CRISTO VUELVE, Revela la verdad sobrecogedora CARTA 3





CRISTO VUELVE,

Revela la verdad sobrecogedora

CARTA 3


(Ya que estas CARTAS te introducen en una dimensión espiritual – mental que trasciende el plano humano de actividades y asuntos, serán mejor asimiladas si antes las precede un tiempo de quietud y relajación. Aquieta la mente, si es posible, entrando en un estado de silencio interior de pensamiento. Es tan sólo así, estando en este estado, completamente receptivo, que estas CARTAS penetrarán en tu pensamiento humano con su realidad).

Mi AMOR CELESTIAL ILIMITADO me impulsa a volver una y otra vez para escribir a la humanidad, con la intención de que finalmente - cuando, como muchos, estés preparado para recibirlo - poseas el conocimiento que te permitirá trascender tu humanidad y fundirte con la Consciencia – Padre – la verdadera Consciencia Amorosa, en la cual se realizan todas las cosas generosas y preciosas.

Como he dicho antes y quiero reiterar, mi misión entera en la tierra fue impulsada por el AMOR y fue dirigida SOLAMENTE a la enseñanza de la Verdad de la Existencia, puesto que sin este conocimiento no hay esperanza de redención del duro trabajo que la humanidad ha de soportar.

Sé que esta afirmación traerá mucho pesar a los seguidores sinceros y dedicados de la religión cristiana y a aquellos que han centrado su fe por entero en la persona de ‘JESÚS.’ Pero te digo la verdad, para tener éxito en deshacerte de la humanidad que te retiene de la plena comprensión de la VERDAD UNIVERSAL, y la comprensión de la verdadera naturaleza de la condición espiritual- humana que llamé el ‘Reino de Dios’, debes apartarte de los viejos dogmas de ‘salvación por la sangre del cordero,’ la Trinidad, y otras creencias, y venir con la mente perfectamente abierta y receptiva a la VERDAD de la EXISTENCIA.

Ninguna otra salvación es posible, ‘Dios’ no te puede ‘salvar,’ puesto que, estando ignorante de los hechos de la existencia, el hombre continuará cometiendo los mismos errores terrenales hasta el final de los tiempos, y así creando su propia enfermedad y miseria.

Lo que es más, sea cual sea la creencia del hombre referente a la ‘salvación de los pecados’ ésta es una falacia humana, puesto que la Ley de Causa y Efecto es imponderable y es una característica natural – inherente – e intrínseca de la existencia.

No se pueden divorciar los efectos de la causa, y tampoco se puede borrar la causa y seguir teniendo los efectos. A cada nivel del Ser, ésta es la Verdad.

Ahora puedes estar lo suficientemente avanzado en tu pensar para poder recibir la siguiente verdad fundamental referente a tu existencia terrenal.

La ley de ‘Causa y Efecto’, ‘Sembrar y Cosechar’, es el efecto visible de lo que llamas ‘electromagnetismo’ y nadie que tenga conocimiento de la ciencia esperaría que ‘Dios’ dejara de lado las leyes del electromagnetismo, las cuales son ‘actividad – adhesión – rechazo.’

La ‘Actividad – Adhesión – Rechazo,’ o ‘Movimiento – Atracción – Repulsión’ son los IMPULSOS fundamentales de la EXISTENCIA y de la CONSCIENCIA HUMANA misma, los cuales han causado tus formas visibles de vida y son los únicos ‘instrumentos’ o ‘herramientas’ de la creación. Son responsables de la formación de la sustancia o ‘materia’ y también del desarrollo de las formas individualizadas y finalmente de la misma personalidad en todas las entidades vivas.

Puesto que estas leyes son fundamentales para tu existencia individualizada, es imposible hacerlas a un lado. Por lo tanto, no se pueden ignorar los problemas inherentes a tu existencia individualizada y creer que ‘Dios’ te salvará de ellos. Tu única esperanza de escapatoria final, de bajarte de la rueda de la experiencia humana, es reconocerlos y admitirlos, y luego trabajar -minuto tras minuto- para trascenderlos, y al final fundirte y hacerte ‘uno’, en pureza de mente, corazón y acción, con la Consciencia del Amor Universal – el ‘Padre’ que hace el TRABAJO AMOROSO.

Al mismo tiempo, al crecer en el conocimiento de la verdadera NATURALEZA del ‘Padre’ en tu interior y trascendiéndote y en todo tu rededor, llegarás a tener una fe constante a la cual podrás recurrir en todas las circunstancias para sacar la inspiración, el poder y la elevación directamente del ‘Padre’ que está en tu interior y alrededor de ti.

Llegarás a SABER que realmente es el ‘Padre’ quien te apoya y te guía hacia el Reino de la ‘Consciencia del Padre Amor.’

Verás claro, de una manera abundante, que mientras el ‘Padre’ es universal, es también individual para ti. Te conoce, es consciente de tu pensar y de tus problemas. Dentro de la ‘Consciencia del Padre Amor’, te están aguardando las soluciones perfectas para ser reconocidas por ti. Cuando las reconozcas, estarás liberado del dolor, cuando seas dócil y estés dispuesto a escuchar.

Mientras no estés dispuesto a escuchar, nunca recibirás en plenitud la ‘Consciencia del Padre Amor.’ Te contaré una parábola. Imagínate a un niño que está gritando y dando patadas porque quiere helado. Todo el tiempo mientras hace este ruido, su padre está esperando pacientemente en la puerta de su habitación para demostrarle que le ha traído helado y fruta.

Quizás piensas que esta parábola es improbable, sin embargo, es verdad. Las madres recordarán las veces cuando los hijos han estado desconsolados por algo, negándose a escuchar lo que la madre tanto quiere decirles, sin embargo, la madre tiene la solución esperándoles en cuanto se calman y secan sus lágrimas.

Veo el duro trabajo de la gente y su llanto y lágrimas, y mi compasión es sin límites. Estás siendo escuchado, pero dentro del contexto de tu consciencia actual, hay poco que yo pueda hacer. No puedo penetrar en las ataduras y cadenas de tus años de pensar y actuar ignorantes.

Veo el dolor perpetrado en las iglesias, en las celebraciones y los púlpitos por los sermones ignorantes. Veo a las naciones y sus gentes intentando tan fuertemente resolver las dificultades que surgen de los valores, culturas, y creencias religiosas tradicionales. Veo las limitaciones en su vivir diario, la falta de satisfacción de sus necesidades y de sus propósitos, y el sufrimiento que emana de las relaciones de todo tipo.

La consciencia colectiva que está emanando del mundo es un miasma de temores, resentimientos, enfados, y turbulencia emocional de deseos apasionados, venganza y agotamiento, entretejidos con la compasión, la determinación de elevar la consciencia del mundo, la dedicación a la búsqueda del amor incondicional de aquellos que han recibido inspiración y un grado de iluminación.

Me acerco a la gente que me llama y trabajo con ellos para aliviar su angustia, pero su esquema mental y sus creencias están tan fuertemente grabadas en sus cerebros, que mi Verdad no puede alcanzarlos para traer nuevo conocimiento a sus mentes. Mucha gente ha oído, aunque brevemente y de manera imperfecta, pero les ha faltado el valor para aceptar nuevas ideas y hablar claro. Además, no había sido el momento idóneo para atravesar las barreras de la consciencia humana para enseñarles. Pero ya es el momento. Has entrado en una nueva dispensación de frecuencias vibratorias que te capacitarán para elevarte más fácilmente desde la materialidad de la era previa. Esta afirmación puede sonar extraña, pero hay una reserva de conocimiento referente a las energías que todavía no empiezas a entender. En este momento, no hay mente terrenal capaz de comprenderla. Tan sólo puedes ‘imaginar’ el espectro de energía, lo cual no es la verdad.

Por lo tanto, te ayudará que puedas aceptar mis afirmaciones, tomándolas con los ojos cerrados, porque son la verdad. Estás entrando en nuevas frecuencias de vibración pertenecientes a la ‘consciencia humana’ que te permitirán ir hacia delante en el desarrollo espiritual – mental que describí en la CARTA 1.

Porque he divergido, debo reiterar: No te puedes escapar de las Leyes fundamentales de la Existencia referente a tu pensar y sentir – sembrar y cosechar – igual que no te puedes escapar de las leyes del electromagnetismo en tu mundo material, pues el electromagnetismo es el IMPULSO que produce la LEY de sembrar y cosechar, del mismo modo que el electromagnetismo produce la forma dentro del campo fundamental de las partículas de energía.

Y así, no es posible seguir creyendo en el dogma cristiano y también intentar seguir estas CARTAS porque el dogma referente a la ‘Salvación por mi muerte en la cruz, la Trinidad, la Resurrección física de la muerte y el uso del incienso y las formas fijas de oración, son erróneas y los hechos que ahora te están siendo presentados en estas CARTAS son LA VERDAD. El dogma y los adornos sacramentales son lo que podía llamarse pretextos para ganar tu atención y tu lealtad, pero oscurecen la Verdad de mis enseñanzas.

Por lo tanto, estas CARTAS tenían que ser escritas.

La única manera en que yo podía alcanzar al mundo en este momento presente cuando está en equilibrio para entrar en un nuevo designio divino mental/emocional, era la de usar una mente receptiva, obediente y desprogramada para recibir la instrucción y hacer el trabajo manual por mí.

Estas CARTAS ofrecen el único medio por el cual la gente encontrará el camino hacia la dimensión espiritual en la cual todo error humano se disuelve y solamente queda el AMOR.

Cualquier otra cosa que pueda decirse es puramente racionalización y razón humana – y éstas no son VERDAD.

La gente busca nuevas formas de solucionar viejos problemas, especialmente en América, pero hasta que comprendan la verdadera naturaleza de la VIDA, el ego y las Leyes de la Existencia, tan sólo fortalecerán el tirón del ‘ego’ y su dolor continuará.

Mientras grabo para ti en las siguientes páginas la sencilla Verdad que hablé hace dos milenios, recuerda que esta Verdad permanece constante y consistente.

Por tanto, sólo es posible profundizar en tu comprensión de la Verdad, no cambiarla.

¿Te has dado cuenta, mientras has leído las primeras dos CARTAS, que todo lo que hablaba a la gente de Palestina fue una consecuencia directa de haber percibido la ‘realidad de la existencia’ en el desierto – de que nada era sólido?

¿Has recordado que, en mi estado trascendente, al mirar a las rocas, arena, montañas y agua abajo en el Mar Muerto, todo parecía ser como un ‘titileo de motas’?

La roca, arena, montañas y agua se diferenciaron lo uno de lo otro, simplemente por la diferencia en la intensidad del ‘titileo de motas’ y por la aparente densidad de motas dentro del destello.

No hay otra manera en que pueda describir lo que vi cuando estaba en la tierra para transmitir los hechos referentes a la verdadera sustancia de la ‘materia’, el tejido y la construcción aparentemente sólida del mundo.

En el habla moderna, probablemente se llamaría al ‘titileo de motas’ una vibración de partículas. Quizás se podrían combinar los dos términos y describir a la ‘realidad’ visible más fundamental, como un ‘destello de partículas. Éste transmite el sentido de la ‘incandescencia luminosa’ en la cual vi ‘bailar’ a las partículas.

Habiendo dicho todo lo anteriormente mencionado como introducción para el informe de mis actividades en Palestina, permíteme llevarte a otro día hace dos mil años, cuando brilló el sol y el cielo estaba raso, azul claro, y empecé a subir las colinas con mis discípulos, en un intento por retirarnos a descansar, meditar y orar.

Pero eso no iba a suceder. Habíamos pensado en escaparnos, pero a pesar de contar a la gente nuestras intenciones, primero nos siguieron unos pocos quienes luego avisaron a otros diciéndoles que íbamos a los montes. Aunque les rogamos que volvieran a sus hogares, los pocos luego aumentaron en una gran concurrencia de gente siguiéndonos a cierta distancia. Insistían en que hablara con ellos. Quizás te preguntes por qué estaban tan deseosos de escucharme.

Por intuición, sabían que les hablaba palabras de VIDA.

Siempre les mostré la actividad del ‘Padre’ a su alrededor y esto les dio esperanza y les ayudó a ver el mundo con una nueva visión.

Les hablé del AMOR y se sintieron reconfortados.

Fue por esto que pude decirles, sabiendo que me entenderían y que estarían de acuerdo conmigo: - ‘Ven a mí tú que estás cansado y agobiado y te daré descanso. Mi yugo es llevadero y mi carga ligera.’ Sabían que cuando pronunciaba estas palabras, como lo hacía con frecuencia, estaba comparando las reglas y leyes de los líderes judíos con la Verdad que presentaba al pueblo.

Así fue que, cuando fui implorado por la gente para que les enseñara, qué podría hacer sino sentarme sobre una roca más arriba de ellos – a enseñar.

Estaba decidido que, si habían venido tan lejos para oírme, escucharían algo que recordarían y posiblemente hablarían de ello toda la vida.

Sabía que a pesar de todo lo que les había dicho acerca del ‘Padre’ y el ‘Amor del Padre’ todavía seguían temerosos de que Dios los rechazara. Aunque había intentado ayudarles a comprender que el ‘Padre’ de quien hablaba, no era el ‘Dios’ personalizado al cual rendían culto. Sabía muy bien que estaban confundidos. Aunque les había dicho una y otra vez que el ‘Padre’ estaba en su interior, seguían preocupados de que podrían incurrir en castigo desde lo alto por creer en mis palabras.

¿Qué debería enseñarles aquel día? pregunté al ‘Padre.’ Luego me fijé en las cabras y ovejas que estaban pastando en la colina bajo el cuidado vigilante de su pastor, y entró en mi mente el mensaje para ese día. Me puse de pie y grité para que se oyera mi voz hasta atrás en la multitud: - Ve estas ovejas y cabras pastando en las colinas. Las ovejas están en un sitio y las cabras en otro. - Considera las ovejas. Son pacientes y pacíficas entre sí, incluso cuando están apretadas en un rincón del redil. Pastan tranquilamente, nunca reclaman el terreno que no es suyo, dejan el pasto corto pero no dañado, dejan que la hierba se recobre después de pasar por encima de ella. Lo que es más importante, escuchan la voz del pastor. Por consiguiente, él las cuida. Las guía hacia los mejores pastos y duerme con ellas de noche para que no estén amenazadas o atacadas por los perros o los ladrones.

- Mira las cabras, cómo pelean y saltan sobre las rocas y se meten en lugares difíciles o peligrosos. Jalan las zarzas y el follaje de los árboles. Si no fuese por su utilidad para el hombre, no habría lugar para ellas que no fuera estar atadas todo el día o ser desterradas al desierto.

- Os miro ahí abajo, y sé que entre vosotros hay muchas ovejas – y que también entre vosotros hay muchas cabras.

Había unos murmullos de enfado, pero, en general, la gente se dio empujones y tomaron del cabello los unos a los otros amablemente, señalando a las ‘cabras’, riéndose y asintiendo con la cabeza.

Era bueno verles reír y así continué:

- Se conoce a las ovejas por sus hogares, la forma en que se tratan con los vecinos y cómo son vistos por toda la comunidad. Así también se conoce a las cabras - ¿es posible que tengan muchos amigos?

Hubo un fuerte clamor de la multitud:

- ¡No – o – o! - Seguido por mucha risa.

- ¿El pastor sigue a las cabras para cuidarlas – o deben cuidarse y llegar a casa a solas de noche para que las ordeñen?

De nuevo la multitud reía y respondía de maneras distintas, algunas muy graciosas e ingeniosas. -Y así es con aquellos que son ovejas y aquellos que son cabras; - reciben la protección del ‘Padre’ los que son ovejas; y los que son cabras no, porque ellos van obstinadamente siguiendo sus propios deseos todos los días y posiblemente dejando un rastro de destrucción detrás.

Dime - ¿El ‘Padre’ puede proteger a aquel que es cabra?

La multitud estaba en silencio, pero escuchando atentamente.

- ¿Dirás, entonces, que el ‘Padre’ está enfadado con las cabras y no quiere protegerlas, o dirás más bien que, así como el pastor cuida a sus ovejas y cuidaría a las cabras si se lo permitieran, El ‘Padre’ ama a las ovejas y a las cabras por igual, ¿pero no puede protegerlas por igual a causa del ‘comportamiento’ natural de las cabras?

-También considera los hábitos de alimentación de las ovejas y las cabras. Las ovejas se contentan con comer solamente la hierba para la cual están perfectamente diseñados sus estómagos, pero las cabras comen cualquier cosa que encuentran sin respetar de ninguna manera su constitución. Así es con la gente que no respeta el alimento de sus mentes, puesto que no tiene ninguna meta fija, o propósito claro. Como las cabras, no reconocen cuando el alimento mental es dañino o que les está llevando donde no deben ir en sus vidas diarias, o si les dirige hacia un mito dañino o una falacia peligrosa. Van, sin rumbo, recogiendo el equivalente mental de zarzas, zapatos viejos, trozos de tela, hojas, cardos o malas hierbas, porque les falta sentido común.

Un hombre me gritó:

- Maestro, y si una persona es una oveja, comete un error y se ve un embrollo, ¿el ‘Padre’ le abandonará?

Le respondí con una pregunta:

- ¿Qué hace el pastor si una de sus ovejas cae en un hoyo, o por un acantilado, o si se ve atrapada en unas zarzas? Te lo diré. El pastor deja el rebaño y rápidamente va en búsqueda de la oveja perdida y no la dejará hasta traerle de vuelta sana y salva. Así es con el ‘Padre’ – ni siquiera una oveja puede evitar equivocarse de alguna manera u otra, - pero ten la seguridad de que el ‘Padre’ enseguida responderá a su balar y le rescatará. Y si una cabra empezara a comportarse como una oveja y atiende la voz del pastor, entonces ella también estará bajo la protección del pastor y será cuidada igual que las ovejas.
-Así es contigo y el Reino del Cielo – el Reino de Dios.

Se oyeron varias voces, pidiéndome que les contara el significado del – ‘Reino de Dios.’

Lo que te estoy diciendo, no es como lo que has oído de cualquier profeta en cualquier tiempo.

- No intentes entender lo que te digo pensando en lo que te han dicho tus Maestros. Solamente pueden repetir lo de las Escrituras y no tienen ningún conocimiento personal del Reino de Dios o del Cielo.

- Dios no está contenido en ningún lugar, sino que está en todas partes como lo están los cielos y el aire que está encima de ti. –

La Santa Palabra habló la verdad cuando dijo ‘en Dios vives, te mueves y tienes tu ser.’ Puesto que el Reino de Dios está por encima, alrededor y también dentro de ti - y puedes entrar en el Reino de Dios.

La gente clamaba con impaciencia:

- Pero, ¿Qué es eso?

- Es un estado de mente y de corazón, el cual está plenamente poseído por ‘Dios’ – tu ‘Padre.’ Cuando estás en ese estado, el ‘Padre’ es la cabeza de tu cuerpo y dirige todo lo que haces y toda tu vida.

Unas personas decían refunfuñando, - ¿Cómo puede ser eso?

- Es posible estar tan vacío de ego -de deseos egoístas, de enemistades, de enojos, de celos, de codicia, de deseos de venganza, que sólo quede ‘Dios’ en control, dentro de tu mente y de tu corazón.

- ¿Y luego qué ocurre? preguntó una mujer.

- Luego entras en el "Estado del Ser" que es "estar dirigido por Dios.".  Es totalmente hermoso y glorioso. Es amor, es generosidad, es cuidar de los demás como te cuidas a ti mismo, es no juzgar pues aceptas a los demás tal como son por saber que también son ‘hijos de ‘Dios’ y que están igualmente bajo el cuidado de Dios. Es felicidad sin medida, imposible de describir, es sentir alegría por la belleza del mundo, es vida sin límite y energía incrementada, es salud y es la satisfacción de cada una de tus necesidades aún antes de tenerlas.

- ¿Por qué los Rabinos no nos cuentan estas cosas? decían varias personas quejándose.

- Porque sólo yo he visto al ‘PADRE,’ tan sólo yo sé cómo se hizo el mundo y las Leyes de la Existencia. Y porque yo sé todas estas cosas, simplemente ven a mí y pregúntame y yo te revelaré todo lo que se me ha dado. Te digo de verdad - si crees y comprendes – e intentas poner mi palabra en práctica cada día – serás salvado de la tribulación que soporta la humanidad. Sufres porque no entiendes cómo has sido creado, ni los verdaderos propósitos para los cuales naciste.

- Naciste para ser hijo y heredero del ‘Padre.’ Pero vuelves la espalda a toda la gloria del Reino e intentas encontrar el placer en las cosas terrenales. Mientras hagas esto nunca encontrarás el Reino de Dios, no entrarás en el Reino de los Cielos.

- ¿Cómo entraremos en el Reino?

-Ya te lo he dicho. Entrarás en el Reino de los Cielos cuando te arrepientas de todo lo que eres en tu corazón y mente. Cuando lleves tu maldad al ‘PADRE’ y pidas perdón y pidas la fuerza para ser limpiado de tus pensamientos, palabras y actos malignos y finalmente para que te deshagas de ellos; entonces podrás estar seguro de que estás a punto de encontrar el Reino de los Cielos. Cuando hayas conseguido eso, verás que tus actitudes hacía los demás cambian, puesto que el ‘Padre’ está haciendo su Obra de Amor en tu interior.

- Estarás libre de las cadenas y ataduras de deseos y actos malignos que previamente te ataban y te hacían cautivo en el mundo. Más que eso, comprenderás que el ‘Padre’ satisface todas tus necesidades.

Una mujer gritó: - Tengo una necesidad ahora mismo Maestro, tengo hambre.

La gente se reía, pero luego varias voces se unieron a la suya, diciendo: Hemos estado contigo muchas horas, nos has hecho andar y andar antes de consentir en enseñarnos. Te hemos demostrado que somos buenas ovejas. ¿No nos ayudarás a satisfacer nuestra hambre?

Me di cuenta de que decían la verdad y sentí una profunda compasión hacia ellos. Me habían seguido no sólo para la sanación sino porque anhelaban saber la Verdad como me había sido dada por el ‘Padre.’ Les había dicho que el ‘Padre’ satisfacía todas sus necesidades. Esta sería una oportunidad para demostrarles el poder de la fe, y el Poder que es ‘DIOS.’ Les demostraría que nada es imposible cuando realmente crees como yo creía y percibía.

Llamé a mis discípulos para que se acercaran y les pedí que comprobaran si había alguien presente que tuviera alimento. Encontraron un niño con pan y peces y me los trajeron.

Me aparté un poco de la multitud tranquilamente contemplando el pan y los peces, sabiendo que no eran más que el ‘Dios,’ Poder – Mente’ la sustancia de toda materia, hecha visible.

Sabía que ‘Dios,’ Poder – Mente’ era ilimitado y poderosamente activo dentro de mi consciencia.

Sabía que la naturaleza del ‘Padre’ es la satisfacción de la necesidad. Mientras bendecía el alimento, sentía el PODER fluir íntegramente a través de mi mente, cuerpo y manos y sabía que el hambre de la gente sería saciada. No sabía de qué manera, simplemente sabía que sí.

Luego llevé los cestos de comida y les dije a los discípulos que la repartieran, sintiéndome absolutamente seguro de que todo el mundo tendría tanta comida como necesitaran.

Mientras se partía y se pasaba el alimento, así se multiplicaba hasta que toda la multitud fue alimentada y saciada. Sobraron varios cestos de sobras.

Y así demostré que:

< ‘La materia’ – todo lo que es visible en el universo – es mente/consciencia hecha visible a través de la vibración de las motas (las cuales la ciencia llama partículas.) < Cambios en la ‘vibración de las motas’, y por consiguiente cambios en la ‘materia’, toman lugar como consecuencia de las imágenes/movimiento poderosamente dirigidas, disciplinadas, enfocadas por la energía de la mente/consciencia. < Cuando uno actúa puramente desde la ‘consciencia amorosa’ para hacer el bien a los demás, los únicos límites de la Obra Amorosa del ‘PADRE’ dentro del mundo, SON LOS LÍMITES QUE LA MENTE del HOMBRE PONE en AQUELLA OBRA.

Tales cambios en la ‘materia’ sólo pueden suceder cuando la consciencia del hombre está en perfecta armonía y unida a la ‘Consciencia Universal del Padre.’

Aunque hubiera asombro entre la gente y mis discípulos, cuando la gente recibió alimento de esta manera, ninguno de ellos comprendió cómo se llevó a cabo tal cosa.

Tan sólo pudieron concluir que esto era el milagro más grande que habían visto. También les confirmó su creencia de que Yo era el Hijo de Dios.

En otra ocasión yo estaba sentado debajo de un árbol en las afueras de Betesda, rodeado por la gente que había traído a sus enfermos para que fueran curados. Como siempre, se maravillaron al ver el regreso de la vida y la salud a estas personas y se preguntaron cómo podían hacerse tales milagros. De nuevo, intenté hacerles comprender el Poder de la Fe. En los Evangelios, se ha afirmado que yo dije que si un hombre tuviera la fe del tamaño de una semilla de mostaza podría mover montañas. Esta afirmación es una interpretación incorrecta de lo que verdaderamente dije y revela lo poco que mis discípulos y los evangelistas entendían de mis enseñanzas cuando estuvimos en la tierra.

Si alguien tuviera la ‘fe’ del tamaño de una semilla de mostaza - ¿Qué significa? ¿Cómo se puede medir la fe de tal manera?

Fe es fe.

Es un ‘poder de total convicción’ en la mente, poseyendo la mente, y no puede ser sometida a un ‘tamaño’.

La fe - que surge de tu necesidad de creer en algo, porque tal creencia servirá tus propósitos de algún modo- puede ser poderosa y fuerte, pero ¡nunca puede ser estimada bajo un concepto de ‘tamaño!’

La Creencia es aún más fuerte. La Creencia es el fruto de saber algo de oídas y de la lógica. Porque has oído y estás convencido de que lo que has oído o leído es verdad, desarrollas una profunda creencia en lo que has oído. Tú crees que es verdad. Tú crees de una manera total y completa que desafía cualquier contradicción.

Constantemente decía a la gente: ‘Cree que recibirás - y recibirás’.

Sin embargo, yo sabía entonces que sería casi imposible que la gente algún día tuviese la fe para que realizara milagros, puesto que no importaba cuánto les explicara la Verdad, aun así, ellos nunca tendrían el intenso conocimiento que me fue dado en el desierto.

Pero ahora, el relatar en alguna medida la historia de mi estancia en la tierra, en Palestina, es con la intención de que tú, mi lector, empieces a percibir y comprender el conocimiento que me fue dado durante mi iluminación.

Mi intención es la de darte conocimiento. Saber algo de oídas es lo que se oye de alguien, pero no se puede comprobar realmente que sea verdad.

El Conocimiento es cuando se te dice algo – o cuando lees algo – y dado que lo que has oído o leído ahora concuerda de manera lógica y realista con todas las cosas de conocimiento ya relacionadas en tu mente, y puedes comprenderlo y creerlo de manera realista y lógica, la nueva información se convierte en conocimiento. Tú SABES que lo que ahora ’sabes’ es VERDAD. Tienes un sentido de ‘convicción’.
Hasta ahora, como algunos otros, has tenido fe en ‘JesuCristo’ pero has sido como un niño precoz. Tu fe ha sido en parte ciega y aceptante, sin embargo, entretejida con mucha duda. Por tanto, en lo que has necesitado que fuera hecho para ti, dependías de ‘Jesús’ para que se realizará la obra. Pero en realidad, mucho de lo que crees que has recibido de Jesús, ha sido tu propia fe en ‘Jesús’ lo que se ha hecho visible bajo la forma de las cosas pedidas. Aunque esta ‘fe’ ingenua es muy importante para tu bienestar, tú que eres capaz de adelantar en el sendero espiritual hacia la perfección, debes ahora alcanzar un nivel más profundo de verdadero conocimiento de la relación entre la mente y la ‘materia.’ Sin este cimiento, la gente seguirá enredándose en mitos religiosos y se quedará aprisionada en la miseria de la condición humana.

Cuando estaba en la tierra dije la Verdad a la gente, pero fue constantemente malinterpretada. Lo que dije realmente, referente a la fe, fue esto:

- Ve este gran árbol. Ha crecido desde la semilla más pequeña que se pueda imaginar. Ve el tronco enorme, las ramas y su frondosidad. Todo este enorme crecimiento ha salido de una pequeña semilla.

- ¿Cómo ocurrió tal cosa? ¿De dónde procede toda la madera del árbol y la frondosidad que lo adorna? ¿No es esto tan milagroso como los milagros que yo realizo para ti día tras día? ¿No es el crecimiento de este árbol tan obra del ‘PADRE’ como la curación que ocurre en la gente enferma?

Te pregunto - ¿Qué es una semilla? ¿Me lo puedes decir? No – no puedes. Pero te lo diré.

- Es una entidad diminuta de ‘conocimiento de la consciencia.’ Es el ‘conocimiento de la consciencia de aquello en lo que se convertirá. Es un fragmento de consciencia sacado de la ‘Consciencia Creativa Divina.’

- Es un fragmento del poder de la mente procedente del ‘Poder de la Mente del Padre’---el cual, al ser plantado en la tierra y regado por la lluvia, empezará a vestirse a sí mismo de la ‘materia’ visible de la cual posee conocimiento en lo profundo de sí mismo. Este conocimiento es verdadero, es firme, es fuerte y directo. Este autoconocimiento corporificado en la semilla, es una convicción en la ‘consciencia.’ ‘Todas las formas de vida surgen de este autoconocimiento enfocado- una convicción en la ‘consciencia.’ Esta ‘convicción en la consciencia’ es lo que separa la tierra inanimada y las rocas de todo lo que vive y crece sobre la faz de la tierra. Donde no existe ‘convicción de la consciencia’ o ‘conocimiento de identidad’ no hay crecimiento. La consciencia dentro de la tierra y las rocas permanece como ‘Consciencia’ en una forma dormida.

- Por tanto, si pudieras creer en lo que pides, tan poderosamente como la semilla de la mostaza conoce su propia identidad, podrías hacer cualquier cosa que quisieras.

- Si pudieras llevar dentro de tu mente una semilla - el plan perfeccionado de tus objetivos más sentidos- y saber fuera de toda duda que puede crecer y llegar a la perfecta fruición, podrías ver esta semilla maravillosa cobrar vida propia que pronto se manifestaría en tu vida.

- Y podrías, con toda seguridad, mover las montañas de tu vida – esas montañas que atraviesan tu camino y te impiden alcanzar todo lo que deseas... montañas que -en momentos de imprudencia y mal pensar- te has creado tú mismo.

- Si tan sólo comprendieras la creación y la existencia, podrías vivir una vida de total libertad, hazañas sin límites y alegría trascendente.

- Busca la comprensión y verás que, poco a poco, la comprensión vendrá a ti. Llama a la puerta del universo que da acceso a ‘Dios’ – la ‘Consciencia Padre Universal’ y finalmente encontrarás que la puerta se abre y que tienes entrada a los secretos del mundo.

- Tan sólo cree y recibirás.

También les recordaba esto en todo momento:

- Sólo los de mente y corazón puro realizarán estas cosas poderosas.

Los malvados pueden prosperar durante un tiempo, como lo han hecho los reyes y los ejércitos saqueadores y otros amontonando la iniquidad en sus mentes; se les ha permitido hacer su trabajo durante un tiempo, pues surge de la maldad cierto bien, pero al final fracasarán y el resto del mundo proferirá injurias contra sus nombres. - Por consiguiente, si quieres tener éxito, examina tus motivaciones. Los deseos que surgen simplemente del anhelo egoísta de riquezas o confort, al final acaban en desengaño, enfermedad y muerte.

Y yo te digo a ti que lees estas palabras –no te atrevas a negar la Verdad que digo hasta que hayas andado el Camino de Auto Renunciación que anduve yo en la tierra, y que hayas alcanzado la misma unión con el ‘PADRE’ y las alturas del conocimiento y la comprensión indiscutible que yo poseo. Cuando hayas alcanzado todo esto, ya no tendrás ningún deseo de negar la Verdad que te digo, sino que no podrás contenerte en unirte a ‘mí’ para enseñar al prójimo. Hasta ese momento, mantente en paz, y no dejes que ningún hombre conozca tu ignorancia.

Con qué frecuencia, a través del mundo, la gente abraza mis enseñanzas con mucho gusto, por su altísima moralidad y por ser los principios del buen comportamiento del vivir diario más perfectamente formulados. Sin embargo, añaden rápidamente que se deben descontar las historias de los milagros puesto que tales aberraciones de las leyes naturales no son posibles.

Esta clase de pensamiento levanta barreras frente al progreso futuro del desarrollo científico-espiritual del cual la mente humana es capaz.

De hecho, no vine a la tierra para presentar una nueva religión o un código moral más alto que aquél dado por Moisés en los diez mandamientos. Mi propósito fue el de traer una nueva percepción de ‘DIOS’ como creador y la comprensión de la existencia en sí. De este conocimiento surgiría una nueva forma de vivir.

La actitud correcta hacia mi misión en la tierra en este tercer milenio es la de reconocer que los ‘milagros’ que yo realicé están más allá de la capacidad del ser humano medio en este momento. Sin embargo, tales ‘milagros’ fueron ejemplos de lo que se puede alcanzar en el futuro cuando las mentes de la gente estén plenamente imbuidas con el verdadero conocimiento de la existencia y estén también, por medio de la fe, la meditación y la oración, totalmente sintonizadas e imbuidas con la ‘Consciencia Universal Vida/Amor’.

¿Fue realmente cierto que ‘anduve sobre el agua’ cuando mis discípulos se embarcaron para cruzar el lago?

Si has leído la narración bíblica de este incidente, te darás cuenta de que mis discípulos me habían dejado atrás. Anhelé la oportunidad de apartarme de todo contacto humano, retirarme a las colinas, para una vez más entrar en profunda meditación permitiendo a mi consciencia fundirse en la dimensión universal de la ‘Consciencia de Dios.’

Mientras estuve en este estado espiritual que trasciende la consciencia humana, todo conocimiento físico desapareció y fui elevado en éxtasis dentro de la Corriente Universal de la Vida y supe que la VIDA UNIVERSAL lo es todo, que la VIDA era la realidad de mi ser, y que todo lo demás eran apariencias cambiables transitorias de la VIDA UNIVERSAL hechas visibles.

SUPE, sentí que yo era la VIDA MISMA, y que al introducirme en la CONSCIENCIA DE LA VIDA más allá de la consciencia terrenal, las leyes que gobernaban mi ser físico eran trascendidas y ya no se aplicaban a la carne y sangre de mi cuerpo humano.

Anhelaba moverme en este nuevo estado trascendente, y me vi salir de la cueva flotando. Vi a mis discípulos en el lago y supe que estaban en peligro. Sin esfuerzo bajé la colina hacia la orilla flotando y al empezar a contactar de nuevo con mis asuntos humanos normales - en este caso, mis discípulos - me encontré pisando sobre las aguas. Sin embargo, todavía estaba en esa condición en la que me di cuenta plenamente que Yo Mismo era la VIDA individualizada, y por tanto, que mi cuerpo estaba bañado por el PODER VITAL que seguía aligerando y transformando la estructura atómica de mi estado físico.

Debes entender que oír y pensar en el estado de consciencia humana – y la ascensión en la MANIFESTACIÓN TRASCENDENTE de la VIDA UNIVERSAL, cuando la consciencia personal está ya apartada de la condición corporal y plenamente fundida en la ‘Consciencia Universal del Padre’- pertenecen a dos dimensiones totalmente diferentes del ser.

La consciencia humana puede recibir inspiración de la ‘Consciencia Universal del Padre’ pero la inspiración que se recibe se entremezcla con la condición humana y frecuentemente se interpreta mal, según el almacén de conocimiento que ya controla al cerebro y por tanto los procesos mentales en sí. Desgraciadamente, la inspiración que recibes es contaminada y distorsionada por tus actuales creencias fuertemente arraigadas.

Dado que el ESTADO PERCEPTUAL TRASCENDENTE y de COBRAR CONSCIENCIA sale, emerge, de la condición física, el cerebro ya no está al control. Ya no tiene influencia sobre el estado de Percepción Trascendente que es la Verdad en sí. Ya no está controlado o afectado por la creencia humana. Está en un estado de ‘Lo que Realmente Es’ lo que está detrás de la manifestación y la existencia visibles, en lugar de estar en la dimensión humana de ‘Lo que se Cree que es la Existencia.’
Es en el estado de Consciencia Trascendente en el que los ‘milagros’ no son más que la obra normal de la Ley Universal.

Antes de continuar con esta narración de mi vida sobre la tierra, quiero hacer hincapié de nuevo en que todo lo que hay en el universo es un ESTADO DE CONSCIENCIA particular e individualizada hecha visible. He tenido que descender desde mi ESTADO DE CONSCIENCIA DEL AMOR UNIVERSAL actual, con el fin de experimentar de nuevo mi vida en la tierra que sigue impresa, de manera imborrable, dentro de la energía de la consciencia del mundo en sí, la cual se remonta hasta el momento de su creación.

Debes comprender que cuando dejé mi cuerpo en Palestina, dejé atrás todo lo perteneciente a aquella vida.

Había cumplido mi misión. Por tanto, cuando morí en la cruz, fui liberado, fui elevado en LUZ gloriosa, para participar de la LUZ, para ser la LUZ, y para regocijarme en la LUZ que es el Amor Universal, Vida, Belleza, Armonía, Dicha y Éxtasis.

MOVERSE ENTRE DIFERENTES NIVELES DE ‘CONSCIENCIA’ no es asignatura fácil o agradable. Es tan sólo porque mi misión en la tierra no había quedado completa cuando morí en Palestina, por lo que ahora vuelvo para ayudarte a preparar tu entrada en la nueva era, una fase nueva de la existencia individualizada en la tierra.

Puede que comprendas lo que quiero decir por la ‘incomodidad de este suceso’ si haces memoria de alguna profunda tristeza que ocurrió en tu vida y ves que reaccionas con casi el mismo grado de tensión y estrés emocional como cuando el acontecimiento te ocurrió.

El reflexionar sobre algún sufrimiento o pena pasada te hará querer llorar. Sentirás la vuelta de la depresión y angustia original al revivir aquel momento en tu imaginación. Puede que quieras apartarte de la gente porque tu ‘consciencia’ ya ha descendido desde tu estado anterior del equilibrio feliz y de paz, para experimentar, una vez más, las vibraciones y las formas de la ‘consciencia baja,’ que creaste en el momento inicial de tu sufrimiento.

El cambio de ánimos indica un cambio en tus energías de consciencia. Una subida de las vibraciones de consciencia te dará una elevación mental, emocional y física, haciéndote sentir feliz. Una baja de tus energías de consciencia deprimirá el funcionamiento de todo tu sistema y sentirás el comienzo de una depresión – o, al menos, una caída del optimismo previo que disfrutabas. Te estoy explicando un hecho de la existencia.

Tu universo entero manifiesta las diferentes frecuencias de vibración de las partículas de energía de la consciencia. Al moverse las frecuencias arriba o abajo, de un nivel a otro, así también las estructuras físicas y visibles manifiestan niveles de energías diferentes y hay un cambio de patrones mentales y emocionales y de aspecto.

Al descender desde mi estado de consciencia para volver a entrar en las condiciones de mis tiempos en la tierra, estoy movido tan sólo por mi amor por la humanidad.

Desde hace dos mil años, los ‘cristianos’ llevan reviviendo el trauma de mi crucifixión.

Algunas personas, incluso, han experimentado el estigma, que no es más que una respuesta histérica morbosamente emocional a lo que creen que me pasó. La gente se excita hasta un punto similar al frenesí mientras se imagina la angustia de mi sufrimiento antes de mi muerte. Su gratitud emocional por lo que soporté, los pone en un estado de congoja física. Esto está siendo escrito en un día de viernes Santo, y he venido especialmente para hablarte acerca de mi crucifixión y para decirte que debes abandonar todo drama referente al recuerdo de este día. Morí – y eso fue, para mí, una liberación maravillosa.

Es hora de que la gente se despierte de su largo, largo sueño y que llegue a comprender la existencia como lo que realmente es – y la verdad con respecto a mi crucifixión, la cual ha estado oculta hasta este tiempo. En Viernes Santo, año tras año a través de los siglos, se ha creado un estado de ser de consciencia traumática y contaminada por todo el mundo, tan lejos de la dimensión espiritual de la CONSCIENCIA CREATIVA UNIVERSAL como dista el infierno del cielo.

Ahora que he elegido revivir mi vida sobre la tierra en la persona de ‘Jesús’ a través de la mente de alguien que recibe mis palabras, con el fin de ayudar al mundo a avanzar hacia una nueva fase de desarrollo espiritual/mental, pido a aquellos que puedan recibir mis palabras, que dejen esta práctica de recordar mi muerte y de ejercer la ‘abnegación’ física durante el ayuno de la cuaresma para conmemorar mis cuarenta días en el desierto. Como te debes dar cuenta por esta narración, mí tiempo en el desierto fue de gran dicha y de bendición de espíritu.

Muchos sucesos de gran significado espiritual ocurrieron justo antes de mi muerte, los cuales son ejemplos magníficos de las Grandes Leyes Cósmicas en acción dentro de tu dimensión de existencia.

Ahora te estoy dando una breve narración de esos sucesos importantes porque mi propósito es el de iluminar completamente tu mente, darte conocimiento más allá de cualquier conocimiento recibido por cualquier otra persona en tu universo.

Cuando empecé a preparar a mis discípulos para mi muerte que se aproximaba, tuve una tarea terriblemente difícil. A duras penas podían contener la conmoción y el asombro. Pensar que me iban a crucificar como un criminal común era repugnante, inexpresable, y tampoco querían perderme de vista.

Les había llamado para seguirme y dejar atrás sus vidas que habían sido bastante prósperas. Habían dejado a sus familias y sus hogares para rehacer sus vidas alrededor de mí y mi obra. Se habían enorgullecido de mi recorrido por las ciudades. Habían estado dispuestos a asociarse conmigo y se les conocía como mis discípulos, a pesar del rechazo y la dura crítica de los Líderes Religiosos. Lo que, es más, me amaban y me respetaban tanto por mi forma de vivir mis propias enseñanzas como por la manera en que curaba a tanta gente con compasión, y por cómo les traía confort a sus vidas desdichadas. Verdaderamente creían que era el Hijo de Dios. ¿Cómo podía acabar en la cruz el Hijo de Dios? se preguntaban. Aumentó el espanto con cada pregunta. Era impensable. Sentían que un tremendo vacío se abría delante de sus vidas -un vacío en sus vidas y un enorme cráter en la tierra donde pisaban, y una vasta extensión de inestabilidad y de falta de propósito dentro de ellos mismos. No se atrevían a contemplar mi próxima crucifixión de la yo les que hablaba. Tal suceso les destruiría todo aquello en lo que habían creído con todo su corazón.

Por consiguiente, mis discípulos se resistían fuertemente y con locuacidad a lo que intentaba decirles, y afirmaban una y otra vez que tal cosa nunca podría ocurrir. Al ponerme firme contra sus tercas negativas, al final se vieron obligados a acallar sus argumentos y a aceptar externamente que tal cosa podría ser posible. Les dije que después de mi muerte me verían de nuevo y que esperaba que siguieran la obra que yo había emprendido.

El dolor y las discusiones que había despertado en mis discípulos también me afectaron a mí profundamente. No era empresa fácil ir a Jerusalén donde me esperaba mi destino. Más que cualquier cosa, me preguntaba si estaría a la altura de este gran reto a mi resistencia. ¿Sería capaz de trascender la condición física y entrar en la Consciencia del Padre Universal y quedarme ahí hasta que muriera? Había veces que estaba profundamente asustado ante la prueba, pero no me atrevía a revelar mi temor a mis discípulos.

Por tanto, empecé mi último viaje hacia Jerusalén con sentimientos poderosamente mezclados. Por una parte, estaba cansado de curar y hablar y enseñar a la gente que escuchaba boquiabierta sin tener ninguna comprensión de nada de lo que intentaba contarles.

Había pensado que mi conocimiento haría capaz a la gente de salir de su miseria y, al menos, hacer contacto con el ‘Padre’ y obtener una vislumbre del ‘Reino de los Cielos’. No había ninguna evidencia de tal despertar espiritual ni siquiera entre mis discípulos.

Mi decepción y sentido de fracaso me hizo estar contento de irme de la vida terrenal hacia la gloriosa existencia que sabía que me esperaba después de mi muerte.

Al mismo tiempo, me preguntaba cómo iba a resistir el dolor de la crucifixión.

A través de mi misión, había vivido en un estado mental más o menos consistentemente pacífico – frecuentemente exultado, con los pensamientos fijos en la ‘Consciencia Amorosa del Padre,’ autor de todo ser, sabiendo que sólo tenía que pedir y lo que pidiera rápidamente sería manifestado.

¿Podría mantener mi ecuanimidad cuando me trajesen ante el Consejo, al llevarme a mi crucifixión, cuando me clavaran en la cruz con mi peso colgando de mis manos?

Porque estaba dando lugar a dudas y temores, se me bajaba el nivel normal de mis frecuencias de consciencia. Me estaban bajando hasta las frecuencias de la consciencia del plano terrenal. Volví a ser víctima de mi vieja agresión que me incitaba hacia actos irrazonables, lo cual nunca hubiera contemplado antes, cuando estaba en mi estado anterior de total armonía con la ‘Consciencia del Amor Padre’. Mis dudas y conflictos se externalizaron en mi vida como emociones e impulsos humanos que contravenían la Ley Cósmica del Amor.

Primero ocurrió el episodio de la higuera. Tenía hambre y fui al árbol realmente sin esperar encontrar fruta porque no era la estación de los higos. Al ver que la búsqueda era ‘infructuosa,’ maldije la higuera. Veinticuatro horas más tarde, se había marchitado hasta las raíces.

Fue una experiencia terrible. Era la primera vez que mis palabras habían causado daño a algo. Sin embargo, demostró claramente a mis discípulos el poder del PENSAMIENTO para bien o para mal. Les demostró que cuanto más espiritualmente evolucionada es una persona, mayor es el impacto de sus palabras en el medio ambiente.

Aproveché la oportunidad para señalar a mis discípulos que me había comportado sin pensar, como lo hace el hombre o mujer promedio que – teniendo grandes esperanzas – no consiguen lo que quieren.
Suelen reaccionar con enojo, lágrimas, e incluso palabras agudas que pueden o no ser una especie de ‘desear mal’ o de maldecir a la persona que les haya negado el deseo anhelado en su corazón. Ya habían visto ellos mismos lo que mi maldición había hecho a la higuera. Ahora deberían comprender que mientras que una fuerte convicción les podría conceder cualquier cosa que pudiesen desear o imaginar, también deberían estar constantemente conscientes de su propia condición mental – emocional. No deben guardar rencor contra los demás, sino que deben perdonar rápidamente, de lo contrario podrían hacer mucho daño a aquellos contra quienes sienten resentimiento... lo cual se les devolvería, en el debido tiempo, como la cosecha de su siembra.

Lo que es más, según se siembra se cosecha. Sabía que lo que había hecho a la higuera inevitablemente regresaría a mí de alguna manera u otra. Llevé a mis discípulos al Templo. Muchos años habían pasado desde que estuve ahí, y sabía que mi visita serviría para establecer los sucesos que conducirían a mi crucifixión. Algunas personas me reconocieron y como respuesta a sus peticiones me puse a enseñarles. Se juntaron más personas y se apiñaron los prestamistas quienes empezaron a quejarse. Sus gritos y quejas ruidosas rompieron el hilo de mi pensamiento mientras enseñaba.

De repente monté en cólera, había aquí personas sinceras que me rodeaban deseando oír palabras de VIDA, las cuales pronto no podría contarles, y ahí estaban los prestamistas que vivían vendiendo ganadería para los sacrificios que no hacían ningún bien a la gente. Estos hombres solamente traían deudas y miseria a la gente. Sentí la sangre subirme a la cabeza y dando empujones a las mesas, las tiré, esparciendo el dinero, y eché fuera del Templo a los hombres de corazón duro que pensaban tan sólo en el dinero.

Entonces hubo una tremenda conmoción de gritos y chillidos. Algunos pelearon para recoger el dinero. Los prestamistas me maldijeron, denunciándome como malvado, como si hiciera el trabajo de Belcebú y otros mil demonios. Los Sacerdotes y los Fariseos y toda la gente que valoraba en mucho los sacrificios del Templo vinieron juntos corriendo para averiguar la causa del ruido y de la confusión.

Al oír lo que contaron los prestamistas, estaban tan agraviados por mis actos que se lanzaron en una condenación vociferante y de lamentaciones contra mí para impresionar a los Sacerdotes, cada uno superando al compañero, haciendo protestas cada vez más fuertes para demostrar su horror por lo que yo había hecho. Nunca antes se había visto en el Templo tal cosa.

Incluso aquellos que antes me habían escuchado, estaban molestos por mi intención y se preguntaron qué clase de hombre podría ser yo. Estaban agrupados, de pie, viendo los sucesos, cuando se les acercaron los Sacerdotes y los Fariseos quienes les persuadieron de que yo intentaba destruir todo aquello en lo que creían predicando un ‘Dios’ falso, totalmente diferente a lo que siempre habían oído en las sinagogas. Los Sacerdotes transmitieron su propio enojo desenfrenado a la gente y les convencieron de que mi pecado les contaminaría también si se empeñaban en escuchar mis locuras.
Gradualmente se le convenció a la gente de que yo era una influencia malvada y que deberían quitarme de en medio antes de que pudiera trastornar la paz del país y atraer la ira del gobernador romano sobre todo el país de Palestina.

Mis discípulos, avergonzados por lo que había hecho, sigilosamente dejaron la escena y se escondieron entre los callejones a alguna distancia del Templo. Cuando más tarde regresaron a donde yo estaba, demostraron claramente que estaban profundamente molestos por mis actos, se preguntaron si había perdido el juicio, o si me había vuelto loco profetizando mi muerte y luego haciendo aquellas mismas cosas que probablemente la provocarían. Fue en ese momento que Judas, quien nunca se había deshecho verdaderamente de sus creencias judías, empezó a dudar de que yo fuera el Mesías después de todo. Llevaba tres años enseñando al pueblo y no había una disminución del dominio romano. Tres años y la gente no estaba más cerca de la felicidad que les había prometido. Y ahora parecía que estaba a punto de convertirme en un perturbador de la paz – trayendo la ira de Roma sobre sus cabezas.

Se enteró de que el Sumo Sacerdote Judío quería deshacerse de mí y por tanto ofreció sus servicios para identificar a mi persona cuando así se requiriera.

Cuando fue la hora de celebrar la Pascua con mis discípulos, planeé cenar todos juntos en un salón grande. Sabía que sería la última vez que comería alimento en la tierra. No deseo volver profundamente a la consciencia de aquella noche. Sentía gran tristeza por dejar a mis discípulos quienes me habían servido tan bien. Con mi tristeza volvieron todos mis temores y conflictos. Pasé momentos de profunda lástima emocional por mí mismo. Sentí que nadie comprendía todo lo que había intentado hacer para mi pueblo y el sacrificio que estaba dispuesto a hacer por ellos.

Juan estaba dando una vívida narración de la historia de la última noche de los Israelitas en Egipto antes de escapar al desierto. Hablaba de las instrucciones de Moisés al jefe de cada familia, de que matasen un cordero sin mancha, de cocinarlo de cierto modo y con la sangre pintar los dinteles de las moradas Israelitas, porque aquella misma noche, vendrían los ángeles a matar a los hijos primogénitos y al ganado de los egipcios. Con gran entusiasmo, recordó el alboroto de los egipcios que al despertar encontraron el primogénito de cada hogar ensangrentado. Ninguno se salvó.

Era la clase de historia horrible que rechazaba por no tener ningún valor para la persona que buscaba la Verdad espiritual más alta. Me preguntaba cuánto realmente habían entendido mis discípulos cuando les hablaba de su ‘Padre Celestial’ y Su Amor por toda la humanidad. ¿Cómo podían entusiasmarse con el pensamiento de los ‘ángeles’ matando a los primogénitos de los egipcios cuando se les había dicho con toda claridad que ‘¿Dios,’ el ‘Padre’ era Amor? Pero los judíos siempre se habían preocupado por el derramamiento de sangre para expiar sus pecados. Incluso Abrahán, el fundador de la nación Israelita, se convenció de que debía llevar a su único hijo al desierto y matarle y ofrecerle como sacrificio a Dios. ¡Un pensamiento pagano y repugnante!

Pensé en los sacrificios de animales en el Templo. Amando a todos los seres vivos como lo hacía, esta práctica era una abominación para mí. Y ahora yo estaba a punto de ser llevado a la muerte porque me había atrevido a pronunciar las palabras de la Verdad. Y cuando consideraba lo poco que había conseguido en transmitir mi conocimiento, ¡me preguntaba por qué se me había confiado tal misión!
Sentí un espasmo momentáneo de resentimiento y enfado entretejido con mis sentimientos habituales de amor hacia estos hombres.

Con algo de cinismo, me preguntaba qué recuerdo eficaz podría dejarles, para volver a traer a sus mentes todas mis enseñanzas cuando ya no estuviera con ellos. Si podían olvidar tan rápidamente todas mis enseñanzas sobre el ‘Amor del Padre’ y disfrutar la historia horrible de la Pascua mientras todavía estaba en la habitación con ellos – ¿cuánto recordarían cuando muriese como un ‘malhechor’ en la cruz, la más ignominiosa de las muertes?

Luego se me vino a la mente que, si el ‘derramamiento de sangre’ tanto les conmovía, ¡les daría sangre para que me recordaran! Con estas reflexiones irónicas, cogí un pan, lo partí, lo pasé a mis discípulos y les dije que lo comieran. Comparé el partir el pan con el futuro de mi cuerpo partido, y les pedí que repitiesen el ‘partir el pan y su distribución’ como medio de recordar el sacrificio de mi cuerpo para traerles la VERDAD - la Verdad acerca de DIOS y la Verdad acerca de la vida, la Verdad acerca del Amor.

Dándose cuenta de que yo estaba de un humor extraño, dejaron de comer, escucharon, tomaron el pan y lo comieron en silencio.

Luego tomé mi copa de vino y se la pasé, diciendo que cada uno debía beber de ella puesto que era símbolo de mi sangre que en poco sería derramada porque me había atrevido a traerles la Verdad de la Existencia.

Vi que mi voz entrecortada tocaba a algunos de ellos. Sobriamente, cada uno tomó un sorbo y luego pasó la copa a quien estaba a su lado. Pero todavía no decían nada. Percibían que hablaba en serio y que ya no toleraría más discusiones.

Luego les conté que uno entre ellos me traicionaría.

(En secreto, comprendí los motivos de él y supe que era una pieza necesaria de la futura secuencia de sucesos. Simplemente cumplía con el papel que su naturaleza le había incitado a hacer. Yo sabía que él sufriría mucho y sentí compasión por él. Pero yo me guardé estos pensamientos sólo para mí.)

Al mencionar que uno de ellos me traicionaría, le dije a Judas que se marchara a hacer rápidamente lo que tenía que hacer; los discípulos cobraron vida, preguntándose si realmente ésta era su última cena conmigo.

Había mucha congoja emocional, preguntas, incluso recriminaciones por haberles metido en tal trampa.
De nuevo, se preguntaron qué harían con sus vidas después de que yo me fuera. Serían objeto de burla, decían discutiendo. Nadie volvería a confiar en lo que dijeran.

Profundamente entristecido por su respuesta egoísta ante mi apuro les aseguré que no tenían que temer por su propia seguridad. Me abandonarían y no habría conexión entre ellos y mi crucifixión. Les sugerí que después de mi muerte se dispersaran y volvieran a Galilea. Pedro se conmovió profundamente y reaccionó con vehemencia negando que algún día me abandonaría, pero por supuesto lo hizo.

En este momento de mi propia necesidad, todavía me encontraba con una total falta de comprensión, incluso resistencia, aún después de todo el amor que había sentido hacia los hombres y de todo lo que anhelaba lograr por ellos. Su única preocupación era la de qué les ocurriría a ellos. No hubo ninguna palabra amable, ofrecimiento de ayuda, angustia por mi dura prueba.

¡Qué duro era el corazón humano, pensaba! ¿Cuántos siglos penosos tendrían que pasar antes de que la humanidad pudiera ir más allá de su propio dolor y sufrimiento para sentir acaso un destello de amor y compasión hacia otros desafortunados que se hallasen en una situación peor que la de ellos?

Y así – aunque profundamente decepcionado - incluso dolido – por sus reacciones egoístas, también les comprendí e intenté dar a mis discípulos valor para enfrentarse con el futuro y les aseguré que siempre estaría con ellos incluso cuando estuviera oculto a su vista.

La obra que había emprendido sería promovida desde la vida que hay en el más allá. No les dejaría solos. Conocerían y sentirían mi Presencia y esto les reconfortaría.

Les dije que se aferraran a sus recuerdos del tiempo que había estado con ellos. Les avisé que habría muchos que seguirían con el conocimiento que se les había dado, pero que habría personas que buscarían añadir la voz de la tradición y la razón a mis enseñanzas. Mis palabras serían tan distorsionadas que, el final, ya no revelarían la Verdad original que había traído al mundo.

Cuando les dije que esto sucedería se disgustaron, incluso se volvieron presa del pánico. Me alivió ver que mis enseñanzas no habían sido en balde después de todo, que no habían entrado en oídos totalmente sordos. Me pidieron que les contara más – pero levanté las manos y dije que eso era todo lo que podía decir.

En este punto, sentí que había dicho todo lo que siempre quise decir mientras estaba en la tierra, que mi discurso con los hombres había sido cumplido. Todo lo que profundamente anhelaba era retirarme al silencio y encontrar paz y alivio en mi contacto con el ‘Padre’.

Dejamos el salón de la cena y fuimos andando al Monte de los Olivos, pero el humor de mis discípulos era de conflicto interior, temor y duda. La mayoría de ellos se marcharon para unirse con sus familias y amigos que estarían celebrando su propia Pascua.

En el jardín había una peña especial con la forma de una pequeña cueva. Me gustaba refugiarme del viento dentro de ella. De modo que me senté y oré, buscando un camino hacia dentro de la armonía exaltada que había disfrutado anteriormente. Sabía que cuando me moviera para sintonizarme con el ‘Amor del Padre’, se disolverán mis temores y estaría en un estado de total y absoluta confianza lleno de paz nuevamente. A medida que sentí el Poder del Amor entrar en mí y tomar posesión de mi consciencia humana, así también la fuerza para soportar lo que se me venía encima poseyó mi corazón. Sería capaz de permanecer dentro del amor y dar Amor a otros hasta el final. Y así fue.

Ni siquiera intentaré reentrar en el estado del juicio y de la crucifixión. No tiene importancia.

Cuando finalmente me morí en la cruz y mi espíritu se retiró de mi cuerpo torturado, fui elevado dentro de una LUZ radiante e inefable. Fui envuelto en el calor y el consuelo del AMOR, tal como nunca antes había experimentado. Tenía una sensación de envolvente alabanza, una poderosa certeza de haber hecho un buen trabajo, de éxtasis en la fuerza universal para continuar la obra, y de una alegría y embeleso que está muy por encima de cualquier cosa que la condición terrenal jamás pueda conocer. Entré en una nueva y maravillosamente hermosa forma de vivir, pero todavía descendía en consciencia para mantenerme en contacto con la gente que había dejado atrás. Podía mostrarme a aquellos que eran suficientemente sensibles para poder verme. Sin embargo, la historia de Tomás de que supuestamente metió los dedos en mis heridas es un disparate.

Mis discípulos no sabían que había concertado en secreto con José de Arimatea que después de mi muerte llevase mi cuerpo a su propia tumba sin usar, donde lo ungiría según la costumbre antes de la puesta del sol. Luego, cuando cayera la noche y todos en Jerusalén estuvieran cumpliendo el ‘Sabbath’, ayudado por dos sirvientes de confianza, a caballo, llevaría mi cuerpo a escondidas durante la noche, y por caminos ocultos de día a una ladera en las afueras de Nazaret, en Galilea. Ahí y ayudado por mi familia, si seguía mis instrucciones encontraría una pequeña cueva oculta que me había dado refugio de las tormentas y de la gente cuando era un joven infeliz y rebelde, y estaba contrariado con el mundo. José me prometió que encontraría la cueva siguiendo un mapa que le había dado y que me dejaría ahí después de otro embalsamamiento. Luego reconstruiría la pequeña entrada para librarla totalmente de posibles intrusos. Allí mi cuerpo ha descansado, libre de molestias.

Se ha dicho que ‘mi cuerpo resucitó de los muertos’. ¡Qué absurda cosa Inventada por mentes terrenales de quienes no sabían cómo explicar satisfactoriamente mi muerte en la cruz como un malhechor!

¿Qué necesidad tendría yo de un cuerpo terrenal para continuar la existencia en la siguiente dimensión? ¿Cómo puede persistir tal mito ridículo incluso en el siglo XXI? Esto da la medida de la falta de comprensión de los ‘cristianos’, el que hayan aceptado ciegamente tal dogma hasta hoy día.

Piensa en esto con cuidado. Habiendo sido librado de un cuerpo terrenal y después de mi experiencia de éxtasis y de glorioso arrobamiento de pasar a una dimensión sublime de la CONSCIENCIA UNIVERSAL, ¿por qué querría yo volver a la dimensión terrenal para entrar en mi cuerpo otra vez?
¿De qué utilidad sería para tu mundo o para el mío? Mientras la ‘sustancia física’ de mi cuerpo podría ser espiritualizada cuando estuviese perfectamente armonizado a la ‘Consciencia Amorosa del Padre’ cuando todavía vivía en la tierra, ¿no sería un estorbo y un obstáculo para mis viajes posteriores dentro de los Reinos Espirituales más altos?

Las cosas visibles no son más que una manifestación de las frecuencias vibratorias específicas en la consciencia que producen un ‘TITILEO DE MOTAS O PARTÍCULAS’ dando un aspecto de ‘materia sólida.’ Cada sustancia visible posee su propia frecuencia de vibraciones única. Un cambio en la proporción de las vibraciones produce un cambio en el aspecto de la ‘materia’. Al cambiar las energías de la consciencia así también cambia el aspecto de la ‘materia.’

Por consiguiente, era posible que yo enfocara y bajara las frecuencias de mi consciencia a tal punto que mi forma se hiciera visible al ojo humano. Podía volver a mis discípulos y ser visto por ellos. Y así lo hice. Los amaba más que nunca, y les debía tanto consuelo y apoyo como era capaz de darles después de mi muerte. No sólo esto, era necesario dirigir mi propio poder dentro de sus mentes con el fin de darles el ímpetu y el valor para seguir la obra que había emprendido.

Sin embargo, quiero que sepas que la ‘consciencia individualizada’ que haya ascendido en frecuencias vibratorias hasta los mismos portales de la Dimensión Creativa Universal se convierte en LUZ INDIVIDUALIZADA, una CONSCIENCIA INDIVIDUALIZADA que no necesita ningún cuerpo para expresar y disfrutar de todo lo que la CONSCIENCIA GLORIOSA pueda idear en los REINOS ESPIRITUALES más altos. Es un estado supremo y extasiado de ser sin tener ninguna de las necesidades, deseos o impulsos experimentados por aquellos que no hayan subido plenamente más allá y por encima del ‘ego’.

Mientras vives en la tierra tu mente permanece anclada dentro de ciertos parámetros de frecuencias vibratorias, encerrada en un cuerpo que tiene sus propias necesidades. Si tu consciencia verdaderamente se elevara más allá de estos parámetros tu ser terrenal desaparecería. Cuando yo estuve atrapado en un cuerpo yo también estaba, en gran medida, confinado a estos parámetros de frecuencias vibratorias y de la consciencia.

Lo que es más, la imaginación sola, no puede elevarse más allá de tus experiencias previas y por lo tanto estás confinado a tu pasado, lo cual proyectas hacia tu futuro.

Sin embargo, poco a poco, serás guiado por aquellas mentes que son lo suficientemente sensibles para entrar en las dimensiones espirituales más altas y que se pueden mover más allá de tus límites de consciencia presentes. Ellos grabarán para ti esas maravillosas experiencias y esos estados del ser más allá de los tuyos, a los cuales tú mismo puedes aspirar. De este modo, adelantarás en niveles o pasos de desarrollo espiritual. Cada paso te trae una visión más alta de lo que puede ser alcanzado, y desde esta visión tu formulas una nueva meta. Con esta meta siempre delante de ti, tu trabajas para purificarte de la influencia contaminante de los impulsos de ‘adhesión – rechazo’ de la existencia terrenal. Paso tras paso tu trasciendes tu ego.

Cuando tú trasciendes el ego y eso muere dentro de tu consciencia, ya estás abundantemente vivo dentro de la ‘Consciencia Amorosa del Padre’ y encuentras la realidad del Reino del Cielo en tu vida, dentro de ti mismo y en tu entorno.

Para permitirte a TI alcanzar estas cimas de amor, alegría, armonía y éxtasis, yo viví, trabajé y morí en Palestina y he venido ahora a ti en estas CARTAS.

No dejes que mi trabajo sea en vano esta segunda vez. Conforme leas estas páginas busca, medita y ora para conseguir inspiración. Llegarás a sentir la respuesta del ‘Padre’ y si escuchas cada día con atención, oirás la Voz del ‘Padre.’

Esta Voz está siempre contigo, Quita las barreras creadas por tu propia voluntad. Ábrete para recibir la fuerza, el poder, la inspiración y el amor directamente de la Consciencia Amorosa del Padre.

Lee y relee estas CARTAS para que puedan ser, finalmente, absorbidas en tu consciencia. Mientras lo haces estarás viajando hacia la LUZ, e irradiarás LUZ hacia los demás.

Tal LUZ no es ‘luz’ como la de la electricidad, sino que es de la misma naturaleza que la CONSCIENCIA UNIVERSAL que te describí en mi CARTA 1.

Por tanto, mientras irradies la LUZ, irradiarás el amor incondicional. Tú promoverás el crecimiento y el desarrollo espiritual de toda otra entidad viviente. Anhelarás alimentar y nutrir; trabajarás para promover protección, sanación y educación. Tú desearás ayudar en el establecimiento de la ley amorosa y el orden en el cual todos podrán vivir en armonía, con éxito y con prosperidad. Estarás en el Reino de los Cielos. Al mismo tiempo, no te hagas ilusiones.

Mientras se dan pasos para presentar estas CARTAS al mundo exterior, habrá exactamente las mismas recriminaciones, la misma condenación, las mismas habladas de Satanás, del diablo, como las hubo cuando enseñé al principio en Palestina. Ánimo, reza para ser valiente. Aquellos que aguanten hasta el final se elevarán por encima de la confusión y la violencia y descansarán en la paz y la alegría del Reino


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