión de la abundancia, del éxito y de la felicidad que siempre has soñado.

El éxito y la prosperidad son atributos espirituales que nos pertenecen a todos, aunque no todos sepamos hacer uso de ellos.

Si sigues paso a paso sus enseñanzas, esta obra te ayudará a lograr todo lo que deseas: abundancia, dinero, éxito, amor y bienestar. Te ayudará a potenciar tus facultades espirituales y a desarrollar tus talentos artísticos, científicos o profesionales. Te ayudará, en una palabra, a conseguir felicidad.

¿Qué es la Felicidad?

Todos, en mayor o menor grado, hemos experimentado alguna vez efímeros momentos de felicidad. Su duración fue inevitablemente breve. Muy pronto aquel estado anímico tan especial se fue apagando, para dejar paso de nuevo al descontento, al estrés, al aburrimiento o al dolor.

En este mundo podemos disfrutar de dos tipos de felicidad. El más común, y pese a ello se nos da muy raramente, es esa intensa y maravillosa sensación que experimentamos al colmar algún deseo largamente acariciado, al satisfacer alguna necesidad o alguna carencia, al cesar algún dolor físico o anímico, al reunirnos con la persona amada después de cierta ausencia, al recibir reconocimiento por nuestro trabajo, al resolver un problema, al sortear un peligro o al lograr una meta. Esta felicidad suele ser de muy corta duración, y rápidamente se va difuminando, hasta desaparecer casi por completo. Todos hemos deseado algo durante mucho tiempo. Quizás meses o incluso años, ya fuese el juguete ansiado, la finalización de los estudios, la aceptación de la persona amada o un ascenso en el trabajo. Nos imaginábamos que una vez conseguido el objeto de nuestros deseos la vida sería ya para siempre diferente; sin embargo, tras la euforia de los primeros momentos, muy pronto suele embargarnos algo muy parecido al desencanto.

Hay otro tipo de felicidad mucho más raro todavía. Es un estado mental permanente. Un modo de afrontar la vida que nos hace disfrutar de cada instante, de cada segundo de nuestra existencia. Es una permanente sensación interior de paz, de tranquilidad y de bienaventuranza. Es la comprensión profunda de la realidad, más allá de las apariencias.

Es la sabiduría en la más alta acepción de la palabra. Esta es la felicidad que todos, antes o después, un día llegamos a considerar como el objetivo de nuestras vidas.

Sin embargo, cualquiera sea el tipo de felicidad que tengas en mente y cualquiera que sea el objeto o la situación que pretendes conseguir para obtenerla, ten por seguro que puedes lograrlo, con tal de que sigas exactamente las instrucciones de este libro y siempre que los deseos no vayan en contra del plan de Dios y que su materialización beneficie o, al menos, no perjudique, a todos y cada uno de los implicados
¿Qué se puede pedir?

Prácticamente no existe límite a los bienes que se pueden pedir - ¡y obtener! - con este sistema, ya se trate de salud, de bienes materiales o de bienes espirituales: una casa mejor, un nuevo coche, éxito en el trabajo o en los negocios, viajes, nuevas relaciones, dinero, etc., etc.

Sin embargo, es de vital importancia no perder de vista jamás que, cualquiera que sean los bienes que pidas, no constituirán más que un medio para lograr la felicidad. Es decir, que el objetivo real será siempre tu felicidad, cualquiera que seas la concepción que tengas de ella; y todas las cosas que pidas, no serán más que un medio para lograr ese fin, al que siempre estarán supeditadas.

Es muy importante tener en cuenta esto, pues ya son muchas las personas que arruinaron su vida al obtener precisamente aquello que habían pedido. Unos lograron grandes sumas de dinero, pero deterioraron irreversiblemente su salud. Otros recuperaron la salud, pero a costa del dinero, o incluso su felicidad conyugal. No faltan aquellos a quienes la consecución de sus deseos les reportó problemas legales, pérdida de la libertad y un gran desprestigio social. Todos ellos olvidaron que lo que realmente deseaban era ser felices y que los objetos pedidos eran tan sólo un medio para lograr su objetivo real: la felicidad.

No te conformes con algo parcial.

Todos podemos lograr la prosperidad, cualquiera que sea nuestra situación actual.

Cuando el hombre conoce las leyes de la existencia y las obedece, domina sobre todas las cosas.

Esas leyes te permitirán lograr prosperidad, el éxito y la felicidad sin interferir en las oportunidades ni en los derechos de los demás.
Emmet Fox


Todos sin excepción deseamos la felicidad y la prosperidad material, pero en el método que aquí presento no es suficiente con desear algo, hay que pedirlo expresamente. Y aquello que se pide de acuerdo con las leyes universales que rigen la mente subconsciente, siempre es concedido.


La Mente Consciente y La Mente Subconsciente

Nuestra mente tiene dos departamentos, dos niveles. El más conocido de ellos es el nivel consciente. Es el que estás utilizando al leer este libro y el que usas para tomar las múltiples decisiones de cada día. El nivel consciente de la mente suele asociarse con el hemisferio izquierdo del cerebro y se nutre de la información que recibe a través de los cinco sentidos – tacto, oído, vista, gusto y olfato -; a partir de esa información elabora distintas opciones, decide cuál de ellas es la más adecuada y dicta las órdenes precisas para que el cuerpo realice los movimientos o desplazamientos necesarios. Este nivel mental es el que utilizas para comunicarte verbalmente con los demás y para realizar cualquier acto voluntario.

Por su parte, el nivel subconsciente de la mente – asociado con el hemisferio cerebral derecho – es el que se ocupa de controlar las funciones internas del cuerpo, tales como el trabajo del hígado, de los riñones, el latido del corazón o las funciones glandulares. Es el que distribuye la sangre y los alimentos a los órganos, los tejidos y las células del cuerpo; es, en una palabra, el que nos mantiene vivos.

Además de estas funciones orgánicas, la mente subconsciente se encarga de todos aquellos actos que, por ser constantemente repetidos, no necesitan ya de la permanente atención de la voluntad, por lo que se realizan de una manera casi totalmente mecánica, con el consiguiente ahorro de energía. Las primeras veces que nos sentamos al volante de un coche solemos efectuar de manera consciente todos los actos que integran la conducción: mientras llevamos el volante nos esforzamos por mantener la vista fija en la carretera, coordinando al mismo tiempo los movimientos de los pies sobre el acelerador, el freno y el embrague con los cambios de velocidad que realiza nuestra mano derecha. Treinta minutos de conducción así suelen ser agotadores. Con el paso del tiempo todos estos actos pasan a integrarse en una conducción automática, que no requerirá ya apenas del nivel consciente de la mente, por lo que éste podrá, mientras conducimos, dedicarse a pensar en otras cosas, a admirar el paisaje o a mantener una conversación con quien nos acompañe. Este mismo proceso tiene lugar en la inmensa mayoría de nuestros actos: caminar, vestirnos, comer, lavarnos los dientes o escribir una carta.

En una persona adulta las acciones mecánicas – gobernadas por la mente subconsciente – suelen representar más del 98 % de todos los actos.

La mente subconsciente registra, además, todas las impresiones captadas por los sentidos desde el día que nacimos a este mundo – incluso aquellas que no fueron advertidas en su momento por la mente consciente – y también todos nuestros pensamientos y todas nuestras ideas. Al mismo tiempo, es ella la que ordena y coordina los actos reflejos, esas acciones en las que nuestro ser responde con una rapidez inusitada a la presencia de algún peligro a fin de mantener la integridad física del organismo.

Por si todo esto fuera poco, todavía falta la más misteriosa y la más importante de las numerosas funciones que realiza la mente subconsciente: es ella la que nos mantiene conectados con los planos superiores de la existencia. Así, la mente subconsciente, también llamada por algunos Mente Profunda, Mente Creativa o Mente Universal, es el canal por mediación del cual estamos comunicados con la Divinidad, con la Fuente de toda Riqueza, con el Origen de la Abundancia del Universo, con nuestro ser interior, con el Yo Superior, con el Yo Soy, con nuestro Ser Divino; en una palabra, con Dios. De este modo, el ser humano es como un iceberg, en el que sólo una diminuta porción es visible, mientras la mayor parte de su volumen está oculta bajo el agua, permaneciendo para muchos desconocida e incluso insospechada. Y lo que es más importante, a través de esa parte oculta estamos comunicados directa y permanentemente con el Origen de toda abundancia, con la Fuerza que creó y que mantiene a la totalidad del universo. El mayor descubrimiento que podemos hacer es ser conscientes de la infinita Abundancia y la infinita Sabiduría de la Divinidad, que, además, están siempre a nuestra disposición.
Esa Abundancia y esa Sabiduría te permitirán solucionar cualquier problema, vencer cualquier obstáculo y manejar adecuadamente todas las situaciones de tu vida.

Naciste para conquistar y estás equipado con las cualidades, los atributos y las potencialidades necesarias para manejar el timón y dirigir el rumbo de tu existencia.

Quien no reconozca sus poderes espirituales se verá controlado y gobernado por los sucesos y los condicionamientos del mundo. Tenderá a dispersarse y a tener un concepto muy bajo de sí mismo. A causa de su ignorancia exaltará el poder de las circunstancias, pues no será consciente de las tremendas posibilidades que encierra en su interior y que podría fácilmente, elevarlo a su estado natural de abundancia, felicidad, salud, libertad y alegría de vivir.

El Primer Paso

Independientemente del nombre que le queramos dar a esa Abundancia Infinita, el hecho es que está en constante comunicación con tu mente consciente, siempre que no vayas contra el plan divino, no perjudiquen a nadie y sean presentados de manera adecuada.

El primer y más importante paso hacia tu nueva situación es decidir qué es lo que realmente quieres.

Y ello no es nada fácil. Una vez hayas logrado que tu mente consciente decida qué es aquello que desea obtener, habrás dado el primer paso hacia su consecución.

Los deseos ocasionales o las cosas que se quieren a medias no impresionan lo suficiente a la mente subconsciente como para que la Abundancia Infinita que está detrás de ella suministre lo deseado.

Tienes que desear con toda sinceridad y con todas tus fuerzas aquello que quieres conseguir, ya sea de índole físico, mental o espiritual.

Nuestra mente consciente y nuestra voluntad suelen ser tan vacilantes, inquietantes y tan poco constantes, que generalmente no sabemos lo que queremos y de este modo, la Abundancia Infinita que está tras la mente subconsciente no entra en funcionamiento. La mayoría de nuestros deseos suelen limitarse a simples expresiones verbales.

Si de verdad quieres cambiar tu situación actual, sigue el plan que te voy a mostrar: es conciso, claro y efectivo. Tan efectivo que, si sigues sus pasos al pie de la letra, cambiará totalmente tu vida.

Dios es la Fuente y el Origen de todo lo Bueno

¿Sientes algún tipo de aversión hacia la abundancia? ¿Te repugna la idea de ser rico? ¿Te molesta la palabra riqueza? Si tu respuesta a estas preguntas contiene el mínimo resquicio de afirmación, es urgente que revises tu sistema de creencias acerca de Dios.

La abundancia no es otra cosa que la manifestación de la energía creativa de Dios.

Dios es la riqueza omnipresente e infinita del universo, la maravillosa abundancia de la creación. Si te cierras a la prosperidad ilimitada, te estás cerrando a Dios y también a ti mismo, pues tú no eres sino la imagen de esa abundancia omnipresente, la expresión de toda riqueza del mundo.

Dios es tu Padre y Padre e Hijo son uno

Tu verdadera naturaleza es la abundancia, sólo tienes que ser consciente de ella y eliminar todo pensamiento de limitación, de restricción y de carestía.

La Abundancia Infinita está ya actuando dentro de ti a través de tu mente subconsciente. Tienes que darle el tiempo necesario y no bloquear su desarrollo con pensamientos negativos; así, en su debido momento, te colmará de todo lo que hayas pedido.

Dios nos quiere ricos. En la consciencia de Dios no hay carencias, limitaciones no pobreza. Hemos nacido para ser ricos. Somos hijos de la Infinita Abundancia del Universo.

Dios es la fuente de toda abundancia y también la abundancia misma; el hombre es su receptor.

Dios está en nuestro interior, lo cual significa que ese tesoro de infinita riqueza está dentro de nosotros y, al mismo tiempo, también a nuestro alrededor.

Si aprendemos las leyes de la mente podremos extraer de ese inagotable depósito de riquezas todo cuanto necesitemos para vivir gloriosamente, con alegría y abundancia.
Joseph Murphy (Your Infinite Power to be Rich)


Sin embargo, las riquezas mundanas han sido temidas, despreciadas, condenadas e incluso odiadas por los aspirantes espirituales de diversas épocas, pues desconocían cómo poseerlas sin ser a su vez poseídos por ellas. Esta actitud de rechazo e ignorancia no es menos errónea que su opuesta: la avaricia, el culto al dinero y el pánico a perder los bienes materiales.

Estás aquí para ocupar el lugar que verdaderamente te corresponde en la vida y para beneficiar al mundo con tu talento. Para desarrollarte y crecer de acuerdo con el plan divino y para crear abundantes riquezas espirituales mentales y materiales, que podrán beneficiar a la humanidad de múltiples formas.

El Dinero

Tienes que aprender a pensar en el dinero del mismo modo que piensas en las hojas y los frutos de los árboles. Como el resultado inevitable de una potente actividad oculta. Aunque en invierno los árboles parezcan secos, sabemos que la poderosa ley que opera en su interior hará que al llegar la primavera se cubran de hojas y, un poco más tarde, de frutos.

Por muy mala que sea tu situación económica en un momento dado, no te dejes llevar por la desesperación; debes tener presente que tu mente subconsciente está trabajando ya para manifestar en ti la riqueza que, de un modo natural, fluirá desde la Infinita Abundancia que desde siempre existe en tu interior y con la cual está conectada tu mente subconsciente.

Pero hay que tener siempre en cuenta que el dinero no es un efecto. No debes concentrarte únicamente en el efecto, pues corres el peligro de olvidarte de la causa, y entonces el efecto comenzaría a desaparecer.

Si centras tu atención únicamente en obtener dinero estarás ya comprometiendo y poniéndolo todo en peligro.

Recuerda que el dinero es la materialización de la energía viva y amorosa de la divinidad y que, cuanto mayor sea tu realización y expresión del amor, más fácilmente te llegará todo cuanto necesites para seguir adelante con tu trabajo.
El Maestro “Tibetano”
(La exteriorización de la jerarquía)

Deja ahora mismo de pensar que el dinero lo es todo, que es tu salvación, tu tranquilidad y tu seguridad. ¡No es el dinero el que te dará todo eso, sino Dios! Cuando percibas profundamente esta verdad, la energía divina fluirá sin interrupción a través de tu mente subconsciente, manifestándose de una manera perfecta y abundante.

Pero debes centrarte totalmente en el origen, en la fuente: en Dios.

Cualquier planteamiento o programa “místico” cuya finalidad sea obtener dinero, estará destinado al fracaso. Sin embargo, ese mismo método utilizado para desvelar las causas y los efectos espirituales de la abundancia, generará sustanciosos beneficios tanto espirituales como materiales.

La riqueza espiritual, ya sea visible o invisible, se puede lograr sólo a través de la consciencia.

Una vez aclarado esto, no debes tener ningún tipo de remordimiento en poner todos los medios a tu alcance para lograr el bienestar económico. Con ello estarás aumentando el bienestar del mundo. El bienestar de la humanidad debe comenzar forzosamente con el bienestar del individuo.

Cuando te mejoras a ti mismo, estás mejorando el mundo. Cuando aumentas tus finanzas, estás mejorando la situación económica del mundo.

Recuerda que todos somos uno, que cada uno de nosotros es una ola de un mismo océano.

Tu mente subconsciente está en contacto permanente con la Fuente de la Abundancia y Prosperidad Infinitas, que además está siempre deseando ayudarte a que incorpores a tu vida todas tus cualidades.

Lo único que tienes que hacer es grabar en tu mente subconsciente las imágenes de todo lo que deseas obtener de la manera más detallada y vívida posible.

Cualquier imagen que de un modo claro y definido llegue a imprimirse en tu mente subconsciente, atraerá de la fuente de la Abundancia Infinita toda la energía que necesita para materializarse en el mundo físico, para convertirse en una realidad perceptible por los sentidos.

Todo lo visualizado tiende a manifestarse.

El evangelio – apócrifo – de Felipe da testimonio de este hecho transcendental: “En aquello que veis, os convertiréis”

En el famoso libro “Sopa de pollo para el alma” se incluye el famoso relato de Glenna Salsbury, quien en 1977 se encontraba totalmente sola, con tres hijas a su cargo y dos cuantiosos pagos mensuales por la casa y el coche. Una tarde asistió a un seminario en el que el conferencista expuso el principio I + V = R (imaginación con vividness –intensidad, expresión – se convierte en realidad) La persona que dio la conferencia hizo mucho hincapié en que la mente subconsciente capta las imágenes mucho mejor que las palabras, de modo que si logramos imprimir en ella claramente la imagen de aquello que deseamos, forzosamente se convertirá en realidad.

En cuanto llegó a casa Glenna Salsbury se puso mano a la obra. Decidida a convertir en imágenes la lista de sus deseos, se dedicó a recortar y reunir fotos de revistas atrasadas que representaran todo aquello por lo que ella suspiraba, colocándolas seguidamente en un hermoso álbum de fotos. Entre las fotografías seleccionadas se encontraban:

- Un hombre de agradable apariencia

- Una mujer – ella misma – vestida de novia junto a un hombre de smoking

- Muchas flores

- Diamantes

- Una isla en el caribe

- Una bonita casa

- Una mujer – otra vez ella misma – que era nombrada vicepresidente de una importante compañía

Dos meses más tarde conocía a quien un año después se convertiría en su marido. Su hobby era coleccionar diamantes, su pasión regalar rosas. Se casaron en Laguna Beach, California, con los trajes que ella había previsto. La luna de miel la pasaron en una isla del Caribe.

Un año después se mudaron a una casa como la que ella había imaginado y dos meses más tarde era nombrada vicepresidente de su compañía: la primera mujer que llegaba a ocupar dicho cargo.

Glenna termina su relato aconsejando a todos que pongamos nuestros deseos en imágenes al igual que hizo ella, pues siguiendo este sencillo método y sabiendo que la mente subconsciente – en donde hay que grabar las imágenes – está conectada con la Fuente de toda Abundancia, no hay sueños imposibles.

¿Qué hacer?

Hubiera podido multiplicar los enfoques sobre este método y también podría haber incluido numerosos ejemplos de personas que han logrado con él sus deseos de abundancia, salud y felicidad. Pero el libro habría resultado entonces mucho más voluminoso y también más caro.

Menos personas lo leerían y menos se podrían beneficiar de él. Por ello te transmito este conocimiento de la manera más clara y concisa.

Si estás decidido, todo lo que tienes que hacer es seguir los siguientes doce pasos:

1 – Toma papel y lápiz y escribe ordenadas, según importancia, las cosas – o las situaciones – que más deseas conseguir. Aquellas que tú creas que te van a proporcionar la felicidad. No temas escribir demasiado. Pon todos tus deseos y todas tus necesidades. Posteriormente podrás en todo momento modificar la lista, añadiendo o quitando algo, hasta que al final te quede la relación definitiva. No te preocupes por los cambios. Es natural. Siempre habrá cambios y añadidos, a medida que algunos deseos se vayan cumpliendo y aparezcan otros nuevos.

Cuando tengas tu lista terminada deberás hacer un esfuerzo y dedicar el tiempo necesario a formar en tu mente – consciente – una imagen lo más completa posible de cada hecho, situación u objeto incluido en la misma. Si te resulta difícil este trabajo de visualización o composición mental, recurre al truco de Glenna Salsbury: Puedes dibujar, pintar o buscar la forma de conseguir una imagen gráfica lo más exacta posible de aquello que deseas traer a la realidad; una vez logrado esto, con sólo mirar dicha imagen, ella sola se irá grabando en tu mente.

2 – Tres veces al día dedica unos minutos a observar las imágenes mentales de aquello que te has propuesto conseguir, o las fotos del álbum que hayas confeccionado. Por la mañana, al mediodía y por la noche. Recuerda: lo que buscas es que se graben perfectamente en tu mente consciente. De este modo, pasarán a la mente inconsciente y la divina abundancia que hay en ti podrá ir trabajando sobre ellas, a fin de traerlas a la realidad física.

2a. No olvides visualizar tus imágenes antes de irte a dormir. Está demostrado que el mayor trabajo de la mente subconsciente tiene lugar mientras su contraparte consciente descansa, esto es, durante el sueño. Es entonces cuando la comunicación con los planos superiores de la existencia – con el YO SOY con Dios., es más real. Por eso, es tan importante que el sueño te coja con la mente – consciente – ocupada con la imagen de tus deseos. Así, en la oscuridad de la noche, mientras el cuerpo descansa, las más poderosas fuerzas del universo estarán trabajando para ti. El gran sabio hindú Sri Nisargadatta Kaharaj, decía: “No se duerma siendo esclavo de su mente, sea su dueño”

Especialmente grave y peligroso es dormir con la mente ocupada con pensamientos negativos, problemas y preocupaciones, pues precisamente esas imágenes son las que captará la mente subconsciente y sobre las que trabajará durante el sueño. Si te resulta difícil liberarte de tus preocupaciones en ese momento tan crucial, repítete a ti mismo con convicción:

“Estoy en paz conmigo mismo y con el mundo. Ningún problema me preocupa ya, pues mientras mi cuerpo descansa, estoy conectado con la Inteligencia y la Abundancia que gobiernan al Universo. Esa Inteligencia y esa Abundancia me ayudarán a lograr todos mis deseos, y me guiarán en todo momento a hacer lo correcto, tanto para mí como para los demás”
En las páginas finales encontrarás algunas oraciones muy apropiadas para la noche. No dejes de utilizarlas. Su poder y eficacia están más que probados.

2b. Durante el día, aprovecha los momentos de ociosidad mental para visualizar esas imágenes todo el tiempo que te sea posible: en el autobús, en la cola del banco, en el supermercado o en la consulta del médico.

3 – No hables con nadie sobre tu plan, sólo con Dios que es la Fuente de toda Abundancia y que en breve irá presentando a tu mente consciente la solución a tus problemas, o el método adecuado para realizar tus deseos. Es extremadamente importante no decirle a nadie que estás trabajando mental o espiritualmente para lograr prosperidad, abundancia o riqueza.

En caso de hacerlo romperías la conexión con los planos superiores y toda la energía acumulada se perderá. El secreto absoluto es necesario.

“El mundo se mantiene por el secreto”, dice el Zohar

Destierra de tu consciencia cualquier pensamiento de envidia hacia otras personas que ya posean lo que tú estás deseando lograr. Todo pensamiento negativo sobre el éxito, la riqueza o el bienestar de otros hará que el éxito, la prosperidad o la abundancia que estás pidiendo se desvanezcan de tu vida, pues ¡estarás condenando justamente aquello que pides!

5 – Es importante eliminar todo tipo de presión y de estrés. No estás forzando nada para que algo ocurra, simplemente va a liberar la abundancia que desde siempre y sin que tú lo sepas, ha sido parte de tu verdadera naturaleza. Deja que esa abundancia fluya hacia el mundo visible y disfrútala.

6 – Cuando esa abundancia comience a manifestarse en tu vida, evita sentirte orgulloso por lo logrado, pues no harás más que cerrar el canal por el que está fluyendo. En lugar de ello disfruta de tal abundancia, y ayuda a otros de una forma totalmente anónima. De este modo el flujo no cesará. Recuerda que tú, como ser humano, no has hecho nada y no haces nada. Es Dios quien se está manifestando, tú eres sólo el canal.

7 – Tanto los pensamientos críticos, como el miedo, interrumpirán el flujo de los dones que vas a recibir; por el contrario, el amor y la confianza los potenciarán. En el mundo espiritual la fe es una fuerza enorme.

El miedo inutiliza los canales por los que nos llega la abundancia.

Todos los pensamientos de escasez y limitación deberían estar erradicados de la mente humana.
Edgar Cayce

8 – Ten siempre presente que el Espíritu, el Yo Soy o Dios en ti – como lo quieras llamar – es la única e inagotable fuente de abundancia y riqueza. Y esa fuente no se halla en ningún lugar lejano o recóndito, sino en tu interior, dentro de ti, junto a tu mente subconsciente.

La verdad está dentro de nosotros mismos, no proviene de nada externo.

Hay un centro en el interior de todos nosotros, en el que la verdad reside en todo su esplendor.
Robert Browing

9 – No debes especular ni preguntarte cómo la Abundancia que hay en tu interior – que como ya sabes, es Dios – se las arreglará para conseguirte lo que deseas. Hacerlo es tan absurdo como intentar averiguar por qué un grano de trigo al ser depositado sobre un suelo fértil germina, crece y forma una planta que a su vez dará docenas de granos, capaz cada uno de ellos de reiniciar todo el proceso. Si sigues este conciso sistema y cumples sus sencillas normas, el proceso se desarrollará de una manera tan misteriosa como la aparición de la espiga sobre el tallo del trigo y, en la mayoría de los casos, mucho antes de lo que te imaginas. No intentes averiguar cómo o por qué medios va a llegar a tu vida lo que hayas pedido.

Los canales por los que discurren las acciones del espíritu no están sujetos a las leyes de nuestro mundo tridimensional. Déjalo todo en manos de Dios. No malgastes tu energía en especulaciones vanas.

El reino de Dios no vendrá espectacularmente. Ni se podrá decir: está aquí, o está allá. Porque el reino de Dios está ya en vosotros.
Lucas 17,20

Al principio es normal que tu fe no sea muy sólida. Algunos de tus deseos pueden parecerte a primera vista algo inalcanzable; no obstante, escríbelos en su lugar correcto según la importancia que tengan para ti y construye con dedicación sus imágenes, ya sean mentales o gráficas.

Es natural que te asalten las dudas, la desconfianza y el escepticismo. Cuando se presenten estos pensamientos, saca tu lista o tu álbum de fotos y repásalos.

Habla directamente con la Fuente de Toda Abundancia sobre tus deseos, hasta que tus dudas desaparezcan por completo. Recuerda: nada ni nadie podrá evitar que logres lo que ardientemente deseas.

Cualquier cosa que la mente sea capaz de concebir y creer, podrá ser alcanzada.

Napoleón Hil

10 – Cuando nuevos deseos, merecedores de ser incluidos en tu lista – o en tu álbum – vengan a ti, tranquilízate, todo va perfectamente.

11 – La Abundancia infinita que hay dentro de ti no admite discusión. Está siempre esperando y deseando servirte en cuánto tú estés listo, pero tu mente inconsciente es tan influenciable que casi imposibilita cualquier progreso si te hayas rodeado de gente escéptica. Por ello deberás elegir cuidadosamente a tus amigos, relacionándote con personas que ya posean alguna de las cosas que tú de verdad deseas, pero jamás comentes con ellos tu método. Ya sabes, es un secreto.

12 – Pon en tu lista – o en tu álbum – los objetos materiales que deseas lograr, tales como una casa, un coche, dinero, o cualquier otra cosa, pero no te detengas ahí. Tienes que ser mucho más concreto. Si quieres un nuevo coche deberás describir exactamente la marca, el modelo y el color, al igual que todos los demás detalles, incluso el momento cuando lo querrías recibir. Si deseas una casa, piensa ya en su distribución, en los retoques y en los muebles. Decide en qué lugar de la ciudad estará ubicada y su precio. Si quieres dinero, escribe la cantidad. Si deseas batir algún récord en los negocios, escríbelo con todo detalle. Si se trata de una cifra de ventas, escribe la cantidad exacta, la fecha y el número de unidades que deberás vender para alcanzar dicha meta. Relaciona tus posibles clientes y pon a continuación de cada uno de ellos la cantidad que deberán comprar.

Tal vez todo esto te parezca un poco absurdo al principio, pero nunca lograrás que tus deseos se realicen si no sabes positivamente y con todo detalle qué es lo que quieres. Si no eres capaz de decidir esto, tu deseo no es lo bastante intenso. Tienes que ser muy serio y concreto. Si lo eres, los resultados te sorprenderán. Cuando comiences a saborear los primeros éxitos, un antiguo y natural enemigo hará su aparición: la incredulidad. Normalmente adopta la forma de pensamientos tales como: “No es posible” “¡Qué coincidencia” y otros por el estilo!

Cuando tales pensamientos lleguen a tu mente consciente, da las gracias a Dios y no dudes ni un momento que el responsable del logro ha sido la Fuente de Abundancia Infinita: Dios.

Haciendo esto, obtendrás más seguridad y facilitarás la consecución de tus restantes objetivos.

Además, te demostrarás a ti mismo que existe una ley que realmente funciona siempre, cuando se está sintonizado con ella.

Para dar sinceramente las gracias hay que estar agradecido, y no se puede estar agradecido si no se es feliz. Por ello, cuando des las gracias a la Fuente de la Abundancia Infinita por los favores recibidos, hazlo de todo corazón, y deja que ese sentimiento se refleje en tu rostro. Al ser un aspecto de la Divinidad, la Fuente de la Abundancia está fuera del alcance de nuestra mente consciente. Está más allá de nuestro entendimiento. No intentes comprenderla, pero acepta sus regalos con gratitud, con felicidad y con fe.

Advertencia

Es posible desear y obtener aquello que nos hará desdichados, que destruirá nuestra felicidad y la de los demás, que nos causará la enfermedad y la muerte, que nos separará de la vida eterna. Si pones en práctica este método lograrás cualquier cosa que te propongas, pero al mismo tiempo recogerás también todas sus consecuencias.

Por ello, al planear tus deseos, es importante que te centres en aquellos cuyos efectos resultarán con toda seguridad beneficiosos para ti y para los demás. Que colmarán tus necesidades, te darán felicidad en este mundo, y al menos, no te complicarán las cosas en el otro.

Este método sirve para cualquier cosa que puedas desear. Al ser su ámbito tan amplio, te aconsejo que tu primera lista – y tu primer álbum – los formes con cosas bien conocidas por ti, como la cantidad de dinero que necesitas, el acontecimiento que deseas que ocurra, o el objeto material cuya posesión anhelas.

Este tipo de objetivos suelen obtenerse más fácilmente y con mayor rapidez que la eliminación de malos hábitos, el bienestar de los demás o la curación de enfermedades físicas o mentales.

Dedícate primero a los asuntos menores. Luego da un paso más, y cuando logres también estos, ya podrás centrarte en el objetivo verdaderamente importante de tu vida; sin embargo, antes de llegar a ese punto, otros muchos deseos también importantes pasarán a ocupar un lugar en tu lista y en tu álbum. Uno de ellos será ayudar a los demás, al igual que tú has sido ayudado. Grande es el premio que reciben quienes ayudan y dan sin esperar nada a cambio. Toda acción altruista y secreta es largamente recompensada.

Puedes permanecer como estás o puedes obtener todo lo que deseas. Tú decides. Quiera Dios que en este librito encuentres la inspiración para elegir debidamente, que sigas los pasos indicados y que logres, al igual que otros lo han hecho, todo cuanto necesites.

Lee este librito una vez, luego otra y después otra vez más. Por último, apréndete de memoria alguna de las oraciones del capítulo siguiente.

La Oración

Todo lo que pidáis en oración, lo recibiréis. Mateo 21,22

A estas alturas ya serás consciente de que las instrucciones dadas hasta ahora no sólo causarán el efecto de hacer realidad tus peticiones, sino que además has iniciado un proceso trascendental que cambiará ya para siempre el sentido de tu vida: has comenzado una relación especial y directa con Dios.

Las siguientes son oraciones muy apropiadas para reforzar este proceso. Elige una de ellas y rézala antes de dormirte.

Soy un vehículo para la abundancia, la sabiduría, el poder y las energías creadas por Dios. Al igual que la rama de un árbol es una extensión de la vida del árbol. Soy hijo de Dios y he heredado todos los derechos, los privilegios y las bendiciones de la abundancia divina.

Centro mi mente en Dios y siento mi identidad con su invisible presencia.

Me siento bañado por su abundancia, que da armonía, inspiración y riqueza a mi vida; soy uno con mi Padre. Su poder es mi poder. Su sabiduría, su fuerza, su inteligencia y su comprensión, son también mi sabiduría, mi fuerza, mi inteligencia y mi comprensión.

La Inteligencia Infinita me dirige en todo momento y la abundancia de su espíritu crea mi abundancia, mi éxito y mi bienestar. Abro mi mente y mi corazón a la abundancia y a las riquezas infinitas. La prosperidad premiará todos mis esfuerzos. Dios y el hombre son uno.

Mi Padre y yo somos uno.

Estoy en presencia de mi Padre, quien renueva mi mente y me colma con su abundancia. Él me mantiene en sus brazos. Su luz me inunda.

Me entrego al sueño en perfecta paz y con la seguridad de que su presencia me hará crecer, me sanará, me instruirá y me enriquecerá durante la noche.


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El Salmo 23 es también muy apropiado para rezar al acostarse, pues la calma y paz que genera facilitan el trabajo de la mente subconsciente y su contacto con la divinidad.

El Señor es mi pastor.

Con Él nada me falta.

Él me lleva a reposar sobre verdes prados

Y me conduce a cristalinas aguas.

Él conforta mi alma, y me guía por rectas sendas.

Aunque ande por un tenebroso valle, no temo mal

alguno, pues Él está conmigo.

Su vara y su cayado me consuelan.

Señor, acógeme en tus brazos mientras

mi cuerpo descansa.

Guía entretanto mi mente subconsciente

hasta la Infinita Abundancia, Inteligencia

y Amor y ayúdale a materializar

mis deseos y a cubrir mis necesidades

en este plano físico.

Haz que mañana me despierte con renovado entusiasmo.

Que me enfrente con alegría y fuerza a mis tareas del día.

Y que tu Infinita Abundancia

se manifieste abiertamente en todos los aspectos de mi vida.



Ayuda

Ya conoces la poderosa idea mantenida en este libro ¿Qué vas a hacer con ella? ¿Te sorprendería si te dijera que lo mejor que puedes hacer es compartirla con los demás?

Una vez consciente de la infinita abundancia que existe en tu interior, la mejor manera de demostrar esa verdad a tu mente subconsciente es compartirla con otros.

El dar, nunca deja de generar resultados, siempre que se haga con alegría y amor. La Ley Divina derrama su abundancia sobre los que así dan, algo muy distinto de la calculada y mecánica “caridad” que pretende únicamente acallar la conciencia “comprando” al mismo tiempo un número para el cielo.

Si tu deseo es dar, puedes lograrlo de una manera fácil y práctica, haciendo que este librito llegue a aquellos que tú sabes lo necesitan.

¿Conoces a alguien que esté preocupado, desanimado o desesperado?

Esta es tu gran oportunidad de ayudarle. No te pierdas la gran satisfacción que se siente al ayudar a quien lo necesita. Mándale anónimamente un ejemplar.

Al hacerlo estarás colaborando con el plan divino y la ley que dice “dad y se os dará”, desbordará sobre ti la prosperidad, el éxito y la abundancia.

Y, sobre todo, disfrutarás del íntimo sentimiento de haber hecho algo bueno, por lo que nunca recibiréis las gracias. El premio te llegara de otro modo.

COLORÍN...


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Índice
Introducción
Un cambio definitivo
¿Qué es la felicidad?
¿Qué se puede pedir?
La mente consciente y la mente subconsciente
El primer paso Dios es la fuente y el origen de todo lo bueno
El dinero
¿Cómo funciona todo?
¿Qué hacer?
Advertencia
La oración
Ayuda